Capitulo 10

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    No, claro que las cosas no estaban bien, de hecho, cada vez iban a peor y Jensen no podía fingir por más tiempo que todo seguía como siempre.
No podía por el simple hecho de que cada vez que tenía a Danneel cerca, cada vez que la rozaba su tacto quemaba, escocía dentro de su ser, en sus entrañas, haciéndole presión en la garganta por explotar, contarle todo y que fuera lo que Dios quisiera.

Sin embargo siempre tragaba saliva y agachaba la cabeza. No tenía valor para hacerlo.


- Sigo pensando que lo mejor es que cada uno empiece una vida por su lado y está claro que Jared te acogería con los brazos abiertos.
- ¡Mark! ¿Cómo puedes ser tan...retorcido?- Lo miró sorprendido, Misha.- Llevan tres años casados, no puede mandarlo todo a la mierda por...Un sentimiento.
- No eres el más indicado para hablar, Misha.- Sonrió el rubio.- Te recuerdo que tú estabas a punto de casarte y al final decidiste salir del armario.
- Pero... Eso es diferente yo no...- Mark lo miró con una sonrisa mientras alzaba la ceja, sugerente.- Está bien, Jensen, haz lo que creas conveniente...

Tampoco es que le hubieran solucionado el problema, pero le iba bien hablar con ellos, verles juntos, tan complementados, hacían buena pareja y se notaba que sus sentimientos eran fuertes, tenían discusiones tontas, típicas de una pareja reciente, que se arreglaba con una mirada cómplice y un beso suave, pero largo que a veces conseguía incomodarlo un poco.

- Creo que Danneel sospecha que tengo una aventura o algo de eso... Últimamente está muy seca conmigo y ya no me busca como hacía antes... Nos peleamos más a menudo, es raro porque nunca lo habíamos hecho...
- No va muy desencaminada, quizás le haga menos gracia saber que es con un hombre.
- No tiene por qué saberlo...
- Oh, una verdad contada a medias... Bueno, así no sale herido Jared...

No estaba muy seguro de si era aquello lo que quería hacer, si era lo mejor o no, pero se fue de casa de la pareja un poco más tranquilo.
Al llegar a la suya, Danneel le esperaba y no parecía tener buena cara. Empezó, como días atrás, a hacerle preguntas sin dejarle contestar, abordándole una y otra vez y él no era capaz de girarse y contestar de forma escueta, aunque fuera verdad.
Los gritos pronto empezaron a elevarse más de lo normal y Jensen aguantaba el chaparrón como buenamente podía. Sin embargo estalló.

- ¡¡Cállate!!- Le gritó de forma brusca dejando a la mujer congelada en su sitio.- Cállate...
- Lárgate, Jensen... ¡Vete de mi casa! ¡Vete con esa perra y no vuelvas a aparecer por aquí, hijo de puta!

No replicó ¿Para qué? Cogió su chaqueta y dio media vuelta dando un fuerte portazo que retumbó la casa. Sin siquiera saber a dónde dirigirse se encerró en su Impala y golpeó el volante con rabia hasta hacerse daño en las manos, dejando caer la cabeza laxa sobre el mismo, cansado, derrotado. Arrancó el motor y salió del aparcamiento alejándose de la casa.




El timbre sonó de manera incansable, seguido de varios golpes a la madera de la puerta. Resoplando, harto del escándalo se levantó de la cama bajando a abrir quien era, y depende de la sorpresa, le metería un tiro entre ceja y ceja.
Sin embargo el instinto asesino se le vio reducido a cero cuando al abrir la puerta de forma brusca se encontró al otro lado a Jensen, empapado por la tormenta que estaba cayendo. Dejando el arma a un lado le hizo pasar sin preguntarle nada, llevándole hasta el cuarto de baño.

- Espérame un segundo, iré a por ropa seca.- Le ofreció mientras le daba unas toallas para que se secara y volvió a su habitación.

Al regresar, Jensen se había quitado la camisa y se secaba el agua del pelo y el torso, tenía la mirada perdida y el ceño ligeramente fruncido, con los labios apretados, en una mueca perdida, pero pensativa. Suspiró y se acercó a él, sentándose en un taburete que tenía, dándole la ropa seca.

- Gracias...- Susurró mirándole de reojo.
- ¿Qué ha pasado, Jensen?
- ...Danneel... Me ha echado de casa.- Suspiró sentándose en el váter.
- ¿Qué? Joder, yo... Lo siento.- Lo miró realmente apenado.
- No importa... Sólo...- Tragó saliva acariciándose los labios con la punta de la lengua.- No sabía dónde ir... Hace un temporal horrible y Misha estaría con Mark y...
- Está bien, puedes quedarte aquí el tiempo que necesites, no te preocupes por eso.- Le aseguró levantándose.- Te dejo por si quieres darte una ducha, debes estar helado, puedo dejarte mi habitación para que duermas allí.
- ¡No!- Lo miró levantándose.- No, dormiré en el sofá, no voy a echarte de tu propia habitación, no, Jared...
- Cómo quieras, no insisto, dúchate, te hará bien.

Jared lo dejó solo en el cuarto de baño para que pudiera ducharse y cambiarse de ropa tranquilo. Bajó al salón con una manta gruesa y una almohada al hombro, acomodó el sofá lo mejor que pudo para su compañero y se movió nervioso por la sala. No sabía que pensar con lo ocurrido entre la pareja. No quería sentirse culpable, pero... Por alguna razón estaba seguro de que todo se debía a él. Que todo estaba saliendo mal por su culpa.

Su compañero bajó un rato después, con una camisa suya de cuadros que visiblemente le iba enorme, se había subido las mangas todo lo posible, hasta el codo y los calzoncillos no se le veían ya que la camiseta prácticamente le valía como un vestido.
Se mordió una sonrisa, estaba adorable con el pelo cayéndole hacia abajo, acariciándole la frente debido a la falta de gomina, sin embargo sus ojos estaban apagados, oscuros, habían perdido ese brillo especial que siempre los caracterizaba.

Acercándose despacio le acarició la mejilla consiguiendo que él clavase la mirada en la suya. Estuvieron así unos segundos, más quizás de los que Jared se atrevió a contar. Tragó saliva y se inclinó hacia el rubio con la boca entre abierta poniéndola sobra la de él, esperando algún tipo de reacción. Más un golpe que una respuesta positiva. Sin embargo, Jensen soltó aire con fuerza contra su rostro por la nariz y movió sus labios bajo los de Jared abriendo también un poco la boca, rozando con la punta de la lengua los labios ajenos consiguiendo que Jared pusiera los ojos en blanco ante la sensación.

Sin embargo fue apenas unos segundos, Jensen se separó de él tan rápido como se había unido y se alejó sentándose en el sofá dispuesto a dormir. Jared lo contempló aguantándose las ganas de arrojarse sobre él y hacerle suyo sobre el cómodo sofá. Suspiró intentado quitarse aquellos pensamientos de la mente.

- Que descanses, Jen...
- Igual, Jay...- Sonrió un poco tapándose con la manta que le había dejado, abrazándose a la almohada.- Gracias.

Jared contestó con una muda sonrisa, se acercó acariciándole el pelo y después volvió a subir a su habitación, acurrucándose entre las sábanas intentó dormir.
Jensen no paraba de dar vueltas en el sofá, no porque fuera incómodo o que la manta no fuera suficiente para aplacar el frío de la tormenta. Todo lo contrario, tenía demasiado calor y los gritos de Danneel aún retumbaban en su cerebro como bombas.
Se incorporó en el sofá tocándose la cabeza, algo mareado de nuevo. Se levantó con cuidado y subió al segundo piso. Sabía que Jared aún no había arreglado el cuarto de baño de la primera planta, así que fue directamente arriba. Estaba a punto de entrar cuando escuchó un suave ronquido provenir de la habitación de su compañero.

Quieto, con la mano en el pomo, arañándolo, giró el rostro hacia la puerta en cuestión, entre abierta dejando salir los ruiditos que su ocupante reproducía víctima de un profundo sueño reparador. Sacudió la cabeza haciéndose daño en el cuello por la violencia del gesto y entró en el cuarto de baño mojándose el rostro un par de veces, pasándose la mano por la nuca. Se miró al espejo descubriéndose con la ridícula camisa a cuadros de leñador que tanto le gustaban al castaño. Sonrió de medio lado acariciando la tela áspera y la llevó a su nariz impregnándose con el aroma de Jared.

Tragó saliva y salió del baño dirigiéndose despacio hasta el cuarto de su anfitrión. Abrió con sumo cuidado la puerta entrando dentro, observándole dormir con la poca luz que entraba por las rendijas de la persiana. Llevaba las sábanas por debajo de la cintura, con el pecho descubierto y boca arriba. Le resultó extraño ya que cuando habían estado en el hotel, Jared era bastante reservado, pocas veces lo veía parcialmente desnudo. Una idea loca cruzó su mente a la vez que se acercaba a la cama, apoyando las manos en los pies de la misma.

- ¿Acaso me estabas esperando...?- Susurró tan bajito que ni él mismo se escuchó.

Evidentemente no obtuvo respuesta por parte del que descansaba, así que se subió sobre la cama gateando con cuidado por la superficie hasta llegar al rostro del otro. Le dieron ganas de encender la lamparita de la mesa para poder ver mejor sus facciones al dormir, pero sabía que si lo hacía podría despertarle y quizás aún no estaba preparado del todo para lo que tenía pensado hacer. Cerró los ojos un segundo, lamiéndose los labios y se inclinó sobre el cuerpo del menor besando su boca.
Su intención era esa, darle un pequeño beso, sin ningún tipo de maldad, sentirse más tranquilo y largarse, pero no fue tan fácil. Se quedó tieso en su posición cuando la boca de Jared se abrió sacando la lengua y lamiendo los labios del rubio haciendo que un escalofrío recorriera todo su cuerpo y tuviera que aferrarse a las sábanas para no desplomarse sobre él.

Jared sujetó su cabeza entre sus manos y con un ágil movimiento se puso encima de él encendiendo la lamparita. La luz tenue de color anaranjado los cejó durante unos segundos, después Jay miraba a Jensen con una sonrisa pícara sellada en sus labios a la vez que él intentaba mirar a otro lado, claramente nervioso y tragando saliva con dificultad.

- Creí que no vendrías...
- Me estabas esperando...- Afirmó ahora tragando saliva de nuevo.
- Realmente no creí que subirías, pero me alegro de que estés aquí...
- Yo... No sé... Nunca he...- Empezó a tartamudear, sintiéndose inseguro bajo el cuerpo del más alto.
- Tranquilízate, Jen, te prometo que sólo vas a disfrutar.- Le aseguró besándole de nuevo, con la boca abierta exigiéndole que hiciera lo mismo, arrancándole un gemido.

A pesar de las palabras tranquilizadoras, Jensen no pudo evitar temblar y mirar hacia otro lado cuando Jared dejó de violar su boca para bajar por su cuello, dejando un fino rastro de saliva desde sus labios hasta su barbilla, la cual mordió y siguió bajando, lamiendo y mordiendo cada trozo de su cuello, arañó con los dientes la piel de su nuez y tembló de nuevo soltando un jadeo. Estiró la cabeza hacia atrás para que tuviera mayor y mejor acceso a la zona, sin embargo Jared se incorporó sobre su vientre, quedando sentado sobre el mismo y subió su camisa hasta sacársela por la cabeza, sin necesidad de quitarle los botones. Apoyó las manos sobre su pecho y lo acarició con cariño, subiendo hasta su cuello, bajando justo al ombligo para volverlas a deslizar hacia el pecho acariciando sugerente sus pezones consiguiendo que el rubio se arqueara sutilmente y arañara las sábanas.

- Me siento como una mujer...- Seguramente era una protesta, pero su voz sonó más ronca y excitada de lo que pretendía. Jared simplemente rió bajito agachándose de nuevo besando la piel de su pezón recorriéndolo con la lengua.- Ja...y...- Jadeó mordiéndose el labio.

La mirada el de ojos avellana se había oscurecido de tal manera que parecían resplandecer con un toque plata que le dejó sin respiración por unos segundos, los cuales sólo sintió la boca de Jared deslizarse hasta su ombligo, mordiendo la piel justo debajo del mismo metiendo sus grandes manos dentro del calzoncillo deslizándolo hacia abajo. Para su propia sorpresa levantó las piernas para dejarse terminar de desnudar. Quedando totalmente expuesto a esos ojos cambiantes.
Apretó los dientes y estiró el cuello hacia atrás cuando la mano del castaño rodeó su miembro acariciándolo despacio de arriba abajo, rozando con el pulgar la punta de su glande presionando suave en la hendidura obligándole a soltar un gemido sordo.
Sonrió lamiendo la erección desde la base hasta la punta, sin dejar de mirar al rubio que cerró los ojos alzando un poco las caderas, totalmente a su merced. Sin quitar la sonrisa se llevó a la boca la punta de su erección chupándola y haciendo un poco de succión, como si se tratase de un caramelo. Jensen gimió alzando las piernas de forma instintiva apoyando un pie sobre el hombro de Jared cerrando los dedos del mismo.

Lo introdujo por completo en su boca, todo lo que pudo abarcar de un golpe sintiendo sobre su lengua como las venas que lo recorrían se hinchaban y se endurecía más consiguiendo que Jensen gimiera desesperado y agarrara su pelo sin importarle cuánto daño podría estarle haciendo.
Sin molestarse sujetó las piernas del rubio poniéndolo sobre él, dando la vuelta en la cama, echó un poco hacia atrás la cabeza aún sintiendo su erección dentro de la boca y como Jensen entendió lo que quería y bajó un poco más las caderas introduciéndosela por completo, rozando el principio de su garganta con la punta, haciéndole cosquillas con el vello en la nariz. El de ojos verdes se sujetó al cabecero de la cama y con cuidado empezó a moverse dentro de la boca del castaño, prácticamente follándosela, sintiendo como este succionaba contrayendo las mejillas, lamiendo su erección de arriba abajo. Jensen gemía y se movía más rápido, pero teniendo siempre presente la situación en la que se encontraba, para no ahogar al otro.

Quedó tieso unos segundos cuando las manos de Jared subieron por sus muslos hasta su trasero, jadeó cerrando los ojos al sentir uno de los largos dedos de él acariciar su entrada cerrándose contra el mismo contacto, pudo notar en su carne como los labios de Jared se curvaban en una sonrisa y embistió contra su boca de manera brusca llevándose una palmada en el culo que le hizo gruñir como un animal en celo. Abrió los ojos de golpe al sentir el mismo dedo de antes introducirse despacio mientras su otra mano apretaba sus testículos instándole a que se corriera. Se mordió el labio notando como aquel dedo iba dilatándole despacio, moviéndose dentro de él descargando rampas de placer y molestia. El segundo fue demasiado para él, entre su boca torturándole de esa manera y el apretón en sus testículos le hizo correrse de manera violenta dentro de la boca de Jared, quien echó de nuevo un poco la cabeza hacia detrás para poderse tragar todo aquello, sin embargo algo se escurrió fuera de su boca rodándole por la barbilla y cuello.

Soltando pequeños jadeos entrecortados Jensen cayó a un lado, boca arriba sobre la cama, con los ojos cerrados y la boca abierta intentando captar el mayor aire posible. Jared se incorporó un poco sobre su codo, mirándole. El rubio abrió los ojos para mirarle, queriéndole pedir disculpas por haberse corrido en su boca, sin embargo se quedó helado cuando le vio abrirla y el líquido se vertió sobre su mano, empapándola por completo. Sus mejillas enrojecieron de forma luminiscente cuando la mano limpia de Jared sujetó sus piernas y las separó colocándose en medio, sus dedos impregnados de semen acariciaron de nuevo su esfínter y despacio empezó a introducir dos de ellos.

El de ojos verdes se revolvió bajo su cuerpo como una anguila, se mordió el labio, las lágrimas mojaron sus pestañas, pero no estaba seguro si eran de dolor o de la propia desesperación porque Jared hiciera por fin algo YA. Estaba incluso a golpearle con los pies si no se daba cuenta de una vez de lo que realmente quería. Por otro lado, su cabeza aún cuerda, agradecía esa preparación ya que, siendo totalmente virgen en esa zona podría ser bastante doloroso que entrara en él de golpe.
Le giró bruscamente hacia la cama y alzó las caderas para que apoyara las rodillas sobre el colchón. Jensen se acomodó un poco en la postura ignorando lo cuan humillante podía ser la situación en la que estaba, observó los movimientos de su compañero que se acariciaba su erección, palpitante dejada de todo tipo de atención, dolorida, posiblemente, y se puso detrás de él, rozando la punta húmeda contra su entrada preparada. Aferró la almohada entre sus dedos y contuvo un gemido cuando sintió que le invadía, poco a poco ensanchándole por dentro obligando a su cuerpo que se contrajera y le cerrara el paso escuchando como Jared mascullaba un insulto de forma lasciva y envuelta en un profundo placer.

Lo sintió totalmente dentro, quieto, dejando que se acostumbrara a él, la punta de su polla había rozado su próstata en el proceso y un escalofrío había recorrido todo su cuerpo deseando más de aquella sensación. Él mismo había rozado su propia erección contra las sábanas, sintiéndola dura de nuevo a pesar de no haberse corrido ni apenas diez minutos. Se pasó la lengua por los labios y estiró el brazo, acariciando el muslo de Jared, girando la cabeza para intentar verle por encima de su hombro. Se sorprendió al descubrir que el castaño estaba totalmente tumbado sobre su cuerpo, pecho contra espalda, rodeándole la cintura con un brazo y la otra mano se había cerrado sobre su polla que la acariciaba despacio haciéndola gotear, como si llorara pidiendo algo más que el suave toque que le proporcionaba.
Apretó los labios un segundo antes de abrir la boca y sacar la lengua, gimiendo como un cachorro, Jared lo miró, sujetó su nuca y lo besó intenso, sucio, enredando sus lenguas, jadeando a cada mordisco en los labios, sintiendo los hilos de saliva rodar por las comisuras de sus bocas.

Gimió alto cuando una violenta embestida golpeó su interior y el vaivén empezó a coger ritmo por parte de ambos. Jared seguía besándole, él alzaba más las caderas para tener un ángulo mejor que golpeara su próstata sin descanso, haciéndole gemir y exigir más. La mano que sujetaba el muslo de Jared se cerró sobre la carne arañándola a la vez que se corría manchando las sábanas. El castaño dio un par de golpes más dentro de él y se vacío en su interior cayendo sobre su cuerpo, aplastándole, pero en ese momento no les importó a ninguno.

- Dean...- Susurró el castaño antes de quedar dormido. 

Open your eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora