library ; sekaiichi hatsukoi || DESCONTINUADA ||

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Una semana de nuestra "reunión" y las cosas no van bien con Takafumi... quiero decir, nos estamos distanciando y sin ningún motivo.

Todo comenzó esa mañana, luego de  la noche de la "pijamada de mejores amigos". Nos despertamos en la madrugada porque comenzamos a tener hambre, mucha hambre. También porque el Oso se sentía demasiado mal luego de haber consumido tanto alcohol, a duras penas podía sentarse y no sentir naúseas.

Parecía que no tenía la más mínima idea de lo que sucedía a su alrededor, creo que con suerte recordaba su nombre. Lo ayudé a estabilizarse, por decirlo así, y cuando vi que su estado de consciencia mejoró lo suficiente fuimos a la cocina a ver qué podíamos picar para comer. Marcaron las 4:50 am y ambos nos sentíamos cansados y exhaustos luego de esa larga noche así que, una vez más, nos dirigimos a mi cuarto, nos recostamos en la cama y caímos muertos sobre ella.

Ya siendo de día, cuando abrí los ojos no vi a Yokozawa en la cama y me extrañé un poco al leer un mensaje en mi celular que decía:

"Lo siento, tuve un problema y debí que irme más temprano de lo planeado. Te llamo más tarde, no olvides pedirle tus apuntes a Onodera. Cuídate, idiota."  08:13

Usualmente, cuando hacíamos este tipo de reuniones, él se iba de mi casa en la tarde o incluso de noche. Fue entonces cuando lavándome la cara en el lavabo,  un recuerdo apareció entre mis pensamientos como un fuerte golpe en el cerebro. ¿Entonces... no fue un sueño? ¿En verdad Takafumi me... besó?

Inconscientemente, mientras me miraba al espejo, no pude evitar acercarme a mi reflejo y tapar mi boca con mis dos manos para luego mirar mis labios y quedarme así como por tres siglos. ¿Qué se supone que haga al respecto? Puedo fingir que nada de esto pasó y continuar con mi vida o hablar con Takafumi de esto y preguntarle por qué me besó. Tal vez lo hizo sin razón alguna por estar ebrio o... probablemente hay algo más, lo cual dudo mucho.

Regresé a mi habitación para tratar de descansar un rato más, sin embargo, no pude conseguirlo porque no paraba de pensar en lo que sucedió esa noche. Preferí responderle el mensaje a Yokozawa diciéndole que amanecí bien, lo típico. Por supuesto que también le dije por qué se fue tan temprano del departamento si apenas podía caminar. Presioné el botón de enviar esperando a que respondiese en cuanto antes—tardó seis horas en hacerlo— y me dediqué a cambiarme la ropa.

Me pregunto cómo carajos fui capaz de dormir así... con la ropa manchada y apestando a alcohol. Tomé una buena ducha fría para luego desayunar, tratar de ordenar la casa, estudiar un poco y seguir leyendo el libro que me prestó Ritsu.

Es gracioso, ¿saben? Cada vez que me baño es inevitable no recordar mi pequeña travesura de hace unos días, pero bueno eso es otro tema.

En fin, ese es mi resumen del domingo pasado. Traté de mejorar las cosas con Takafumi ayer, se suponía que iríamos al cine a ver una película que habíamos estado esperando ansioso pero se excusó con que no se sentía bien. Es más, se negó una y otra vez a que lo visitara y me inquieta un poco verlo con esa actitud. 

Me encaminé a la cocina y comencé sacar a la luz mis aceptables dotes culinarios. Puse cada elemento que iba a tener mi desayuno en el mezón e inicié poniendo el cereal que tanto me gusta en un tazón, luego lo cubrí hasta el borde con leche fría y listo. Un desayuno malditamente exquisito.

Mientras comía revisaba mi celular, cosas como noticias o videos graciosos, algo que es raro en mí ya que casi nunca reviso mis redes sociales. La verdad, disfruto mucho comer cosas así, pueden ser sencillas pero me basta.