00:01, no estaba seguro de lo que me podría encontrar en esa fecha, aunque, debo confesar, sentía gran curiosidad y emoción por leer su contenido. Con dudas, un poco de miedo y la adrenalina corriendo por mis venas me aventure a descubrir lo que me deparaba el escrito.
25 de enero, 1815.
Hoy todo acabó... Se fue... Finalmente la maté, a pesar de que fue más complicado de lo que pensé, logré mi objetivo, ahora todos me conocerán como un liberador o un héroe y aceptaré dichos títulos, aunque en realidad en mi interior no me interesen; simplemente lo hice para terminar con mi pesadilla y la amenaza inminente para el alma de los hombres de este lugar.
¿Cómo lo hice? Me decidí por la manera "antigua". Entré a su casa a las 3:00 am, no había nadie cerca, así que penetrar en su guarida no fue un problema. La contemple mientras dormía, recordando el tiempo en el que la creía un ángel y viendo de nuevo la magnífica belleza de la que mi corazón era preso; me tomé mi tiempo. En punto de las 4:00 am tomé el trapo con el que posteriormente la amordacé y, a pesar de sus gritos que asimilaban a maldiciones diabólicas o rezos divinos, contuve mis ganas de besarla con toda la pasión con que la había amado al principio, recordé mi objetivo y el odio volvió a atacar mi alma. La metí en un saco grande que robé ayer a un vendedor de papas, baje a rastras la escalera con ese saco de pecados detrás de mí y podía sentir como se retorcía de dolor por el contacto de su delicada y blanca piel con cada escalón. Llegamos a mi casa a las 4:30 am y la baje al sótano, donde nos esperaban algunos suplicios que usaría para divertirme un rato. Comencé con algo básico, extraerle las piezas dentales; ella gritaba de una manera tan reconfortante cada que las frías pinzas sacaban un diente... guardé todos los dientes en un frasco, tal vez algún día me haga un lindo adorno con sus perfectos colmillos o con sus encantadores molares. Después pasamos a un juego un poco sobrevalorado por los principiantes, pero, bastante necesario: mientras ella se ahogaba con su sangre, la introduje en una jaula justa para su tamaño, se tranquilizó un poco al no verme tomando acción inmediatamente
-¿Quién eres? ¿Qué quieres de mí?
Preguntaba desesperadamente entre toses con esa hermosa voz que poseía; yo no respondía, necesitaba concentración para sacar de una pequeña cajita unos juguetitos que había encontrado en las calles. Nunca olvidaré su cara al ver lo que ocultaba. Así pues, deje caer de la caja a 5 pequeñas ratas dentro de la jaula. ¡Era tan magnífica la manera en la que se movía y trataba de escapar! Gritó y gritó hasta que se quedó sin voz. Ya casi no se movía.
A pesar de que había un sinfín de juegos que podíamos jugar, se hacía de día y en el fondo sabía que esto debía terminar rápido. Saqué con agilidad a las ratas de la jaula y las guardé donde estaban al principio; las pobres estaban llenas de sangre tanto por la extracción dental que había tenido lugar minutos antes y por las mordidas que las pequeñas causaron a mi víctima.
El final había llegado, la hora en que esta terrible bruja mala dejaría el mundo mortal para regresar a las filas del infierno... La retiré cuidadosamente de la jaula y la amarré a una silla, tomé cuidadosamente mi cuchillo y lo pasé alrededor del área marcada por su cabello, quitándoselo junto con su piel. Volvió a gritar mientras la sangre se derramaba por su cara, después tomé una cuchara, abrí con fuerza sus parpados y le extraje los ojos; esos ojos hermosos que tenían miedo al ser arrebatados de su dueña, esos ojos negros que me verían como un salvador por evitar que acabaran como ella. Sin perder un solo segundo tomé unas ramas secas y las coloqué a su alrededor, después tomé un cerillo
-Adiós mi amor, húndete en el infierno- fue lo último que le dije.
Las llamas se adueñaron de su cuerpo y con un último grito su existencia se esfumó... No me arrepiento, jamás lo haré. Sí, la amaba a pesar de ser un demonio, pero, era necesario acabar con ella. Y ahora se ha ido... mi sufrimiento ha acabado y la humanidad se ha salvado. Cuando el fuego se apagó, solo se podía ver su carne calcinada y, a pesar de que sus facciones ya se habían perdido, todavía pude reconocer una mirada de amor que se mezclaba con el miedo y la negación a morir. Y ahora que ella se fue y la seguridad regresa a la tierra... ya puedo morir en paz.
00:06, mi piel se volvió pálida y mis ojos se abrieron como platos. No sabía cómo expresar lo que me hizo sentir esa lectura. ¿Cuál podría ser la palabra correcta? ¿Miedo? ¿Dolor? ¿Asco? No, era todo lo contrario. Fascinación, interés, incluso vida... ¿Acaso no es eso irónico? ¿Sentirme vivo por el sufrimiento de alguien? ¿No debería sentirme culpable por lo que leí? Una sonrisa invadió mi rostro mientras me di cuenta de algo: somos seres humanos, somos solo un pedazo insignificante de carne que deambula por las calles todos los días, para darle sentido a nuestras vidas debemos buscar el sobrevalorado amor, pero, la realidad es que, no hay un acto de amor más puro y consagrado que la muerte misma. Mi corazón se acelera, el sudor baja a cantaros por mi cara. Debería ir a dormir, en 6 horas amanecerá y deberé estar listo para otro día en mi existencia que hasta ahora había parecido vacía... pero ahora, ya no veo las cosas como antes. ¡Oh! Señorita Rose Mary Mactuiry, juro desde hoy y para siempre soñar con usted, juro que aunque ya no esté en este mundo la amaré y agradecerle al Creador por ponerla en el camino del loco y que no les permitiera compartir su amor. Gracias por no hacerle caso, gracias por tener a otro hombre en su vida, gracias por los gritos y las lágrimas, gracias por la sangre perdida, gracias por la perfección que inspiró a este asesinato perfecto y gracias por darle un camino nuevo a mi perdida existencia. Gracias por morir.
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Nota de la autora: Hola de nuevo queridos lectores. ¿Qué les pareció el capítulo dos? Ojala lo hayan disfrutado mucho. No olviden votar y dejar su comentario. Les escribo el siguiente viernes. Buenas noches y felices pesadillas.
-TheAgentOfMistey
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Historias del último suspiro: Una serie de relatos de asesinos y sus fechorías
Misterio / Suspenso"De donde yo vengo, creemos en muchas cosas que no son verdad; les llamamos HISTORIAS" -El Mago, Wicked. Así es; creemos que lo que nos dice la gente es verdad, nos dejamos llevar por los chismes y argumentos de la mayoría, sin embargo, ¿alguna ve...