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Abracé a mi hermana que se encontraba allí tierna, pero yo seguía sentada en el helado suelo pensando que todo estaba por salir mal.

- eres un amor de persona- la solté.

- Ya sabes lo que dicen- se sentó a mi lado- si vez a alguien sin una sonrisa, regala una de las tuyas, pues para una persona como yo; tengo de sobra.

La miré una vez mas. No podía. Me levanté de donde estaba y me dirigí hasta donde estaban las demás bailarinas; según lo que veía, muy buenas. Todas hacían ejercicios en aquella sala. Me miraron todas; les sonreí, falsa, y ni siquiera se molestaron en devolver aquella sonrisa.

Nuevamente volví al baño y me senté allí.

- no puedo...- logré decir apenas y se me acaba la voz. Sentía una roca en la garganta.

- ¿Por qué sigues así?- me preguntó sonrisas- Lo harás bien...

- ¿Qué tal si no?- miré mis cosas- me iré- musité firme.

- no- tomó las cosas antes que yo- no te irás.

- Quiero dejar este lugar muy desesperadamente, ¿si? Quiero una bolsa de papel para poner mi cabeza y esconderme en alguna parte; algún lugar donde pueda ser feliz.. No es aquí

- ¿te vas a rendir?- preguntó. Hice un intento por conseguir mis cosas de nuevo.

- Quizás lo esté haciendo

- A los dos años tenía miedo de ir al baño, tu me ayudaste y fuiste la primera en despertarse a mitad de la noche para hacerme compañía. Luego, a los cinco años, tenía miedo de cantar frente a mi clase en un acto de fin de curso, y tu me estuviste entrenando durante toda una semana, me diste fuerzas, no me dejaste darme por vencida, subí allí, y te vi en primera fila, ¿y sabes que? Pensé en ti, y pensé en lo que te habías esforzado para que todo salga bien, y fui la mejor de todas. A los seis años tenía miedo de andar en bicicleta, tu me empujaste por atrás; pero nunca me soltaste, nunca me dejaste caer de ella; y cuando lo hice, fuiste la primera que estuvo allí para ayudar a que me levante. A los siete años tenía miedo de ir a una piscina en un cumpleaños, porque básicamente no sabía nadar, y temía que las personas se rieran de mi, pero tu me enseñaste a nadar, y dedicaste tu tiempo en eso, y pude ir tranquila. A Los trece años nuestros padres se pelearon. Queríamos intentar tener una vida mas linda, y tu me decías que no todo era como en un cuento de hadas; pero podíamos hacer de nuestros momentos algo así. Intentabas que no escuche sus peleas, sus gritos, sus golpes...- una lagrima cayó por nuestras mejillas- pero lo hacía de todas maneras, y me tranquilizaba el saber que todavía había alguien para mi, y esa persona eras tu... Me dijiste que irías por ayuda, que volverías por mi...

- Pero mira, ¡soy un desastre! Te dejé

- Claro que no me dejaste, volviste por mi, antes de que ese hombre acabara conmigo, quizás que habrá pasado con mamá, nadie sabe, y supongo que nunca lo sabremos, pero me alegro de estar contigo, me alegro de que seas mi hermana, pero algo mas que eso, eres mi ángel, y si hay alguien a quien le debo agradecer vivir, entonces te aseguro que no será mi mamá, ni mucho menos será mi mamá, serás tu, eres tu mi razón de vivir...- me abrazó- y no me dejaste darme por vencida, nunca, así que quiero que vayas allí, y le demuestres a esta academia de el talento que se ha estado perdiendo durante años, ¿estamos de acuerdo?

- Claro que si Sonrisas... - la abracé. Puso sus brazos alrededor de mi nuevamente, y ahora el nudo era mayor; pero era por la felicidad que me llenaba.

- Hola hermosas- entró alguien por la puerta. Enseguida vi a Louis y Harry aparecer detrás. Le saludé con la mano.

- Pensé que era el doctor Liam- rió sonrisas.

- Aquí estoy- Liam saltó para dejarse ver. Una chica lo acompañaba. Traía un bolso rosado que inmediatamente abrió- ella es Estela, una amiga, y te va a preparar ____ en un dos por tres- sonrió.

Me llevé las manos a la boca; Louis sonreía y se acercaba para darme un abrazo. Harry estaba mirando a las bailarinas hacer ejercicio. Liam reía con sonrisas, y la chica me preparaba para el baile que debía preparar. Supongo que mi hermana tenía razón, tenía que darle una oportunidad a la vida, como Liam bien dijo.

Sonreí; harry apareció por la puerta en medio de todo.

- ____, eres la que viene después de esta chica, dicen que pasas en veinte minutos

- ¿veinte minutos?- tragué saliva- no eh tenido tiempo ni de alongar

- Creo que estás lista- musitó la chica. Louis se dio la vuelta; y me quedo mirando con los ojos brillantes.

- Te vez hermosa- me sonrió tierno.

- Algún día en la vida que me vea así- me miré en el espejo- creo que está bien para mi

- No.. Siempre te vez hermosa- sonrió.

NevermindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora