Yo solo era una niña cuando mi madre murió. Tenía 4 años cuando mi padre me abandonó y 7 cuando mi madre me dejó. Quedé a cargo de mi abuela quien decía mi madre que llevaba años arrastrando una gran enfermedad. Los médicos decían que no tenía cura pero ella se ponía en toda la fe del mundo por lo que yo sabía esa enfermedad era letal y que no le quedaban muchos años de vida, la enfermedad hacía que fuera impotente, hacía que estuviera fuera de sí. A veces me llamaba Penélope, como mi madre, y yo intentaba responderle como si fuera ella para que no se le cayera el ánimo. Yo intentaba pasar mucho tiempo con ella y así no recordar lo que ocurrió cuando murió mi madre.
Mi abuela es una gran persona a pesar de su enfermedad siempre está ahí para mí, ya que no tenemos más familia. Ella siempre me cuenta sus aventuras de cuando era joven que es de lo único que se acuerda en este momento, me cuenta historias de mi abuelo, al que no he conocido jamás pero por sus recuerdos parece una buena persona. Me explicó que después de tener a mi madre, mi abuelo se fue a trabajar a las minas, que era uno de los mayores beneficios que podían proporcionarnos, pero a pesar de eso era muy peligroso ya que al mes morían miles de personas pero a él solo le importaba la salud de mi madre y de mi abuela, cinco años después falleció y fue la mayor decepción del mundo, la abuela Teresa cayó en una depresión terrible y mi madre tuvo que cuidarse prácticamente sola. Pero aunque mi abuelo muriera lo hizo por amor y mi madre pensó que nadie podría haber llegado al cielo mejor que él.
La abuela a veces me dice que el abuelo está en un lugar precioso, lleno de piedras preciosas pensando en sus últimos días en la mina.
Después de 8 largos años de sufrimiento mi abuela decidió unirse a mi madre de entre los muertos, pero antes de morir dejó en mi poder una llave de aspecto oxidado y antiguo, también me dijo unas palabras que quedaron incrustadas en mi cabeza, no puedo parar de pensar en ello. Serían las palabras que se quedarían como un tatuaje pegado a mi piel, palabras que me sentirían tan mal como si me estuvieran clavando mil agujas. Esas fueron sus últimas palabras antes de morir, me susurró al oído:
“En tu interior se esconde un gran secreto, un secreto que no puede seguir oculto”.
La foto de nuestra galeria, es una representación gráfica de como sería la protagonista de nuestro libro en persona. Es sólo una referencia. Comentar el capítulo y dar vuestra opinión.
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INSIDE
Teen FictionBella Sangermen es una chica, que después de la muerte de su abuela se queda huérfana, a partir de ese momento tiene que aprender que la vida no es solo recibir, sino que también es dar. Bella es una chica que debe de aprender a confiar en sus actos...