"Lo que siento por ti"

"Sexta Pieza"

Sus ojos no podían dejar de admirar las maravillas que estaba contemplando, a cada instante que volteaba algo nuevo y aún más llamativo que lo anterior aparecía.

Llegó a pensar que debería no parpadear para no perderse de nada, y es que quería tener el mejor y más pulcro recuerdo de ese momento. No como todos los recuerdos que las personas tienen donde solo podemos ver ciertos momentos y situaciones. No, ella quería recordarlo todo con lujo de detalle, así como cuando era niña.

El festival entero estaba decorado de muchos colores, haciendo referencia a las distintas variedades de Vivillons. Y por todos lados se encontraban con lindos accesorios y souvenirs temáticos del pokémon, como el que ahora tenía sobre su cabeza: una colorida bincha de antenas de Vivillon la cuales sus puntas brillaban y cambiaban de color constantemente.

No estaba muy segura de ponérsela, ya que al inicio solo sería una para Bonnie, pero la niña insistió y como ese día se sentía tan dichosa y alegre aceptó sin más.

Su pequeña amiga, que además de las antenas consiguió un par de lindas y brillantes alas, "revoloteaba" por cada puesto y atracción que pasaban mientras recorrían el lugar. Llamándola en cada momento a lo que ella no se negaba y emocionada corría a acompañarla y maravillarse con lo que sea que hayan visto.

Era en momentos como esos donde no se notaba la diferencia de edades y ambas chicas parecían dos niñas pequeñas disfrutando de una salida. Como cuando todos éramos niños y no podíamos evitar alejarnos de nuestros padres para poder vivir nuestra propia aventura.

No solamente ellas eran las únicas en disfrutar el momento, los chicos también se divertían. Inclusive Ash que no podía negar que, aunque al principio dudo en ir, se estaba la estaba pasando genial.

—¡Hermano! ¡¿Me lo compras?! —Bonnie entusiasmada señaló un pequeño adorno en forma de alas que colgaba en uno de los tantos puestos que allí habían.

—¿No crees que ya tienes muchas cosas Bonnie? —cuestiono el rubio un poco preocupado por su bolsillo.

—No es para mí, es para Dedenne. El también quieren un par de alas como las mías —la chica giró sobre sí misma y el pokémon eléctrico exclamó en su cabeza—. ¡Por favor hermano! —utilizó el viejo y confiable truco de los ojitos tiernos.

Clemont suspiró, no podía decirle que no a eso. Además él no era tacaño, ¿qué clase de hermano mayor sería entonces?

Luego de adquirirlo Bonnie le agradeció con un tierno abrazo y colocó en la espalda de Dedenne el accesorio, el ratón hizo una pose y la pequeña lo aduló.

—Entonces, ¿qué viene ahora? —preguntó la rubia mientras comenzaba a avanzar dando pequeños saltitos.

—Según el itinerario, ahora es la concurso de inventores —respondió Serena observando su navegador— ¿Estás preparado Clemont?—miró a su amigo con una sonrisa.

—Serena, ¡la pregunta sería si el mundo está preparado para contemplar mi más reciente obra maestra! —vociferó con cierto aire de soberbia mientras un brillo cubría sus gafas.

—¡Oh! ¡No puedo esperar para ver tu nuevo invento Clemont! —Como siempre Ash era el más entusiasmado por ello.

—Yo también quisiera ver de que eres capaz Clemont—añadió Tom con su tono habitual.

—Sí, mientras no termine en una explosión como todos —Bonnie junto con Dedenne miraban a su hermano con una expresión desganada, Serena rió nerviosamente por el comentario de la chica.

—¡Ya verás Bonnie! ¡Te demostraré de lo que es capaz la ciencia! —exclamó con determinación elevando todo su orgullo científico mientras se encaminada a paso firme hacia el lugar del evento. Los demás solo lo vieron alejarse con una mueca nerviosa.