Habían pasado 6 segundos desde que me había sonreído. Mi corazón comenzó a bombear aceleradamente y su sonrisa aún retumbaba en mi mente.
El sonido que producían sus pasos todavía se oían, él aún seguía por ahí. ¿Estaba esperándome? Di la vuelta con precaución. Él también lo hizo, me miró y volvió a sonreír.
Saludó con su mano y gritó: "Hola". Le devolví el saludo. Comenzó a acercarse mi corazón se aceleró. A medida que caminaba hacia mí mi corazón latía aún más rápido. Me desmayé.
Soñé que estaba junto a él, teníamos una casa, dos hijos y un gato. Vi los momentos felices que pasé con él. Lo vi susurrarme "te amo". Su sonrisa a pesar de los años seguía enamorándome más y más.
Me desperté, estaba en la vereda donde me desmayé.
Lo vi alejarse. Con mi cartera y con mi celular.