Día 7

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Era el último día de vacaciones para SeokJin y hacía un montón de frío. Abrió las cortinas de el salón, dejando pasar la blanca luz. Días así, agradecía que su departamento tuviera ventanales inmensos.

Movió su silla mecedora hasta tenerla enfrente del cristal, preparó su té especial para días así y lo llevó a la mesita junto a la silla, se sentó y se arropó muy bien.

Su gatita llegó a su regazo y ahí ella también se acomodó a ronronear.

Jin sonrió y le hablo.

—Shun, no sabes lo linda que eres cuando no estas arañandome la cara. —Le acarició un poco la cabeza. —Tú quedate ahí, no tengo ninguna intención de moverme.

La lluvia comenzó a caer, chocando contra el cristal y deslizándose hacia el piso, Jin se impulsó con sus pies y la mecedora se balanceó.

El sueño lo atacó por sorpresa, no sin antes acomodar su almohada de cuello y acobijar mejor a Shun.

Ah, el amaba la vida tranquila.

Un encuentro -no tan- clichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora