Efectivamente, estoy enamorado de ti

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Por la tarde, Bakura estaba tirado en su sofá con el uniforme de la escuela aún puesto, la mochila, aventada cerca de la entrada del departamento, sus zapatos estaban totalmente lejos de su alcance, de por sí el día había estado gris por el mal tiempo, aún el entorno de Bakura se veía de un color grisáceo nítido. Posado en todo el sofá como si fuese un super modelo, con la camisa desabrochada del pecho y la sudadera mal puesta y el antebrazo cubriendo parte de su cara, cualquiera hubiese tenido un derrame nasal. Así se perdió en sus pensamientos hasta que anocheció. Definitivamente estaba siendo atormentado por sus sentimientos y los recuerdos que tenía de Ryou.

Se sentó de forma melancólica en el sofá, en seguida sintió que el teléfono vibrar, seguido de su tono de notificación.

Música de fondo Labios Rotos

-Se ve que de verdad eres débil, la cara te delató hoy.- Leyó en el mensaje de texto. El estómago se le hizo ácido y apretó el móvil con fuerza. De nuevo, recibió otro mensaje.

-Si tanto te enoja el no estar con él, ¡Por qué no vas a buscarlo, y de una buena vez te traga tu estúpido ego?- Bakura relajó el rostro y lo cambió rápidamente a un gesto melancólico. Pensó si eso sería buena idea, a lo mejor Ryou estaría con Crow.

La idea lo frustró un poco más, jamás le había pasado, después de la muerte de su madre, sentir impulsos explosivos y peligrosos por salir detrás de una persona. Se acomodó la chamarra de la escuela, buscó el par de zapatos dispersos, en la sala y dejó aventado el teléfono celular en el sofá, las llaves del departamento las tenía en la mano, así que no se preocupó por buscarlas.

Cinco minutos antes de que saliera de su casa, comenzó a lloviznar y poco a poco las gotas de lluvia aumentaban su volumen, sin embargo, al albino no le importó. Salió disparado de la calle, directo al departamento de Ryou. Corrió sin detenerse. Esto es más nuevo de lo que parece, En la cafetería no lejos de donde estaba Bakura y la casa de Ryou, estaba Marik hablando con Malik. Malik quería que su pareja le explicara toda la situación. Después del Drama de Ryou y el tema de la apuesta, Marik comenzó a portarse más cariñoso y eso no lo dejó pasar el menor de ojos lila. Pocos minutos más tarde, Malik miró de reojo la ventana de la cafetería porque había visto una figura particular. Marik se incomodó por el gesto de su hikari, y volteó, ya que le estaba dando la espalda a la ventana. Ambos desconcertados miraron a Bakura pasar corriendo, bastante mojado y a toda prisa. Los peli cenizos, tenían una gotita en la sien.

-¡Bakura?-Dijeron a coro.

El frío comenzó a Calar el cuerpo del albino mayor, básicamente ya estaba en la parte trasera de edificio donde Ryou vivía. Donde se veía la sala de estar y las siluetas dentro de la casa. Respiró hondo y se reclinó hacia delante, un poco para descansar. Después miró hacia la ventana. Su mirada se perdió de nuevo. Era de esas miradas seductoras al aire, esa profundidad excitante y llamativa particular de Bakura se posó especialmente en esa pequeña figura que vislumbraba desde la ventana.

-Bien, es excelente Ryou, no tuviste problemas con nada, ¡Seguro que quieres que sea tu asesor?- Preguntó Crow desconcertado.

-Claro, aunque sea hábil para esto, Bakura fue quien me ayudó a ser tan bueno. No lo hubiera logrado sin su ayuda, pero...- Crow se desconcertó aún más.

-¿qué ocurre? Estás bien?- Ryou agachó la mirada y se sentó pesadamente en la sala.- Sí, estoy bien, pero me deprimió que me dijera que no le agrado absolutamente, ya no quiso ser mi asesor a fin de cuentas.

-Vaya que es rudo, lo bueno es que sí te enseño muy bien, y eso es lo que debes agradecer Ryou, pero, no eres monedita de oro..-Explicó el peli anaranjado.

La magia del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora