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“Audición para obtención de becas”
El letrero se veía genial allí. Lo miré durante un rato mas y miré a mi hermana emocionada.
- Esta es la oportunidad que eh estado esperando toda mi vida- la abracé.
- Pero allí dice que las audiciones terminan hoy día...- musitó ella. Miré el letrero con mayor detalle; quedaba una hora y media para que yo me preparare.
- Es cierto... Pero tengo un traje en la mochila, y también tengo música en el celular- le sonreí- no hay nada que me detenga a hacer esto- entré. Sentí el aroma del lugar invadirme. Tenía a mi hermana de la mano. En pocos segundos mi celular comenzó a sonar y vi el nombre de Louis.
- ¡Louis no sabes lo que acaba de pasar!- contesté emocionada.
- Tranquila bonita, ¿Qué es lo que tiene a mi amiga tan feliz he?- preguntó divertido.
- ¡estoy en la academia, están haciendo audiciones para entrar gratis a la academia!
- ¿Cómo una beca?
- Es una beca, ¡Louis! Esto es genial..
- Iremos hasta allá... Espera un momento, te llamo luego- cortó el teléfono. Vi a la recepcionista archivar papeles con aquel archivador color rosado. Su pelo rojo caía sobre su hombro en un solo lado.
Me vio acercarme cada vez a ella y no me habló si no hasta que estuve completamente en frente; donde podía tocar la mesa.
- ¿diga?
- Vengo por las audiciones... - musité. Se sacó los lentes sorprendida y me miró de arriba abajo.
- ¿tiene una audición reservada?- preguntó levantando una ceja.
- No... Yo...- miré a mi hermana. Tenía que inventar una buena excusa para aquella ocasión; única ocasión...
- ¿es usted Caitlin Ford?- me preguntó intrigada.
- Si…- dije un poco dudosa. ¿Qué tal si lo era? ¿Qué tal si no? Mi hermana me miró como queriendo negar todo; pero no me iba a hechar a morir, no para ese entonces, si tenía que fingir ser alguien que no era entonces lo sería.
- ¡Señorita Caitlin!- exclamó - ¡gracias a Dios que llegó!, los jueces querían presentar cargos contra las chicas que no se presentaban, vamos... Apure, le quedan dos turnos, y es el suyo...
- ¿ En serio?- pregunté tragando saliva.
- Si, apure... Por la puerta del fondo, hacía la derecha, allí se encuentran las otras dos chicas, me parece mucho que usted es la ultima...
- muchas gracias- le sonreí. Tomé las mochilas que tenía y rápidamente corrí hacía donde todas las chicas se encontraban; al verlas allí, tan perfectas, me di cuenta de que no tenía ninguna oportunidad, pero que no me quedaba nada con intentar. 
Me fui al baño de inmediato; y me puse el traje que tenía. Nada comparado con el que tenían ellas; pero estaba allí para bailar, no para bailar un traje bonito.
- Caitlin- exclamó mi hermana detrás. La miré; tenía los brazos cruzados y una ceja levantada. Sabía que diría algo malo.
- Bien... Quizás esta mal lo que estoy haciendo, pero tu sabes que este siempre ha sido mi sueño, y para cumplir el sueño..
- Tienes que vivirlo y no soñarlo... - terminó la frase que mamá solía decirnos. La miré conmocionada y le sonreí.
- Exacto- suspiré. - A pesar de todo, no creo tener oportunidad aquí, tu las vistes, ni siquiera se maquillarme...
- Dame tu teléfono- me sonrió ella.
- ¿mi teléfono? ¿para que?
- ¿me lo vas a dar?- me miró enojada. Le entregué el aparato finalmente. Comenzó a marcar números y se lo puso en el oído.
- ¿Doctor Liam?- preguntó la pequeña. La miré con los ojos abiertos, luego ella desapareció por la puerta; intenté seguirla, pero no me dejo.
Me miré en el espejo, me tomé el cabello para recogerlo en un tomate; pero no podía; simplemente no, se me caía, no estaba preparada para algo como eso.
Me senté en el suelo y una lagrima cayó por mi mejilla; era como si todo lo que alguna vez hice lo estuviera desperdiciando en ese momento.
- No llores, el doctor Liam te vendrá a salvar- sonrió mi hermana. La miré.
- ¿Qué le dijiste?
- Que necesitabas un poco de ayuda..
- ¿con que?
- Con todo- rió ella.
- No necesito ayuda con todo, simplemente..
- ¿Por qué no dejas que alguien te ayude? Vamos, el doctor Liam vendrá a ayudar, y tu estarás maravillosa, y ganarás aquella beca- me abrazó.

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