Cumpleaños #17

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Cumplir 17, cualquier chico estaría feliz de celebrarlos, yo no. Primero, mi vida era un desastre, aunque me veía frente al mundo radiante y con miles de proyectos por realizar, por dentro era todo lo contrario. Segundo, la diferencia de edad con Rowan se volvía a poner mayor, 14, 17 y la relación con ella, todo era tan extraño. Después del mensaje y su respuesta indirecta, no hubo mucho cambio en sus acciones, en las mías, baje la intensidad en buscarla, ya no la iba a acosar, bueno, tal vez un poco, para que sepa lo que siento o que la pienso o que no me he olvidado de ella, en fin. No estaba en mi mejor momento y mi cumpleaños era algo que no quería celebrar.

Era día de preparación de capítulo y transcurrió sin ninguna novedad hasta que hubo descanso y los chicos, junto con el personal de producción aparecieron con una torta, me cantaron y cada uno me dio un abrazo de felicitación, incluso ella, llenándome de un calor que hacía tiempo no recibía.

Disfrute de la sorpresa, me alegro el día y ella, particularmente estaba más al pendiente de mi, cuando nos mirábamos me regalaba una sonrisa cálida, los toques inesperados se dieron, cada vez que tenía la oportunidad me decía "Feliz Cumpleaños", era lindo tener un poco de su atención.

Entre uno de los intermedios, yo estaba en la mesa de la sala de la familia Matthews descansando un poco. Cuando ella llego, se sentó frente a mi y me tomó una foto, luego la subió a la red, con un lindo mensaje para una "amiga", cuando termino de hacer eso me miro con picardía.

- Feliz cumpleaños - Volvió a decirme.

- Gracias -

- ¿Tu pastel estaba rico? Porque yo lo escogí - Ese comentario me hizo reír.

- Lo estaba - ambas nos quedamos mirando mientras nos escudriñabamos, buscando alguna señal, de qué, no sé, pero ella la dio, una sonrisa diferente y con esto salió del cuadro.

Yo la seguí, fue a su camerino y entro en él dejando la puerta abierta. Yo entre y cerré con llave, al girarme ella estaba detrás de mi y me arrinconó contra la puerta poniendo sus manos a cada lado de mi cabeza.

- Esta mal que quiera besarte -

- Esta mal que no lo hagas - Y con esto ella termino con la distancia. Me hacía tanta falta sentirla así, tan cerca, que mis manos se aferraron a su espalda y la atraía más a mi, buscando más su calor. Mis manos recorrían su espalda y a veces la apretaba hundiendo mis dedos en ella. Mí desesperación por más, hizo que una de mis manos entrará por debajo de su camisa. La sensación que recorrió todas las terminaciones nerviosas desde las yemas de mis dedos hasta mi cerebro fue algo que no esperaba, quería más de eso, quería sentir otras partes así de esa manera.

El beso termino y Rowan apoyo su cabeza en mi hombro, nos quedamos así varios minutos, relajando nuestras respiraciones. Mi mano seguía tocando su piel y empece a jugar haciéndole figuras, mi otra mano se unió, y la chica suspiró profundo muy cerca a mi oído. Trague en seco porque un pensamiento cruzo mi mente. Quiero hacer el amor con Rowan.

Me petrifique al darme cuenta de lo que estaba deseando y mis manos salieron del lugar donde estaban. Ambas nos miramos y yo le mostré mis dientes un poco incomoda. Ella se acerco a mi y me dio un pequeño beso en la boca, luego de esto se acerco a su mueble con espejo y sacó del cajón una bolsita. Al abrirla había un pequeño peluche de un gato, Cheshire, de bolsillo para llevarlo a todas partes.

- Feliz cumpleaños -

- Gracias - Me acerque a darle un beso, pequeño, pero lleno de muchas cosas, nos abrazamos y luego salimos para continuar con los ensayos.

El día siguió su curso normal, nuestras miradas se cruzaron varias veces, pero yo no podía sostenérsela, me sentía muy avergonzada por el pensamiento que tenía. Sé que ella no pensó lo mismo, para ella fue un beso más, cargado de miles de sentimientos reprimidos por la separación, para mi fue eso y el deseo de tenerla en la intimidad.

Cuando camine al auto para ir a casa, mientras sacaba las llaves, me encontre con el pequeño gato morado, una gran sonrisa se dibujo en mi rostro, porque ahora tengo algo de ella que llevaré a todas partes.

ROWBRINA VILLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora