Deseo que llegues, un día sin que te esté esperando, un día de esos que me aterran, en el que el sol brilla y aparentemente todo es normal a los ojos de aquellos que caminan en el incesante trajín de la cotidianidad, un día en el que alguien esté entrando por esa puerta, y seas tú, desconocida...incierta...anhelada...tú.
Que llegues, que seas quien debes ser para que yo pueda ser quien quiera ser, para que tu lado, seamos cualquier cosa que se nos ocurra, sin miedos, sin prejuicios, sin ninguna atadura. Que llegues y hagamos de cualquier día uno excepcional, de las películas, el café y todo ese cliché una banalidad. Que la realidad sea nuestra, diferente, incomprensible, que nos aleje del camino que todos recorren y nos lleve a descubrir cosas magníficas.
Que llegues, y hagas de estas noches tormentosas un mar de calma con tu imprescindible voz, que me cuentes sobre aquello que te alegra o sobre aquello que buscas evadir todo el tiempo; que logremos encontrar una razón, una excusa, para continuar despiertos, mirándonos, inmersos en ese dulce paraíso que probablemente se esconde bajo tu mirada y no bajo la mía; tu mirada, que alberga más calma que todo el océano, pero que a veces causa más tormentas que un huracán.
Que dejes de ser una utopía y te conviertas en el ejemplo palpable de armonía e imperfección, si, imperfección hecha exactamente para derribar al mundo con tu presencia, con tu actuar, y con todo tu ser. Que llegues para nunca más perderte o que te pierdas para volver a encontrarte... pero que llegues...
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¿sabes?
Short StoryA veces simplemente te cansas de creer que todo estará bien, y empiezas a deshacerte de todas aquellas ilusiones banas y superficiales, empiezas a despertar, pero también a sentir vacíos imposibles de llenar, tempestades imposibles de calmar, te sie...
