1; Prólogo

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Y lo miraba desde ese asiento todos los días. No había pasado mucho desde que comencé a sentir una atracción por aquel chico; todas las mañanas en las que me dirigía a la universidad lo veía en la estación del metro, esperando el tren que lo llevara a donde sea que él fuese.

Era muy aburrido esperar quince minutos en la estación hasta que mi tren llegase, por lo que, hace no más de tres meses, decidí observar de forma más detallada las cosas que hacían las personas que también aguardaban por sus transportes. Recuerdo que vi a una señora con dos niños comprar sus boletos para el tren, una chica con uniforme escuchando música con sus audífonos, un grupo de adolescentes riéndose y bromeando entre ellos en las bancas de espera y muchas otras personas sin importancia. Excepto él. No me había dado cuenta ni sabía el por qué no me fijé antes en ese chico.

Cabellos castaños y ojos verdes era lo que más resaltaba en ese chico; lo veía algo cansado con sus ojeras, por su ropa casual podría decir que es un universitario como yo. Estaba leyendo un libro, no recuerdo el título, pero llamó mi atención. Esa fue la primera de muchas veces que lo vi.

Me di cuenta de que cuando mi tren llegó, él subió al igual que yo. Se sentó seis puestos delante de mí, haciendo que el resto del camino a mi universidad me dedicara a observarlo lo máximo que pude. Él seguía metido en su lectura, juraría que si en ese mismo instante le lanzaba una piedra reaccionaría con retraso, o incluso ni pestañearía.

Mi parada se hizo presente. Me bajé. El bajó. Y yo solo me confundí. Por un segundo pensé que iba a la misma universidad que yo, y lo seguí haciendo, ya que íbamos por las mismas calles aunque con distancia. Y así fue, ambos llegamos al edificio principal para entrar a la central. Solo pude notar que por mi mente se cruzó la frase: ¿Cómo demonios no te vi antes, desconocido?

   ➗

Actualmente lo sigo analizando, pero me siento realmente estúpido porque de tres meses de conocerlo, al menos físicamente a no más de cuatro metros, no me he atrevido a decirle ni una palabra, ¡no soy tímido ni nada de eso! Pero él... parecía como si no quisiese que nadie se le acercara, tal vez era reservado, lo noto por su cara de tengo-pocos-amigos, sin embargo, eso no quita que no he investigado sobre el castaño.

Su nombre es Ritsu Onodera, estudia literatura en el Edificio B, al contrario de mí, que estudio lo mismo pero en el Edificio A, tiene 23, lo que significa que soy mayor por poco más de un año. Puedo parecer un acosador pero no es así, quiero decir,  solo me informo antes de presentarme. Ah sí, mide como 1.70, aunque yo soy más alto.

Por cierto, mi nombre es Masamune Takano, 25 años, me gusta leer cada que puedo, tengo un mejor amigo y no suelo ser sociable, se podría decir que en aspecto físico no estoy tan mal y que soy muy bueno en mis estudios.

Debido a esto muchas chicas se me han declarado sin conocerme, tan solo les agrado por fuera, patético. Por eso estoy como estoy y ahora me he obsesionado con Ritsu.

En este instante, al igual que todo este tiempo, he pensado en qué puedo hacer para que ese castaño me conozca de una forma normal, supongo. No puedo ir y decir: "Oye hace un tiempo te vi en el tren, te he estado siguiendo, me agradas ¿Te gustaría salir conmigo por un café y hablar como si nos conociéramos de toda la vida?". No, así no funciona el mundo.

Terminé por preguntarle a mi mejor amigo, Takafumi Yokozawa, sobre cómo diablos actuar con esta situación, es el único al que le he dicho la tontería en la que estoy metido, no hay de otra.

— Pues, yo no sé, Masamune —dijo.— ¿Por qué no solo vas y le dices que lo viste y le agradaste? Punto.

— Takafumi, por favor. ¿No se supone que vine por ayuda? Vamos, dime algo más, ya sabes, de mi estilo.

— ¿Frío y solitario? Si es así, ¿por qué no intentas llamar su atención? ¿Le gusta leer no?

— Sí, en los descansos de las clases va a la biblioteca... es gracioso porque a veces no alcanza los libros —me reí al decir esto, a lo que Takafumi me contestó.

— Lo tengo— bufó con un bostezo—. En alguna de esas ocasiones en las que no alcance un libro, apareces mágicamente y le pasas el texto que no alcance, te agradecerá, y así te presentarás como su héroe — comentó sarcásticamente en un tono juguetón.— Demasiado cliché para mi gusto. Me debes una.

— Puede servir. Gracias chico oso —dí unas palmadas en su espalda, le sonreí y me alejé pero no sin antes ver cómo se quejaba de forma enojona por cómo lo llamé. En serio, cuando se enfada es igual que un oso.

Volviendo al tema, la idea que Takafumi me dio no era del todo mala, seguro la pondría en práctica esta misma tarde. Estaré rezándole a todos los dioses para que al menos pueda recibir un poco de atención por parte de Ritsu. 

A veces pienso que llegó a gustarme en serio.


HOLAAAA :v

Para comenzar, ya había publicado esta historia, pero con las clases pues se me era difícil actualizar la wea esta, así que la mandé directo al borrador, rayos.

Este es el primer fan fic que escribo, sobre la otp, chama. AGUANTE SEKAIICHI. Ay, quiero mucho a esos pelotu2. 
Espero no haber tenido muchos errores, ahr. Si llegaste hasta aquí gracias por leer, te debo una nucita, me encantaría que esperaras por el siguiente capítulo.

- stxkess

library ; sekaiichi hatsukoi || DESCONTINUADA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora