47

451 37 0
                                    

Abracé a Louis agradecida y me dirigí a la sala para ensayar un poco. Tenía ganas de vomitar encima de todo, pero no podía hacerlo allí, ni arruinar mi audición. Mi hermana tenía bastante razón, era todo lo que siempre había querido, y no lo podía abandonar cuando estaba a dos pasos de lograrlo.

- Debes estar confiada- apareció Liam- te va a salir todo bien

- No puedes prometer eso- le dije un tanto nerviosa.

- Claro que puedo; prometo que va a salir bien, lo se, Los chicos y yo estaremos allí para darte ánimo…

- Me hubiera gustado que mi mamá esté aquí- separé las piernas para tocar la punta del pie de una. A ese entonces no me dolía.

- Quizás no está tu mamá, pero esta sonrisas, no está tu papá, pero está Louis, no está Niall, pero estoy yo... Y Harry, el también esta aquí- rió.

- Parece ser un buen chico- me incliné hacía el otro pie para tocar la punta de él.

- Supongo que lo es, muy simpático...

- ¿Quién es simpático?- preguntó Louis por atrás. Venía Con sonrisas y con Harry.

- El de rulos- musite yo. Me puse de pie para respirar hondo; contar hasta diez, y respirar nuevamente hondo. Cerré los ojos; era el momento decisivo, en el que respiraba, cerraba los ojos, cerraba mi capacidad para escuchar, hablar, y mirar, y me concentraba en mi. Oía murmullos, pero no escuchaba realmente lo que estaban diciendo. No podía decir que era; porque no lo procesaba en mi mente, no alcanzaba a ser procesado.

Estuve allí durante diez minutos haciendo lo mismo, respiraba hondo, botada, contaba hasta diez, luego nuevamente. Diez largos minutos que parecían días en los que solo respiraba; no hice nada mas. Era el mejor ejercicio que me podía dar. Luego de eso abrí los ojos; ya no estaban hablando si no que me estaban mirando.

Caminé hacía el baño, me puse en el papel de bailarina y me miré en el espejo. Allí estaba yo, aquel desastre. 

- Eres un desastre- me dije a mi misma en el espejo. Me acerqué a el- pero eres un desastre hermoso, no te preocupes, que saldrás de esta- me sonreí- eres bonita, inteligente, y talentosa... Bonita, inteligente, y talentosa... Bonita, inteligente, y talentosa... Bonita, inteligente, y talentosa... 

- ¿Qué hace?- escuché como Harry le susurraba a Louis en el oído mientras yo seguía respirando hondo y repitiendo aquellas tres palabras mirándome al espejo.

- Se llama autoconfianza- contestó mi hermana antes de que Louis dijera algo- está intentando meterse en el personaje

- ¿Cómo si fuera una obra de teatro?

- Si... Algo así- respondió ella. - En vez de buscar buenos comentarios en las personas para que le den ánimo, busca comentarios buenos en si misma para asegurarse de que cuando le digan algo estén en lo correcto

- ¿y da resultado?

- Siempre lo ha hecho... Y es la mejor bailarina que conozco

- Eres bonita, inteligente, y talentosa..

- No lo sigas repitiendo, todos aquí sabemos que realmente lo eres- musitó Louis. Lo miré y le sonreí.

- Caitlin, es tu turno..- gritaron desde adentro.

- ¿Caitlin?- preguntó Louis confundido.

- larga historia- musité nerviosa. Me miré al espejo una vez mas

- Eres bonita- dijo sonrisas.

- e Inteligente- interrumpió Liam.

- Y sobre todo talentosa- finalizó Louis- Vamos Caitlin- reímos todos ahora- es tu turno. 

Caminé hasta la puerta donde la señora se encontraba con un papel en la mano. La miré fijamente; parecía tener un rostro muy serio.

Respiré hondo una vez mas, mi corazón comenzaba a latir con fuerza y no podía creer que realmente estuviera allí, pero ya no tenía tiempo para arrepentirme de nada, tenía que ser fuerte y tenía que dar lo mejor de mi; pues si quieres un cambio, entonces debes hacerlo tu.

- Tres personas pueden entrar contigo- sonrió la señora. Miré a todos.

- Yo me quedaré aquí viendo… Ojos- rió Harry mirando a las bailarinas que se cambiaban de ropa. Todos reímos y entramos.

Habían tres personas en una larga mesa que se extendía por toda la sala. Había otro gran espacio para que los chicos se sienten, y otro mas grande aun para bailar.

- ¿Qué bailarás hoy?- preguntó una de las señoras. La mas delgada, se veía alta, con el rostro casi deformado de lo delgado.

- Léo delibes, lakme- respondí confiada.

- Es una canción bastante poco común para este tipo de bailes.. ¿estás segura?

- Completamente

- Bien, entonces, que comience la música..- dijo, mientras escuchaba aquello, y mis pies se comenzaban a mover armoniosamente.

NevermindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora