3;

252 34 16
                                    


Ahí estaba de nuevo ese castaño, sorprendiéndome cada vez más. Escuchar que me considere de un rango mayor como su senpai, me pareció un gesto adorable. No es como si nadie me hubiese llamado por ese sobrenombre antes, es sólo que en él sonaba distinto, lo hacía de una manera inocente y respetuosa, claramente sumándole su característica sonrisa.

— Una mañana fría ¿no es así? — inicié un tema de conversación cualquiera, para no causar el típico silencio incómodo  que pasa cuando apenas conoces a alguien. Lo que dije no era mentira, el día comenzó helado por lo que ya estábamos entrando en diciembre, el invierno ya se hacía presente.

— Sí, al parecer este invierno va a ser más fuerte que el anterior — desvió su vista un momento y luego volteó hacia mí—. Bueno, eso vi en las noticias.

— Mmm, eso es malo, no me gustan los días fríos — pausé—. ¿Irás a algún lado en los días de descanso? 

— S-Sí, usualmente visito a mi familia, mamá y  papá— afirmó.— ¿Tú visitarás a tu familia Takano-san?

— Mis padres se divorciaron cuando estaba en preparatoria, ya casi no los veo, cada uno tiene su propia familia ahora — suspiro al mencionar lo anterior—.  Pero fue hace mucho, ahora no me importa. En esos días celebro mi cumpleaños con Takafumi.

— Vaya, l-lo siento, debió ser duro... — pude notar su leve nerviosismo, era adorable—. Por cierto, ¿con Takafumi hablas de Yokozawa Takafumi? He escuchado que él también es muy bueno es su carrera.

— A él mismo me refiero, somos muy buenos amigos.

— ¿Así que tu cumpleaños es en diciembre? ¿Cuándo? — preguntó algo entusiasmado, aunque no sabría explicar la razón. 

— El veinticuatro, un día antes de Navidad.

— Me alegra oírlo — al decir  eso, sonrió para sí mismo y empezó a juguetear con sus manos. No tengo idea de por qué eso lo alegraba, pero no le di muchas vueltas al asunto.

— ¿Sueles tartamudear siempre? — me atreví a preguntar.

— ¡No, para nada! — respondió algo ¿sorprendido? — S-Solo estoy un tanto nervioso, nunca he sido de hablar con muchas personas, y eso... no sé.

Mientras hablaba reía de forma entrecortada, este chico balbucea muy rápido cuando se pone así.

— Bueno, bueno, calma — mencioné dándole confianza —. Era solo una pregunta, Onodera.

— L-Lo siento, seguramente parezco ridículo comportándome así a mi edad  — se calmó —. ¿Cuántos años tienes? Yo veintitrés.

Nada que no sepa, Ritsu. Nada que no sepa.

— Tengo veinticinco, pero sigo siendo un inmaduro — reí — . Dime ¿vives por aquí? — debía mantenerme a raya y hacerme notar como si no conociera nada de él, no quiero que piense que lo he acosado. 

— Creo que algo cerca de aquí, aun así tomo el tren cada mañana — volteó al piso la mirada —, por eso nos encontramos hoy en la estación, una casualidad pero, me alegro de eso.

— Claro, fue una genial casualidad — mencioné fingiendo demencia, finjiendo que no sabía lo que él hacía cada día.

  ➗  

Pasaron cerca de quince o veinte minutos y llegamos a la parada, no íbamos tarde así que nuestro paso no era apresurado. Para llegar a la Universidad M, hay unas tres cuadras desde la estación, y eso me animó ya que podría conversar con Ritsu.

library ; sekaiichi hatsukoi || DESCONTINUADA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora