4;

226 31 12
                                    




Por fin habían terminado mis clases y podía ir a buscar a Ritsu, el único problema era que tendría que esperar un poco.

Salí de mi aula y me dirigí al patio para descansar ahí hasta que él salga. Eran las diez de la noche y comenzaba a tener algo de hambre, así que me acerqué a una máquina expendedora que estaba cerca. Escogí un jugo de naranja y saqué de mi maleta una barra de cereal, realmente me sorprende cuanta comida puede haber en ella.

Busqué una mesa y me senté a mirar a los estudiantes que terminaban sus respectivas clases e iban a sus casas, al mismo tiempo que comía lo que compré. A lo lejos pude ver a Yokozawa avanzando en dirección a la salida, lo que me hizo recordar la conversación que tuvimos en la mañana. Aunque me dijo que estaba bien cancelar la reunión, yo lo notaba algo triste, pero más que eso, desilusionado. Lo conozco bien, es mi mejor amigo y por eso sé cuando me oculta cosas, sin embargo, no creo que sea nada grave, por lo que lo dejaré pasar.

Pasaron como veinte minutos y empecé a impacientarme ya que los últimos trenes comenzaban a salir a esta hora. Me paré de mi asiento para ir al salón de Onodera, y como estaba en el otro lado de la central, decidí correr para llegar más rápido. Ya en la puerta del Edificio B, vi que los universitarios estaban saliendo y mi mirada buscó entre los alumnos al castaño, luego de unos segundos lo vi. Me adentré en el lugar y lo llamé lo suficientemente fuerte como para que las personas voltearan a verme. Enseguida Ritsu se puso nervioso al notar que la gente nos miraba y se acercó a mí.

— Este... senpai, no era necesario que gritaras para llamarme — musitó bajito—. No me gusta llamar la atención.

— Perdón, perdón, es que pensé que no me oirías por la bulla de los estudiantes—me excusé.

—Está bien. B-Bueno, deberíamos apurarnos, el último tren llegará a nuestra estación en poco.

—De acuerdo, entonces vamos— acomodé mi ropa y tomé del antebrazo a Ritsu para que me siga el paso, su reacción fue dar un pequeño sobresalto pero luego solo caminó algo apresurado.


Faltaba cerca de una cuadra para estar en la estación y nosotros solo nos manteníamos en silencio. No era incómodo, pero quería charlar un poco con él, el problema es que no se me ocurría un tema de conversa. Luego de unos minutos, el castaño empezó a hablarme.

—Takano-san, ya me puedes soltar —dijo algo incómodo, Ritsu.

—¡Oh! No me había dado cuenta —reí un poco nervioso—, estábamos apurados y por eso me distraje, perdón —musité soltando mi agarre.

—En verdad espero que esto no te cause problemas —miró al suelo mientras seguía dando pasos—, digo, espero que no hayas tenido que posponer nada o algo por el estilo.

—No, para nada, sino ¿por qué te habría invitado a irnos juntos? —decir eso me hizo sentir un tanto de culpa, por mentirle a Onodera y por cancelar mi salida con Yokozawa.

—Emm, yo... —mencionó, como si dudara de lo que está por decir.

—¿Tú...?

—Gracias por acompañarme —soltó finalmente—, siempre vuelvo solo y a veces es triste—río de manera tímida—. D-De verdad, me alegro de conocerte.

Por todos los cielos, es que este chico es realmente interesante.

Y lindo.

Y tierno.

Mierda. ¿Sabes que me estás volviendo todo un cursi, Ritsu?

Sus acciones solo me hacen pensar que cada vez me acerco más y más a este joven, lo que me pone feliz. Espero en verdad llegar a ser algo muy importante en su vida, tener su confianza y él la mía. Mis experiencias con las personas no han sido muy buenas que digamos, por lo que abrirme a la gente me suele costar, sin embargo, con él me siento diferente.

library ; sekaiichi hatsukoi || DESCONTINUADA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora