Halloween

1.4K 71 7
                                    

Después de lo que paso ese viernes y aunque me de un poco de vergüenza, he pensado acerca de estar con Sabrina. No voy a negar que sus caricias han hecho estragos en mi y me ha gustado, pero al pensar en lo que sigue después de eso me da miedo. La noche de Halloween la pasaríamos juntas, iríamos a pedir dulces junto con mis hermanos, hacer algunas cosas más con nuestros amigos y después cada una para su casa, bueno eso pensé.

La tarde había llegado y yo ya estaba lista con mi disfrazar de Sailor Moon esperando a que llegara mi novia. Mis hermanos también estaban impacientes por verla, más por salir a pedir dulces que por verla.

Cuando llegó, me regalo un abrazo y un beso en la mejilla, al igual que a mis hermanos y luego nos fuimos a realizar nuestra agenda, pedir dulces, volver a casa, salir a la casa del horror, molestar en los juegos de maquinas tragadores de monedas, comer y regresar a su hotel. Si durante el recorrido pidiendo dulces ella me tomó de la mano y me jalo hacia atrás para quedar alejadas y que mis hermanos no pudieran escuchar.

- Pasa la noche conmigo -

- Eso haré -

- Me refiero a que te vayas conmigo al hotel -

- Sabs -

- Row - Me dijo en forma de puchero y yo no me pude negar.

- Que le digo a mamá, no puede saber que compartiré cuarto contigo -

- Lo sé, tu solo pide el permiso, del resto me encargo yo -

Y entonces así fue, después de terminar de tontear con nuestros amigos, nos dirigimos a su hotel, donde pasaríamos la noche juntas, sin padres, sin estar en sus días o algo que pueda interrumpirnos. Eso me puso muy nerviosa, aunque ella me aseguro que no iba a pasar nada, que solo dormiríamos, yo sabía que si iba a pasar, porque ambas lo deseamos, nuestras bocas no lo dicen, pero nuestros cuerpor si.

Al llegar a su habitación, ella entro al baño para cambiarse y yo aproveche para hacer lo mismo. Cuando salió con su pijama yo la observe un poco, me imagine que vestiría algo más provocativo, en su lugar tenía un pantalón de muñequitos y una camisa blanca desgastada. Yo por mi parte había optado por conjunto de pantalón largo y camisa en tiras.

La rubia se acerco a mi, yo estaba sentada en la cama y la abrace, quedando mi cabeza en su abdomen. Nos quedamos unos minutos así, hasta que decidí levantar su camisa y besarla en esa parte. Pequeños besos con un poco de lengua mientras ella suspiraba muy profundo.

- De.be.ri.as de.te.ner.te - Escuche como me decía con la voz agitada.

- No quiero - Le dije y volví a besar su abdomen mientras que mis manos recorrían su espalda baja.

Duramos algunos minutos más en esa actividad hasta que me fui levantando para quitarle la camisa y en el proceso hice un recorrido de besos hasta llegar a su boca, pasando por su pecho aun cubierto por el sujetador, cuello y mentón.

- Ro.Ro.wan para - Me dijo entre dientes, yo me detuve y la mire fijamente a los ojos, pidiendo permiso para continuar - Quieres hacerlo - Yo asentí, y con esto ella acorto la distancia y llevo sus manos sobre mis hombros y bajo las tiras de mi camisa para luego cortar el beso e irse a uno de mis hombros para besarlo.

- Segura - Me dijo mientras llevaba sus manos al borde de mi camisa y luego la levanto quitandomela y dejándome el torso en ropa interior.

- Nerviosa, asustada, pero segura que quiero hacer el amor contigo - Le dije y empece a besarla, mientras metía mis manos en su pantalón, para que se deslizara y quedara en ropa interior. La chica de ojos azules también hizo lo mismo conmigo y luego me empujo para caer en la cama.

Ella ubico una de sus piernas entre las mías y ambas empezamos a movernos a un compás lento, rosandonos suavemente y a veces intensificando nuestros movimientos. Mis manos la recorrían toda, desde su cuello hasta su trasero donde lo sujetaba para ejercer más presión y sentir más placer en mi centro.

Luego la gire sobre la cama quedando yo sobre la chica, apreciando su cara de deseo y ganas de más, los nervios me atacaron cuando ella desabrocho mi sostén y lo tiro al suelo. Creo que lo noto, porque luego se quito el de ella quedando a la par mía y después me tomó por el cuello y me empezó a besar, disipando cualquier duda.

Esa noche fuimos una, nuestros cuerpos se fundían en uno solo, su calor era una carga de energía para mis terminaciones nerviosas, todo mi cerebro, cuerpo y alma se estaba llenando de Sabrina, cada rose era un choque de emociones que me extasiaba.

- Cómo te sientes - Me pregunto, mientras relajábamos nuestros cuerpos. Yo descansaba a un lado de ella con mi cabeza entre su hombro y cuello y mi mano derecha abrazándola un poco. Nuestras respiraciones eran muy agitadas.

- Bien, muuuuy bien - Le dije levantando mi cabeza, para besarla, ella me limpió el sudor de la cara y luego me sonrió.

- Quieres, Quieres hacerlo otra vez - Me dijo y quito su mirada, un poco avergonzada. Yo la tome de la barbilla haciendo que me mirara.

- Si - Y diciendo esto me acerque para besarla de nuevo e iniciar todo una vez más.

ROWBRINA VILLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora