Diabolik Lovers Escenarios Y Reacciones

Full moon night 2

Ruki:

El vampiro se encontraba intranquilo, el libro que trataba de leer ahora se encontraba en el suelo de la habitación, ya había sufrido por muchas lunas llenas, sabía y conocía a la perfección los efectos: garganta cerrada, sed insaciable, reacción al contacto elevada, y un deseo sexual altamente elevado.

Aunque nunca se había dejado llevar por ellos, siempre sabía controlarlos pero...ahora esta última se elevó a un grado que jamás había experimentado, y no comprendía si era por la composición anatómica de su cuerpo impuro o por la sangre de su amada presa. Se encaminó a la cocina donde la chica estaba limpiando después de la cena. Al verla su concepto de ella cambió rápidamente, falda corta que revelaba un poco de más la suave piel de sus piernas, el cabello recogido en una coleta y las mangas subidas hasta los codos, el concepto de chica tonta e inútil cambió, porque realmente lucia dulce e inocente, vulnerable.

Se acercó lentamente su respiración agitándose mientras más se acercaba, pasó sus brazos alrededor de su cintura y la pegó contra su firme pecho.

–Kachiku, tu amo quiere jugar contigo.–susurró suavemente en su oído mientras sus manos bajaban lentamente hasta posarse en sus caderas.– Ven y cae en el pecado esta noche.

–Luego.–respondió ella agitando su cabeza para alejar al pelinegro.– Estoy arreglando la cocina, y por como se pusieron hoy Yuma y Kou dudo que acabe pronto.

Ruki abrió los ojos por la sorpresa, no se imaginaba una respuesta así por lo que intentó seguir con lo que hacía.

– La cocina no se va a ir a ningún lado, tu amo está dando una or-

–No.– fue interrumpido por ___ quién lo miraba con molestia.– Si voy contigo y ya no limpio seguro mañana te vas a poner de malas por el desorden, además deberías tomarte un vaso con agua creo que tienes fiebre, en la repisa hay medicina y si te sientes peor me avisas para llamar a Reiji.

–Per-

– Te dije que no.

Ruki volteó los ojos en señal de molestia a lo que ___ decidió irse confundida e indignada.

Kou:

Estaba frustrado había tenido una presentación hace una hora y no podía moverse libremente por la luna que causaba que su cuerpo reaccionara en contra de su voluntad. Su garganta estaba tan seca que podía jurar que en cualquier momento sangraría.
[...]

Azotó la puerta del carro y la puerta sin molestarse siquiera en revisar la madera astillada, la casa sola no le sorprendía en una noche así por lo que sin más contratiempos se dirigió a la habitación de su presa quién para su suerte estaba dormida.

Se acercó al borde de la cama y con lentitud comenzó a besar su rostro, apartando algunos mechones de cabello que caían sobre su cara, poco a poco fue bajando hasta llegar a su cuello donde se entretuvo al sentir su yugular palpitando contra su boca que deseaba morder y chupar esa sangre tibia. Con cuidado bajó sus manos y de manera hábil se deshizo de los botones de aquella blusa, le gustaba ver cómo su cuerpo se movía por el frío que golpeó de repente su cuerpo, pasó su nariz por su torso y antes de poder hacer algo con los pantalones una almohada fue directo a su cara.

–Ngh...

–¡KOU! ¡¿Que estás haciendo?! –gritó asustada ___.

–Trato de pasar tiempo con m-neko-chaaan~–dijo tratando de sonar divertido pero quedaba pequeño rastro de seducción en su voz.

Sin embargo fue golpeado en la cara de nuevo con la almohada.

–¡Podrás pasar tiempo en la mañana si quieres pero mientras déjame dormir!–se quejó molesta la chica viéndolo fijamente.

–¡¿ME ESTÁS DICIENDO QUE ME VAYA?! ¡¿ACASO ESTAS LOCA?! ¡TENIENDO A ALGUIEN COMO YO...! ¡BIEN! –salió dando un portazo.

–AHHH aveces no entiendo que le sucede.– exclamó muy molesta ___ antes de volver a dormir.

Yuuma:

Abotonabas tu blusa del uniforme mientras acomodabas el resto, sin embargo al poco rato notaste una presencia detrás tuya, al inicio de tu estancia te habrías espantado pero ahora ya era común.
Unas manos se posaron sobre tus hombros girándote, exasperada levantaste la cabeza para mirar directamente a los ojos de Yuuma.

–Ya voy.–quitaste sus manos.– ¿no puedes esperar un momento?

El chasqueó su lengua y de forma intimidante te hizo retroceder hasta que tu espalda quedó contra el espejo.

–Mesubuta.–murmuró en un tono bajo, haciendo su voz aún más grave.– Pórtate bien y te recompensaré...sigue desobedeciendo y entonces te castigaré.– acercó su rostro al tuyo.– ¿entiendes?

Mirándolo fijamente, tomaste aire y con toda la fuerza que tuviste gritaste.

–¡¡¡RUKI!!!.–el nombrado aparecí frente a ti, disgustado por la vista frente a sus ojos.–¡NO ME DEJA ARREGLARME PARA IR A LA ESCUELA! ¡TE RECUERDO QUE YA LLEVO TRES FALTAS POR SU CULPA!

Ruki exasperado jaló del cuello de la camisa a Yuuma, sacándolo de la habitación.

–Realmente eres una idiota.–se zafó del agarre del peli negro.– ¡Déjame! ¿Qué crees? ¿Que soy un niño?
–No, pero en todo caso actúas como tal.–sentenció Ruki.–Ahora tú, termina de arreglarte y te quiero ver en cinco minutos abajo, ¿escuchaste?

–Mhm—. Tu frase se vio interrumpida por el portazo estruendoso que dio Yuuma, que terminó rompiendo la viga de la puerta.

Solo escuchaste la fuerte inhalación de Ruki antes de que siguiera al bobo de su hermano.

Azusa:

Acostada sobre el colchón de tu cama, con ropa ligera pues era verano y hacía un calor infernal, incluso de noche. Un ventilador a un lado de tu cama lanzaba aire sobre tu rostro mientras disfrutabas de una buena mascarilla.

Era apacible hasta que alguien tocó la puerta, al permitir la entrada el menor de los Mukami hizo aparición, su rostro normalmente pálido ahora tenía un tono rosado sobre sus mejillas, se acercó a ti, con suavidad.

–Nee, (t/n)...hoy...estas...muy...linda.–comenzó a decir, su tono algo entrecortado hizo que te levantaras.–Me...gustaría...pasar...esta...noche...contigo.

Te hincaste sobre la cama, acercándote a él rápidamente, su respiración se cortó mientras tú ponías tu frente contra la de el, sus mejillas ahora estaban totalmente rojas y sus manos comenzaron a subir por tu cintura.

–¡oh no! ¡Azusa! Creo que estas enfermo.–el vampiro ladeó la cabeza sin entender tus palabras.–¡Ven, ven! Acuéstate, hoy cuidaré de ti.

Una sonrisa se empezó a formar en su rostro hasta que de la nada corriste al baño para ponerle una toalla mojada.

–okay no sé hacer esto; pero espero que estés bien hasta mañana que Ruki regresa.–lo miraste pensativa.–¿o quieres que llame a Reiji?

Atónito, se incorporó suavemente.

–(t/n)...es...mejor...que...regrese...a...mi...cuarto.–te dio leves golpecitos en la cabeza.–ahí...es...más...fresco...ademas...Melissa...espera...por...mi...

Sin poderle decir más, Azusa se salió de tu cuarto, inmediatamente después le enviaste un SMS al mayor de la casa Mukami.

Para recibir:

"A veces me sorprende el nivel de tu idiotez, déjalo, mañana estará bien"

¿Huh?