Celoso. (Freddy Leyva.)

Capítulo 1:

—¡Podrías soltarlo maldita sea! —Le grito mientras estiro del cuello de su camisa. Odia que estire su cuello porque se hacen más grandes, consigo su atención y deja al pequeño chico—

Freddy: Odio que estires mis camisas, a menos que sea para quitármelas. —Sonríe, volteo los ojos. — Diles a tus pequeños amiguitos que no le hablen mi novia si no quieren que les haga lo que a ti. —El chico asiente y se toma el tabique para no sangrar más. Saco una toalla, las que siempre traigo para los desastrosos nudillos de Freddy, pero esta vez se la tiendo al chico. Él no la quiere tomar. No me quiere ni voltear a ver, supongo que por el miedo a que Freddy vuelva a lanzarse. —

Dejo la toalla sobre su mochila y me giro.

Freddy: ¿A dónde vamos? — Su brazo pasa por mis hombros—

—Freddy estoy en el comité de bienvenida, ellos me hablar por información. —Me detengo retirando su brazo. Me mira frunciendo las cejas—

Freddy: ¿Cómo cuál? ¿Tu teléfono, el tamaño de tus tetas?, oh ya se, ¿a qué hora se van tus padres?

—Eres un idiota. —Saco mi teléfono de la mochila y busco el contacto de mi papa— No todos son como tú. —Comienzo a marcar y camino a la salida—

Papá contesta y le pido que venga por mí, es un alivio que él diga que sí, porque significa que no tendré que soportar las pláticas de los amigos de Freddy.

Me siento en la parada del autobús e intento distraerme en el celular. Es frustrante no tener un solo amigo, y es peor cuando tu grupo de amigas han decidido faltar , pero claro mi novio no me ha dejado hacerlo.

XX: Ah, disculpa...

Levanto la mirada y veo a un chico pelinegro con lentes de sol, la pinta de chico malo. Se retira los lentes y deja ver unos muy lindos ojos.

—Huh, ¿sí? —Miro a todos lados esperando no ver a Freddy— Disculpa parezco una loca, pero si mi novio te ve hablando conmigo te golpeara.

Xx: Ah, entonces le preguntare a alguien más, adiós. —Vuelvo a ver mi celular. — Te aconsejo que te quites el gafete, porque después de todo no puedes brindar apoyo o ayuda, linda.

Lo miro, no digo nada porque tiene razón, me quito el gafete. Y vuelvo a mi celular. Los minutos pasan y entonces alguien se posa detrás mío.

Freddy: ¿Dónde está ese chico?

—Cual chico? —Le restó importancia, sé de qué chico habla, pero estoy fastidiada por hoy—

Freddy: Sabes muy bien de que chico hablo.

—El pelinegro?

Freddy: Mira lo estuviste viendo.

—Pues cuando volteé a verlo vi su cabello. Tu no quieres que los vea a los ojos, vi su cabello. —Miento, el chico tenía muy lindos ojos, color miel o quizá café claro. Sus gruesas pestañas los hacían ver más grandes. Eran unos muy lindos ojos, y si el chico pinta de malo era guapo. —

Freddy: No te quieras pasar de lista, sabré quien era y le partiré la puta cara. —El auto de papa se acerca. —

—Bien Freddy. —Me levanto de la banca y guardo mi teléfono— Adiós.

Freddy: ¿No me darás un beso?

—Lo único que quiero darte ahorita es una patada en el culo para que entiendas que no soy una mascotita. —El carro de mi papa se detiene y abro la puerta. Subo y cierro —

Papa: Ah ya veo porque me has pedido que venga.

—Te lo agradezco.

Papa: ¿Te ha hecho algo?

—No solo una pelea.

Papa: Bien, si en algún momento se pasa del límite llámame y vendré a ponerlo en su lugar.

—Lo hare señor Padilla. —Sonríe—

A diferencia de varios padres, el mío es un fortachón amante del gimnasio y la buena salud, que tiene una cadena de hoteles en las playas de mi hermoso México. Mi mama es Nutrióloga y bueno por ese medio conoció a mi papa. Cuatro hijos, tres varones, una mujer.

Mis hermanos estudiantes de universidad su carrera va relacionada con algo de los deportes en el caso de Isaac, y arquitectura con Israel. Son dos horribles (Guapos según mis amigas) gemelos. Mi otro hermano, el mayor, Isaí, olvido el condón y lo dejo ir en una perra desgraciada la cual lo dejo a cargo de un bebe, solo. Mis padres claro que lo apoyaron, y ahora trabaja con papa en los hoteles.

Luego estoy yo, la princesa según mis hermanos. Curso el último semestre de preparatoria, una preparatoria técnica, con la carrera de dibujo industrial, lo más cercano a lo que estudiare en universidad. Vivimos en Nuevo León, México, menos Isaí, el solo nos visita de vez en cuando.

Claro que mis padres solo por temporadas. Mama da conferencias en las ciudades a las cuales va papa, o incluso en otros países. Es buena en lo que hace.

Bajo del auto y observo a Isaí jugar con su hijo., algún día encontrara a alguien buena.

Isaac: Adiós monstro. —Menea mi cabello antes de correr—

—¿Que me dirás tú, copia?

Israel: YO SOY MAYOR, él es mi copia. —Me da un golpe en la nuca y corre también—

(......)

Hago las dos tareas que me han dejado y al terminar me lanzo en la cama.

Mi celular suena y por el tono y la incesante luz es Freddy. No quiero contestar, y dejó pasar la llamada.

Mama: Hey, iremos a dejar a tu hermano y a Erick al aeropuerto, ¿vas?

—No... estoy cansada.

Mama: Bueno entonces ve a despedirte, y no asustes a Erick, sabes que tu hermano se molesta cuando le haces algo.

—Okey. —Me levanto y salgo de mi cuarto bajo y veo a Erick paradito de espaldas, bajo muy despacio, es que es muy gracioso verlo asustado—

Isaí: No se te ocurra. —Lo carga y termino por bajar las escaleras— Adiós.

—Adiós. —No somos tan cercanos, nunca lo fuimos, yo era más de estar con el par. Lo abrazo y le doy un beso en la mejilla al pequeño— Que lleguen con bien.

Isaí: Así será.

Le doy un último abrazo y vuelvo a subir las escaleras.

Mi celular está de nuevo sonando y de nuevo lo ignoro.

Mala decisión, mañana tendré que aguantarme sus miles de regaños y suposiciones.

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Espero que les guste, esta es mi tercera historia y quizá sea algo corta.

Si les gusto, voten y comenten, si no también háganlo al fin y al cabo están aquí. Compartan la historia para que más gente la lea. Hasta el próximo capítulo.