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Caminamos con Harry Y Louis cinco cuadras hasta encontrar una heladería. No estaba con el ánimo de comer helado. Estaba con el ánimo de llegar a mi casa, tirarme al suelo y llorar.
De repente mi mente me detuvo: Mi hermana. No había estado allí conmigo en todo ese rato. Me detuve en la puerta del lugar y tragué saliva.
- ¿Qué anda mal?- preguntó Harry. Lo miré dando un salto.
- olvidé a mi hermana- susurré- soy un asco... Olvide a mi hermana, me va a matar... La olvidé de nuevo...- Louis apareció con los helados de chocolate.
- ¿Qué pasa?- me preguntó.
- Mi hermana, la olvidé por completo- sacudí mi cabeza- lo siento tanto... Me tengo que ir
- Vamos juntos…- Fue lo que escuché exclamar a Harry. Pero para ese entonces ya estaba corriendo buscando un taxi o algo que me lleve de vuelta a la cabaña para llevarme a mi hermana de allí y arrendar un lugar donde vivir. Tenía que recoger además; mis cosas, mis bolsos, todo. Después de todo era siempre lo mismo. Misma mierda, diferente día. Sentía que no tenía a nadie en quien confiar: excepto Louis. Pero el ahora tenía a Harry y no necesitaba de alguien como yo.
Divisé un taxi a lo lejos y me subí rápidamente para darle la dirección y poder llegar allí lo mas rápido que pueda.
Movía los pies rápido; el conductor me miraba extraño y le subió un poco a la música de piano para calmar el ambiente, pero todo lo que quería hacer era llegar rápido; tenía una ansiedad por vivir de nuevo que ni siquiera me daba cuenta de lo que hacía; simplemente actuaba.
- ¿estás apurada?- preguntó el tipo. Lo miré y asentí con la cabeza. Después de eso sentí como aceleraba un poco e iba mas rápido. Miraba hacía todas partes; como si eso me pudiera calmar, hasta que finalmente llegué al lugar, después del viaje mas largo de toda mi vida.
- Gracias- musité antes de bajarme y pagarle. Luego vi como el vehículo desaparecía de allí. Vi la casa en frente de mi; y me digné a entrar esperando por un milagro. Mis manos temblaban al igual que mis piernas. Todo se sentía mas tenso ahora; apenas me llegaba el aire.
Toqué la puerta y fue la ultima decisión como si fuera la mismísima ultima cena; ya no había vuelta atrás. No podía retroceder el tiempo al momento en el que boté la bandeja para no haberlo echo y que ese papel nunca hubiera aparecido; nunca haber aceptado la invitación de Niall, haber ignorado la petición de Emily; y aún mas; retroceder el tiempo al momento en el que se me ocurrió irme de casa.
Sentí como los pasos se iba haciendo mas obvios y mas fuertes; cada vez mas cerca de la puerta. Sentí como del otro lado alguien tomaba la manilla y la giraba. Sentí también mi corazón casi salirse al verlo a el allí; nuevamente nos encontrábamos cara a cara. Tragué saliva, y quise inmediatamente llorar; pero ¿lo haría en frente de el? ¿había demostrado ser fuerte como para seguir siéndolo? No lo sabía; no eran preguntas con respuestas en ese momento, simplemente sabía que mi peso se estaba debilitando y que mis manos ya no eran manos si no gelatinas.
-_____ yo...- comenzó al rubio. 
- Niall, no necesito ninguna explicación, vine a buscar mis cosas y a mi hermana para irme de aquí- entré a la casa sin siquiera pedirle permiso. ¿Dónde estaban mis modales? Hace rato que no me importaba tener modales. 
Me dirigí a la habitación, estaban mis cosas, pero mi hermana no se encontraba allí.
- Sonrisas esta al lado donde Liam- musitó el. Lo miré de reojo mientras agarraba mis bolsos.
- Me alegro- suspiré. Sentía una roca en la garganta que ya no aguantaba más; pero tenía que ser fuerte y tenía que creer en que en cualquier momento ya no estaría allí; ya no estaría en esa situación y no tendría que dar explicaciones a nadie ni nada y eso realmente siempre me tranquilizaba un poco.
- ¿puedes dejar que te explique todo?- preguntó tomando mi mano. Hice que la suelte brusca.
- No quiero que me expliques nada- negué con la cabeza. No pude evitarlo y una lagrima corrió por mi mejilla pero no deje que la viera. - Adiós- le sonreí por ultima vez y salí de allí.
- Espera...- salió corriendo detrás de mi; yo me dirigía hasta la cabaña de Liam y sentía como el me perseguía por atrás.- No te quiero perder _____- me di la vuelta y lo miré enfadada.
- ¿Perder?- reí sarcástica- No puedes perder algo que nunca ha sido tuyo...
- ¿Nunca has sido mía? Mírame a los ojos y dime que no te gusto, dime que no piensas en mi, dime que no has soñado conmigo alguna noche, o quizás todas, dime que no sientes lo mismo, pero ten en cuenta que si lo dices, estarás mintiendo, y mentir es algo malo...
- ¿Quién lo dice?- otra lagrima salió por mi mejilla- ¿el honesto? ¿el que piensa que tiene el mundo a sus pies?
- No tienes porque llorar... No quiero verte de esta manera
- ¿Por qué? - pregunté riendo - No te importa como este- lo empujé- no te importa como me encuentre en absolu...- sentí la interrupción de esos hermosos labios.

NevermindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora