El sofá - Un fanfic de Cristian y Edgar

El primer "Si quiero"

- Cris ya me voy - Ron parecía preocupado por algo mientras caminaba hacia todos lados cargando de todo en una bolsa, se había detenido de golpe justo frente a la puerta al tiempo que se despedía - ya sabes dónde está la comida y otra vez te vas a quedar solo pues tenemos la convivencia y...

- ¿Esa donde no me invitaste culero? - remarcó con malicia - ni como invitado sorpresa, vales verga pinche Ron.

- Wey ya te pedí disculpas contando que ya tenías mucho sin venir y que por eso no te dije, además no me dieron más pases, ni Edgar pudo ir.

- ¿Ah no? y ¿dónde está?

- Ha estado actuando raro desde la última vez que viniste, dijo algo de la escuela y quizá llega tar...

La puerta del depa chirrió como de costumbre, ambos vieron al barbón de lentes entrar cansado, ni siquiera notó a Ron a medio pasillo o a Cristian recostado cómodamente en el sillón rojo desgastado y solo entró arrastrando los pies.

- Wey no te vas a morir pronto.

Cris se calló cualquier comentario pues desde el cumple de Toño no volvieron a tocar ningún tema, solo su saludo con la mano y fue correspondido con una amplia sonrisa del pelinegro.

- Pensé que estarías en la convención wey y tú...

- ¿Qué onda vato?

- Ya ves que Cristian nunca avisa, llegó aquí en la mañana y ya no pude colarlo a la convivencia.

- Ah no pos ni pedo Cris - algo en la mirada de Edgar era desconcertante - bueno sirve que me ayudas.

- ¿En qué?

- Ya weyes me tengo que ir por qué voy tarde - Ron solo chocó las manos con sus amigos antes de volver a cargar la pesada bolsa negra - luego se conectan para que vean las fotos.

- Si wey ya cáele.

La puerta cerrándose fue lo último que sonó en los siguientes minutos, ahí estaban otra vez solos, bueno y el sillón rojo como siempre, no sabían ni que decirse o hacer por culpa de un beso, algo tan simple como eso.

- ¿Cómo has estado? ¿Pesado el viaje?

- Bien gracias y... algo si, tú... ¿todo bien?

- Más o menos.

- Mira que raro - moría por preguntar el por qué de su duda - y... ¿en qué quieres que te ayude?

- Ah si... este... - dejó caer su mochila al suelo para buscar su lap - he estado escribiendo y la neta ya me atoré en una parte, no había querido decirle a nadie porque quería tu opinión primero.

- ¿La mía?

- Siento que va más contigo lo que estoy haciendo.

- Ok pues ya - hizo un espacio en el sofá esperando que se sentara a su lado - que me estoy aburriendo.

Sin dudar Edgar aprovechó para quedar pegado a Cris, ambos casi habían olvidado el aroma del otro y no era que precisamente olieran a loción o mugre sino esa sensación que queda en la nariz cuando sabes que es alguien en específico, su esencia. Hacía mucho que no tenían ese contacto de amigos entre ellos, sentarse juntos, ver videos, reír de pendejadas, todo se había tensado por la confesión de Cristian a un punto donde creyeron no habría marcha atrás, pero ahora todo estaba como antes y eso se agradecía.