XX. Bicho del amor

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Alexis;

En el camino de vuelta a casa, Harry se detuvo en la estación de gas mientras fui comprar un par de aperitivos para el camino. La mayor parte del tiempo en el auto hubo silencio ya que los dos estamos cansados, y sin duda estaba sintiendo el dolor muscular debido al evento de la noche anterior.

Ocasionalmente me muevo en el asiento, haciendo muecas ante la incomodidad, aunque no digo nada para no hacerlo obvio. Por otra parte, sería embarazoso si él lo supiera.

Cuando llegamos a la casa de Nonna, vuelvo a sentir la misma alegría del primer día que llegué acá. Mi sonrisa es instantánea, aunque apenas visible. No tardamos mucho tiempo en llevar mis maletas hasta mi habitación.

"¿Nonna?" la llamo, con el ceño fruncido ante la extraña ausencia de ruido. "¿Nonna?" intento de nuevo, ya que no obtengo respuesta. Miro en su habitación, el baño, y casi en cada habitación de aquí, pero no encuentro señal de ella. Encogiéndome de hombros, supongo que fui a la ciudad.

Harry está sentado en mi cama cuando regreso a mi habitación. Está apoyado en su espalda, mirando al techo. Empiezo a hurgar en mi maleta para organizar mis cosas. Mientras hago esto, Harry suspira y se levanta con un pesado quejido.

"Supongo que será mejor que me vaya. Mi padre probablemente quiere que regrese ya." esta pasando una mano por su desaliñado cabello.

Dejo de hurgar sólo para recibir los besos que se inclina para darme. A sólo a unas pulgadas de mi rostro, murmura "Yo uh..." hace una pausa y traga. "Te veo luego, cariño."

Asiento, y tarareo de vuelta, "Bien."

Se va pronto, dejándome sola y atontada mientras coloco las cosas en su lugar. Más tarde cambio de enfoque y bajo las escaleras para ver un poco de televisión. Eso es antes de que la puerta principal se abra para revelar a mi nueva compañía.

Myra cruza la puerta con bolsas de comestibles en su mano, sus ojos están abiertos con emoción cuando las deja en el mostrador de la cocina. Luego, procede a correr y darme un abrazo.

"Oh mi Dios, ¡finalmente regresaste! ¿Cómo te fue?" pregunta cuando nos alejamos, tomando mis manos y sacudiéndolas con emoción.

Sonrío y digo con entusiasmo, "Fue perfecto. Todo fue tan lindo con él y hubo diversión. Yo--"

"Bueno, hola, Alexis. Tienes un pequeño brillo en el rostro. Parece que tuviste diversión mientras el resto de nosotros vivíamos nuestras neutras y aburridas vidas." es el tono de broma de mi querida Nonna.

Camina hacia nosotras con una bolsa que coloca junto a las otras. No dudo en tomarla entre mis brazos y abrazarla.

"Te extrañe," le digo mientras la sacudo ligeramente.

Nonna me aleja, dándome una débil y cansada sonrisa. Ahora que la veo, tiene bolsas bastante profundas debajo de sus apagados ojos; ojos que usualmente son vibrantes y juguetones.

"Te extraño también. Incluso te compré un tarro de cerezas porque me sentí generosa con mi dinero," bromea, y con impaciencia empiezo a buscar entre las bolsas.

Suspiro con felicidad y tomo asiento en la mesa junto a Myra. Ella me da una mirada sugestiva, contoneando sus cejas y riendo cuando frunzo el ceño.

"Aquí esta," Nonna anuncia, dándome un tarro de cristal con cerezas. Extraño estos pequeños dulces.

"Gracias. Eres la mejor," le recuerdo, de lo cual está consciente y me hace saberlo cuando asiente con la cabeza. Myra me da un codazo mientras Nonna se voltea, en señal que suba las escaleras. No se lo que está haciendo, pero la sigo. "Myra y yo estaremos arriba."

1996 [h.s] español TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora