8; I

170 18 2
                                    


⚘_⚘ RITSU ⚘_⚘ 

" No lo digas, recuérdalo, si lo haces todo se romperá. Ni una palabra, Ritsu". 

Esa estúpida frase ha estado en mi cabeza desde que inició mi día y yo comenzaba a hartarme. No tenía idea de qué significaba y por qué mi subconsciente me repetía esas palabras una y otra vez cual grabadora. 

La noche anterior, tuve un sueño realmente extraño en donde yo mismo me perseguía, y mi clon, si lo podemos llamar así, me gritaba la dichosa frase. Lo que más recuerdo de él, es que poseía en sus manos unas esposas; no recuerdo nada más a partir de ese punto. Desperté confundido preguntándome qué sucede con mi imaginación, incluso si lo que pasó en el sueño significa algo. Lo único que debo admitir, es que esa noche dormí jodidamente bien.

Bueno, volviendo a mi situación actual, por pensar en lo ya mencionado perdí completamente el hilo de lo que nos explicaba el profesor. Me pasaba de vez en cuando, lo acepto, pero hoy no tenía idea de qué hablaba, luego tendré que perdirle a Kisa-san que me prestase sus notas.

Otro tema que me preocupaba, era Takano-san. Mi senpai. ¿Por qué me preocupa este chico? En verdad no es preocupación por él, era el lío entre pensamientos que sucedía en mi cabeza desde el fin de semana, cuando me di cuenta de que me emocionaba estar a su lado, que deseaba verle pronto y que habláramos sobre las cosas que nos gustan.

¿Qué me está sucediendo? No lo logro captar. Comienzo a impacientarme durante todo el día, ilusionado de que sea la hora de salir para volver a casa con Takano-san o de ir a la biblioteca, donde a veces coincido con él. Aquella biblioteca donde comenzó todo.

Movía el esfero en mi mano contra la mesa de forma constante, provocando que un ruido de golpecitos resonase por todo el salón. Cada vez lo mavía más rápido y sin darme cuenta, todos me miraban con cara de que en cualquier segundo me tirarían una piedra.

— Sr. Onodera, me parece que está muy interesado en la clase, ¿no es así?— articuló el profesor— . ¿No le gustaría pasar al frente y explicar todo lo que dije?

Maldita sea. Debo actuar de prisa, sino probablemente lleve una sansión o peor, el maestro me cogería odio o algo por el estilo. Lo sé porque varios alumnos rumorean que es así, sobre todo con este profesor.

— Eh, y-yo...— eché un vistazo rápido al pizarrón para ver el tema que se estaba tocando hoy y, para mi suerte, se trataba del romanticismo del siglo XVIII y la literatura de la época en España  —.  Este... tema tiene como consecuencia que la filosofía  y la ciencia  sean las disciplinas más valoradas, eso supongo y-yo.

Dije lo primero que recordé de un viejo libro que leí hace unos meses, pero estoy seguro de que mi cara de pánico se marcó demasiado, lo peor es que esta solo empeoraba gracias a la mirada de desagrado que me lanzaba el profesor.

— Sí, estás en lo correcto — indicó el mayor a la vez que se frotaba la ceja—. Si sigue así no pasará el semestre, y no me interesa quién cojones sea su padre.

Y sin más, continuó explicando la materia a la clase, volviendo a ignorar mi presencia. Eso estuvo jodidamente cerca. Por un demonio, odio que la gente crea que dependo de mi papá para resaltar con logros en la vida, pero eso lo explicaré otro día.

¡Y todo por pensar en senpai! Realmente me siento como un estúpido, debería concentrarme en las cosas importantes y no estar tonteando por salir rápido de la central. Es más, si hoy llego a ir a la biblioteca, solo será para estudiar.

Alguien toca mi hombro desde atrás y giro intentando hacer que la silla no suena, para que el maestro no me regañe de nuevo. Y sí, era la persona que creía ya que siempre se sentaba detrás de mí.

— Rit-chan, ¿estás bien?— preguntó Kisa-san— . Nunca te había visto distraído en clases— terminó casi susurrando.

— Agh, se puede decir que me perdí en mis pensamientos— me expliqué.

Kisa-san puso una expresión de extrema curiosidad si se acercó aún más a mi.

— ¡Vaya, Rit-chan! ¿Quién es la afortunada? — continuó con el cuestionario entre pequeñas risas.

— ¡N-No me jodas! N-No es lo que estás pensando — recalqué el no —. No grites, no quiero meterme en problemas...— finalicé poniendo mi dedo índice en mis labios en señal de que no haga tanto ruido.

— Bueno, bueno. Pero entonces, ¿por qué estabas tan perdido en tu mente?

— ¿Sabes quién es Takano Masamune, verdad? Pues, al parecer nos estamos volviendo amigos y...— pausé un momento porque la cara del pelinegro me estaba incomodando— . ¿Qué te sorprende tanto?

— ¿Lo dices en serio?— bufó reclamándome—. Acercarse a ese tipo es casi imposible, pero, ¿qué tiene que ver él en que estes en las nubes? Digo, capaz y te hizo algo o... ¡No-es-posible!

Volvió a hablar a todo pulmón, como si hubiese descubierto el secreto del universo, provocando que las personas del aula nos miraran curiosos.   

— Demonios, te digo que no te exaltes — le tapé la boca enseguida pero este, me mordió, haciendo que quite mi mano enseguida junto con un quejido.

— No puede ser, ¿te gusta Takano?— soltó con un poco de entusiasmo.

— ¡I-I-Idiota, tampoco es eso!— exclamé fuertemente, rojo hasta las orejas—. ¡¿Por qué diablos piensas eso?!

Antes de recibir una respuesta por parte de Kisa-san, sentí un golpe en mi nuca, algo rígido y duro me acaba de atacar.

— ¡Onodera, Kisa! Retírense ahora mismo de mi clase, y que ni se les ocurra atravesarse en mi camino el resto del día— nos gritó a ambos el profesor, casi botando espuma por la boca, pero segundos después se calmó—. Llevan una sansión.

Los dos sabíamos que quejarnos haría que nos vaya peor, y soltar una sola palabra desataría su furia en un abrir y cerrar de ojos. Tan solo tomamos nuestras mochilas y salimos del cuarto con la cabeza agachada. Lo gracioso es que nunca me imaginé recibiendo un castigo en la universidad, já.

Una vez fuera y lo suficientemente lejos de aquel salón, por fin pude hablar.

— ¡Nunca me habían sacado de una clase antes! ¡Esto es tu completa culpa!— dije más enojado de lo normal.

— ¿Mi culpa? ¡Si no estuvieses como colegiala enamorada no estaríamos aquí!— contraatacó.

— ¿V-Vas a seguir con eso? No me gusta ese chico — medité por un momento y Kisa-san me seguía viendo dudoso—. ¡Lo juro!

— Mmm, lo que digas— suspiró aburrido— , mejor vamos a la cafetería y seguimos charlando de esto.

Y sin darme la oportunidad a destruir su teoría, me jaló del brazo en dirección a la cafetería.




HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSS DE MAR.

Creo que eso de actualizar todos los domingos se está yendo al caño, pero en verdad este fin de semana estaba muy ocupada ;-;

Ni siquiera pude terminar el capítulo, quedó más corto que el nepe de Bum,  sorry :v

He decidido divirdirlo en dos partes, la segunda tendrá más salseo ( ͡° ͜ʖ ͡°) lo prometo, esa sería la recompensa (?)

Gracias por leer.

- stxkess 


library ; sekaiichi hatsukoi || DESCONTINUADA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora