La magia del amor

El festival de las ánimas parte 4: 31 de octubre, día de las santas ánimas

Después de los eventos inesperados de la noche anterior. La intriga entre Malik y Yugi sobre Ryou se hizo incertidumbre. Ryou prometió escribirles a ambos para que no se preocuparan pero el mensaje del albino menor jamás llegó.

Cuando Ryou despertó, sobresaltó sobre la cama de Bakura, sin embargo, él no se ubicaba, se había asustado un poco. Miró inseguro hacia su alrededor y llevándose una sorpresa, el la mesita de noche de su derecha al mirar de reojo, vio una fotografía de una hermosa mujer posando para la misma fotografía con un niño pequeño idéntico a Ryou cuando era niño. quitó las cobijas de encima y acomodó la cama. Lentamente con vergüenza, salió de la habitación a hurtadillas. Caminó por el pasillo, palpando la pared que lo llevaba a la sala de estar; ahí encontró a Bakura en el sofá mal acomodado y con un leve ronquido precipitó a Ryou una vez más.

Ryou se asomó a la mesa de la cocina para ver si Bakura había comido algo pero su canasta estaba casi intacta a excepción de la botella de sidra de manzana sabor Durazno y la caja de dulces. Ryou se acercó a Bakura y notó que estaba en un sueño bastante profundo y esperaba no despertarlo. Lamentablemente Ryou tenía que irse, ya que su plan no era lo con Bakura en su casa y ahora los planes mañaneros se estropearían. Así que regresó a la habitación de Bakura donde estaba su escritorio y robó una hojita de postit y tomó la primera pluma que vio para escribir.

"No sé qué pasó a noche, pero esperaba que pudiéramos arreglar algo"

Regresó a la sala y junto a la mesita frente al sofá de Bakura y la tv dejó el postit. Al volver para salir de la casa, golpeó con su pie la pata del sofá. Casi pegó el grito de su vida, sin embargo antes de hacerlo, se tapó la boca para no despertar a Bakura aunque lo inevitable, pasó.

Bakura abrió los ojos y regresó la mirada. Ryou apretó los ojos mientras se retorció un poco.

-¿qué estás haciendo?- Bakura se levantó de sofá lentamente ya que se sentía un poco mareado y replicó.

-Etto...- Ryou se puso derecho y regresó la mirada al mayor. Estaba pálido y sudaba frío.- Na.. nada, Gomen! Me tengo que ir ahora...

-¿Así nada más te irás?- Bakura se sentó de una forma bastante seductora y varonil que hizo que Ryou se congelara un momento.

-¿Eh?- Ryou abrió los ojos como plato.

-O sea, te encuentro a fuera de mi casa tendido en el suelo desde no sé qué horas... con cosas para mi y ahora te vas así sin decir..- Bakura pone su vista hacia delante y vio el postit pegado en la mesita.- ¿Nada mas esto?- Quitó el postit y se lo mostró con ironía.

-Pues yo... Había decidido buscarte y dejar de comportarme como un idiota, me venía a disculpar por lo de antes y que soy demasiado celoso... y ammm.

-Eres increíble- usó un tono burlón, de repente sintió un verdadero hormigueo en la entrepierna y su buen compañero de vida y de acción se había despertado. Casi se imaginó que su miembro tenía carita y hablaba y le decía "Buen día amigo, ¿qué es lo que ven mis ojitos? ¿Un delicioso cu#&$o par sabrosear?" . Su rostro cambió gradualmente y trató de disimular.

-Ah Vamos, sólo quiero esta contigo Bakura... No me hagas esto por favor.- Bakura tenía una gotita en la sien y ahora él sudaba frío, Ryou se acercó y a la par, el miembro se endureció más. Bakura se cubrió con un cojín antes de que Ryou se diera cuenta de su problema.

-NO! Aléjate...-Bakura replicó más nervioso y sonrojado.

-Pero Yo...- Ryou se angustió por la reacción de Bakura.

-Esto es complicado- suspiró serio y con un aire bastante engreído o eso notó el menor.- Me siento incómodo y...

-Ahh entiendo, perdóname por molestarte, no volverá a pasar..- Interrumpiendo, Ryou se alejó y la cara de Bakura ahora era de susto.- Me voy a casa...- su brillo se desvanecía.