—Escúcheme bien oficial, le contaré como fueron las cosas. He sido testigo del homicidio de mis amigos y puedo probarle a usted y, si es necesario, a toda la comisaría que soy completamente inocente— Hecho ya mi intento de defensa comencé mi relato—. Estábamos mis cinco amigos y yo, alrededor de las tres a.m de la madrugada del sábado mirando una película, de más esta aclarar que película era, cuando de repente escuchamos un ruido que provenía de la cocina. La película se estaba poniendo interesante por lo que decidimos ignorarlo. Un rato más tarde el ruido nos sorprendió nuevamente.
«En la casa solo estábamos nosotros así que nos asustamos bastante, aún así decidimos ir a ver. Solo fuimos Lucas y yo. Nos fijamos en cada detalle pero no había nada tirado ni roto, el gato estaba durmiendo y la ventana completamente cerrada, por las dudas también revisamos la planta superior de la casa pero tampoco encontramos nada. Extrañados preferimos volver al living, le dimos play a la película, y al sentarnos notamos que los chicos no estaban. Ambos nos miramos y sin decir nada continuamos viendo la película ya que tanto uno como otro habíamos asumido que era una broma. Pasó el tiempo y seguían sin aparecer, ya eran como las 4:15 a.m. así que nuevamente nos paramos, pero esta vez a buscar a los chicos. Revisamos de nuevo cada habitación y no estaban, miramos por la ventana y tampoco estaban en el jardín. "Seguro están dando vueltas por el barrio, vamos a ver" me dijo Lucas muy tranquilo, agarramos las llaves y salimos. Caminamos unos metros apenas, estaba todo muy oscuro y la niebla era espesa, casi no veía a Lucas y estaba parado junto a mí, cualquiera en esta situación hubiera dicho que el entorno era un clásico reflejo de un relato gótico. Nos colocamos en medio de la calle y encendimos las linternas de nuestros celulares. Desde allí solo se veían las luces que olvidamos encendidas en la casa. A esas horas de la noche no había un alma en la calle. Estábamos por apagar nuestras linternas cuando vemos una silueta, aparentemente de un hombre, que arrastraba algo saliendo de la casa. El escenario me paralizó, caso contrario, Lucas comenzó a gritarle y a hacerle señas. Aquella silueta soltó lo que llevaba y se perdió entre la niebla. Lucas me hizo reaccionar y corrimos hasta la cosa que arrastraba la figura. Era una bolsa, tenía una forma extraña, en realidad no tenía forma alguna, la abrimos... aún no me encuentro preparado para decir lo que vimos... ¡Los cuatro estaban ahí dentro! ¡No eran sus cuerpos, eran sus partes!... y justo en ese momento fue cuando usted llegó con la patrulla. Ahora solo tengo una pregunta para usted, ¿dónde esta Lucas?
—Santiago, no se quien es Lucas, ni de qué me estas hablando, ni por qué me llamas "oficial". Soy yo, soy tu médico, ¿me reconoces? ¿Te acuerdas de mí?
—Párese por allá por favor—le dije apagando la luz encendiéndola un par de minutos después -Por supuesto que sí, usted arrastraba la bolsa.
—Santiago, ¿de qué estas hablando? Soy tú médico, el mismo de siempre, aparentemente sufriste una recaída y estas acá de nuevo—dijo tomándome la mano.
—¡Suélteme! No me toque. No le creo en lo mas mínimo, usted no es bueno, ¿dónde esta Lucas? Necesito encontrarlo—dije escapando de aquella habitación—. ¡Lucas! ¡Lucas!—Comencé a gritar, y desesperado recorrí cada pasillo de la clínica, pero ni rastros de él hallé.
—Ya te lo dije Santiago, él no existe, es producto tuyo, te sentías solo y lo inventaste.
—¡Si! Si existe, no estoy loco, vea esta foto —dije mientras sacaba mi celular—este es él y el chat de la mañana de ayer.
—Santiago, el teléfono esta apagado, ven, acompáñame—dijo sereno.
—¡No, ya no más! Usted me vuelve loco, quiero saber por qué los mató, por qué lo hizo, dónde está Lucas. Usted nunca me ayudó, lo único que hizo los últimos años es volverme más y más loco para así deshacerse de mí.
—Santiago, por que querría deshacerme de ti? —exclamó entre risas.
—Porque hace años que sé toda la verdad, usted mató a su esposa y a sus hijos, están enterrados en su propio jardín en su patio, usted sabía que yo lo hablaría con ellos y se deshizo también, pero no va hacerlo conmigo.
—Estas haciendo un papelón, ¿de verdad te crees lo que me dices? No debí darte el alta.
—Le propongo ir a su casa y demostrarlo —Contesté desafiante.
—¿Por qué debería probártelo?
Al poco tiempo una policía se acercó:
—¿Por qué no? Me gustaría presenciar aquella escena, lo noto nervioso.
Y al llegar al jardín allí estaban, los cuatro cuerpos perfectamente ubicados en el patio. No estoy loco, aunque Lucas nunca apareció y ni siquiera tengo su chat.
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Relatos Cortos | Santucho, Higlak y Yaxley
Short StoryTenebrosos, alocados, misteriosos, futuristas... ¿Cuál será el destino de estos One Shots? Mis amigos Yaxley, Higlak y yo realizamos estos cuentos cortos que seguramente les pondrán la piel de gallina, los harán morir de miedo o los hará pensar... "...