Diabolik Lovers Escenarios Y Reacciones

Seduce me

Nastyyyyy, LaShawol espero que esto te guste~

Shu:

La luna llena parecía susurrarte nada más que lujuriosos pensamientos, sin poderlo evitar, el calor invadía tu cuerpo desde tus entrañas hasta tus mejillas, sin pensarlo mucho, tus pies solos te conducieron a salir de tu habitación, buscando de forma natural al rubio, revisaste cada habitación usual, la sala, la sala de música, la biblioteca pero Shu esta vez parecía haberse ocultado bien, caminando de nuevo fuiste a su habitación donde entraste sin tocar.

El vampiro se encontraba como de costumbre dormido sobre la cama, rápidamente antes de si quiera poder meditarlo nuevamente tus pies te habían arrastrado a él, te subiste a horcajadas sobre su cintura y con tus manos comenzaste a picar su hombro, de forma insistente hasta que con molestia abrió los ojos.

—¿Huh?—se incorporó sobre sus codos, su sonrisa que no traía nada bueno solo hizo que tu interior temblara.—¿Como te atreves a aprovecharte de alguien dormido? Ahh, sabía que eras una pervertida.

—Y-yo ¡no es así!

—¿En serio?—con un movimiento rápido terminaste debajo de el.—Si despiertas a todos sentándote sobre ellos eso te hace un poco...mmm...guarra ¿eres así con todos?

A pesar de que sus palabras tiraban dagas a tu orgullo, en el tono que las decía solo hacía que tus piernas temblaran, la respiración se te entrecortara, y claro que eso no pasó desapercibido por el rubio.

—¡Claro que no! ¡Yo solo te quiero a ti, Shu!

—Heh.—soltó una risilla bajando hasta tu oreja.—Siempre y cuando me busques para satisfacerte, me veré en la obligación de complacerte.

Reiji:

El mayordomo te informó de un paquete que había llegado a tu nombre, con felicidad y un leve rubor cubriendo tu rostro aceptaste la pequeña caja, Reiji te miró con duda en sus ojos, demandando que le dijeras el contenido de dicho paquete.

—Es ropa que pedí por internet.—sacudiste el objeto en tus manos.—¿Quieres verla? La verdad mi guardarropa ya necesita una nueva actualización.

—Es verdad.—dijo de rápido Ayato quien recibió una mirada fulminante de su hermano mayor.

—De acuerdo, veamos que es aquello que con tanta emoción has recibido.

Ambos caminaron hacia tu habitación y tu corazón cada vez palpitaba más y más rápido, si bien, no habías mentido, había que reconocer que tampoco le habías dado todos los detalles al peli negro, ordenaste ropa linda si, y a parte varios conjuntos de lencería.

Entraron al cuarto e hiciste que esperara sentado en la cama, acomodaste un poco tu maquillaje y comenzaste a cambiarte, falda blanca y un suéter rosa con calcetas arriba de la rodilla blancas también, debajo de tu conjunto, un bello conjunto rosa pálido de encaje.

Saliste del baño con tu uniforme entre las manos, pensando en la táctica perfecta, al salir, a Reiji parecía gustarle mucho, ese toque femenino en ti le maravillaba.

—¡Tadaaa!—exclamaste dando una vuelta rápida, soltando "accidentalmente" en el proceso el moño de tu uniforme.—¡Ah oops!

Te volteaste en seguida agachándote rápidamente por lo que habías tirado, escuchando como contuvo el aliento por un segundo, en menos de lo que canta un gallo, el refinado caballero de siempre te tenía contra la pared, una sonrisa maliciosa posada sobre sus labios.

—¿Eso también era parte del espectáculo?—subió una mano por tu muslo rápidamente.—Me ha gustado mucho la ropa que has elegido solo que...hay un par de cosas que no me has mostrado bien.