Capítulo 9: La nueva cara de la verdad

285 7 5
                                    

Es comprensible que Sean esté aquí pero no puedo permitir que fulmine a Axel con la mirada. De la forma en que sus miradas se cruzan intensamente, me arriesgaría a decir que no tienen lo que se dice una relación fluida y afable.

- Bella, -Él me habla como si estuviera furioso y a la vez preocupado. - ¿Podemos hablar en la cocina, a solas? -La cara que tiene de amargura, me dice que la conversación que tengamos en la cocina so será precisamente agradable.

- Sean, si es por Axel, ya le pregunté a Jack si podía venir para hacer el trabajo.

- Es por Axel, pero no por el motivo que tu piensas. Bella, eres una ingenua, tendrías que haberte percatado, de las diferentes clases sociales de las que está formada el instituto. Axel es un atleta, rey del baile, yo, sin embargo, soy un macarra, un irresponsable, y después estas tu, una solitaria marginal, pertenecemos a tres clases sociales distintas que no viven conjuntamente. Podemos ser dos líderes de instituto, pero no gobernamos por la misma causa.

- Sean, estoy harta, harta de ti, de tu hermano, de este lugar, de esta vida, no necesito más problemas, déjame en paz y vive tu propia vida, sigue los pasos de tu propio camino y no mires atrás, porque yo tampoco lo haré. -He respondido con toda la frialdad del mundo, escuchando mi propia voz, y la verdad es: nunca, nunca en todo este tiempo me había sentido tan viva, llameante y fuerte cómo el fuego y fría y cruda cómo el hielo.

Sean alza la mirada y no responde, impactado ante mis percatadas palabras, decide subir hasta su habitación.

- Bella, ¿va todo bien?

- Claro, pero... -Prefiero no terminar la frase, ya que no estoy segura de que palabras escoger para responder.

- Siento mucho no haberte hablado de nuestra rivalidad, no lo creía de vital importancia. -Me gustaría saber de dónde proviene el origen de su rivalidad, pero ahora que las cosas están un poco tensas, prefiero no caldear mas el ambiente.

- No pasa nada. -Miento, si que pasa algo, convivo con el otro infiltrado y no me gusta sentirme amenazada. - Creo que será mejor que acabemos ya con el trabajo.

Dos horas más tarde, al finalizar el proyecto, decidimos ver una película en la pequeña televisión del salón.

- ¿Qué quieres ver? -Espero que le guste alguna película de acción y drama.

- Me da igual, siempre que tu estés a mi lado viéndola.

Mi cara de sorpresa en estos instantes supera a todas las otras que tengo. Estoy, estoy, ya no se ni cómo estoy. No me puedo creer que me haya dicho eso. El es, es el, no me puede haber lanzado un piropo de tal manera, es del todo irracional.

Decido no contestarle y mirar a la televisión. De reojo, veo como me observa, parece un obseso, esta cómo poseído. No ha parpadeado ni una sola vez desde que ha clavado su mirada fijamente en mi rostro.

- Bella, no te sorprendas tanto, te crees inferior a mi y eso no es verdad, para mi, no hay categorías, ni facciones, ni clases. En el mundo, todos somos iguales y no hay nadie que esté por encima.

Sus palabras cautivadoras, penetran mi alma, mi corazón y lo trasladan a una ficción mejor que la imaginación. Por infortunio, empieza a vibrarle el móvil y se va a fuera para responder a la llamada.

Narra Axel

- Hola cariño.

- Hola Nancy, nuestro plan va según lo planeado. -Ella suelta una sonrisa maliciosa.

- Me alegra oír eso. Esta pequeña golfa, acabará con su merecido.

- La pobre esta locamente enamorada, pero Nancy, no quiero hacerle daño físico. Y tampoco quiero que acabe muy mal parada.

INSIDEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora