Capítulo 12

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Leina

Mire al gran lobo negro que estaba recostado a mi lado derecho del sillón.

Dereck se descontrolo un poco, bueno en realidad un montón.

Dejó a Aleck, el lobo café, con una mordedura en la pierna izquierda, muchos moratones y una lesión en el hombro.

No ha querido salir de su forma lobuna, se ha mantenido en todo momento a mi lado dispuesto a atacar si alguien se me acerca.

Las cosas eran confusas y los amigos de Dereck no paraban de discutir entre ellos. Al parecer lo que estaba sucediendo era un asunto de extrema gravedad.

Mire al lobo negro de ojos azules y acariciar su pelaje con lentitud intentando le transmitir paz.

Desde que se controló un poco no ha dejado de imponerse en una postura rígida y amenazante.

El lobo me miró y agachó sus orejas, se veía realmente tierno en su forma lobuna y de una extraña forma no me daba ni un poco de miedo.

(***)

Después lo que a parecer fue media hora, los chicos terminaron de discutir.

-Leina ¿estás bien? -hablo Axel mirando de manera fija lo que provocó que tomara un ligero color carmesí en las mejillas.

Dereck gruño y se posicionó frente a mi furioso.

Yo asentí y miré hacia otro lado.

- ¿qué es lo que está pasando? -hable de forma calmada y temblorosa.

-cariño veras...- habla Karla nerviosa- en nuestro linaje existen distintos tipos de tratados con las criaturas mágicas- yo asentí, eso lo sabía perfectamente ¿qué tiene que ver con todo esto? -bueno también existe un tratado con los humanos...-dijo Karla aún más nerviosa.

Eso me dejo sorprendida, jamás había escuchado de un tratado con los de mi especie. Después de todo somos débiles y en una guerra obviamente perderíamos.

-casi nadie sabe de este tratado, sólo los cambia formas que poseen un mate humano y lobos de rango alto, y como verás eso no sucede muy a menudo...-Karla sigue hablando- la regla principal de este tratado es que no se puede retener a un humano si el no desea tenerle como pareja-dijo Karla con la voz temblorosa- Dereck ha violado esta regla y esto podría ocasionar una guerra, Aleck y yo sabíamos de esto pero Dereck estaba tan feliz de tener a su mate con el que no quisimos separarlos.-finalizo con los ojos llorosos.

Abrí mis ojos asombrada y de pronto la alegría me invadió, eso significaba que era libre, que me podía ir de ahí para no regresar jamás.

-Leina...-Hablo el chico vestido de negro que resultó llamarse Dominick. - enserio no queremos que estés encerrada aquí, pero Dereck es nuestro amigo y él te necesita, así que no diremos nada al Consejo... lo sentimos- terminó de hablar con un suspiro.

Todos me miraron con pena y en ese momento me sentí miserable, yo no quería estar aquí, no quería formar parte de este mundo, pero todos deciden por mí.

Me hicieron tener un pequeño rayo de esperanza para luego arrebatármelo. Todo esto era injusto, yo merecía ser libre. Las lágrimas empezaron a salir como un grito silencioso.

(***)

-Leina lo siento mucho, pero tú eres la luz de mi hermano, él no es malo, en serio te quiere, deberías darle una oportunidad. -dijo Karla antes de despedirse e irse con Aleck, quien simplemente me dedico una mirada triste.

-lo sentimos pequeña- dijo Dominick y se fue con Axel sin mirar atrás.

Mire a Dereck el cual ya se encontraba en su forma humana. Su postura era rígida y miraba a cualquier lugar del salón excepto a mí.

-tengo todo el derecho a irme de aquí- dije firme- y tú no me lo puedes impedir-hable y camine rápidamente hasta la puerta delantera de la mansión.

Cuando ya estaba a unos pasos de llegar mire atrás mío para ver si Dereck me había seguido, pero no lo vi por ningún lado, extrañada me di la vuelta y choque con un duro cuerpo y al instante sentí el típico olor de Dereck.

Retrocedí unos pasos para poder verle y me encontré con su rostro furioso.

-no irás a ningún jodido lado- hablo y sentí como tomo bruscamente de mi brazo. Intente librarme de su agarre, pero apretó más fuerte y me arrastró hasta la habitación.

-suéltame- dije al borde del llanto- por favor, Dereck, me lastimas- dije soltando un sollozo y el al instante me liberó de su agarre.

Sobe la zona rojiza de mi brazo con una mueca de dolor.

-lo siento Leina, por favor discúlpame, déjame verla-tomo de mi brazo con delicadeza y vi como la culpa cubría su rostro.

Sentí como mi cuerpo era empujado despacio

El cuarto de baño.

Dereck me obligó a sentarme sobre la tapa del retrete y empezó a rebuscar entre los cajones del estante del baño.

Segundos después saco un botiquín de primeros auxilios y me limpió la marca para luego venderla con destreza. Me miró y pude ver aun la culpa en sus ojos.

en realidad, era un tanto exagerado el vendarme el brazo puesto que no tenia nada más que la zona un poco morada, pero no dije nada y mantuve silencio.

Me sentía cansada emocional y físicamente a sí que preferí no decir nada y salir del baño en silencio, prefería guardar la discusión para mañana, cuando estuviese más estable emocional y físicamente.

Camine hasta la cama y simplemente me acosté en ella, sin importarme que estuviera con jeans y zapatillas.

Me sentía tan cansada que me daba hasta flojera sacarme las zapatillas.

Escuché como la puerta del baño era cerrada y después sentí como el lado izquierdo de la cama se hundía, me di vuelta y alza una ceja viéndole.

-antes de que digas algo, esta es mi habitación y vengo todas las noches a dormir aquí, pero tú siempre estas dormida cuando llego-dice mirándome calmado.

Lo miró incrédula y me doy vuelta dándole la espalda.

Como ya dije antes, no me apetecía discutir.

Amarrada a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora