Something even sweeter

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Lo escucho gruñir mi nombre cuando lo muerdo con delicadeza. Rompe mi blusa con agilidad y se deshace de mi sujetador dejado mis senos a su entera disposición.

Se queda unos minutos admirando mis senos y se lame los labios para luego toma uno de ellos en su bocón.

- ahhh.- gimo al sentirlo morder mi pezón y acunar mi otro seno en sus manos apretándolo con deseo.

Su mano se desliza por mi cintura hasta llegar al dobladillo de mis pantalones y lo desliza abajo junto con mis bragas.

Yo no me quedo atrás y también lo desnudo.

Ahora nos encontramos los dos como Dios nos trajo al mundo.

- me extrañaste pequeña.- me dice con una dulce y arrogante sonrisa.

Mi estúpido y tonto arrogante.

- no te imaginas cuánto.- le dije con picardía.

Ufff como dije estúpida voz que aparece  cuando le da la gana.

Si supiera que me la pase llorando casi todo el tiempo por él......

Se acerca a mí abrazándome con fuerza.

- por cierto gran manera de entrar.- le digo con ironía.

- si ya lo sé, quería sorprenderte como la primera vez.-

- eres un tonto, me asustaste por un momento.-

- lo siento amor.- me dice jugando con mi cabello.

- no me vuelvas a dejar sola nunca más.- le pido.

- Te extrañe tanto.........

- no lo volveré hacer nena, estos días sin ti an sido una verdadera tortura.

Le sonrió con ternura porque así fueron estos días sin el para mi.

- Te amo Alexander.

- yo te amo más Emily.-

Sus ojos recorren mi cuerpo y sus ojos grises se oscurecen. Reconozco esa mirada oscura, es la oscuridad propia del deseo que nubla sus sentidos.

Mi cuerpo se estremece al recordar todo los momentos que hemos estado juntos.

- maldición te deseo tanto hermosa, mi jodido miembro quiere estar en tu cálido interior en este momento.- jadeo sorprendida ante sus palabras en ese tono firme.

Su voz en este momento es irreconocible por el deseo.

- siente lo que me provocas.- me susurra balanceando sus cadera contra mi vientre haciendo que mi pulso se dispararé al sentir la dureza de su miembro.

- eso provoca verte. No te imaginas lo que mi mente piensa cada vez que te tengo frente de mi, la lucha que tengo que librar contra el deseo de poseerte en cualquier lugar.

Hay dioses del Olimpo este hombre me va a matar.

- mi deseo y amor por ti nubla mi razón pequeña.-

Siento sus manos en mi abdomen acariciando mi piel con una suavidad que me enloquecen.

Su lengua recorre la curva de mi cuello aumentando esa ola de calor que invade todo mi ser.

Gimo al sentir sus manos acariciando mi sexo y pasear sus dedos por mi hendidura. Cierro los ojos y recargo mi cabeza en su hombro disfrutando de sus caricias.

- mírame Emily quiero ver lo que provocó en ti y ver cómo tu cuerpo me desea.- exige.

Adentra dos dedos en mi interior provocando que mis piernas se debiliten. Gimo su nombre de manera silenciosa mientras su otra mano masajeaba mis senos de manera lenta pero muy placentera. Estimula cada parte de mi cuerpo, toma mis labios de manera salvaje e irracional.

- siente como te hago estremecer en mis brazos.- susurra sobre mis labios.

Sus penetraciones me conducen cada vez más al orgasmo. Su lengua recorre mi boca mientras sus dedos al penetrar mi sexo me vuelven cada vez más débil.

- Alex.- gimo en voz alta al sentir sus dientes tomar mi pezón y morderlo provocando una mezcla de dolor y placer incontrolable.

Ummmm lo necesito, necesito mucho más.

Veo como toma el helado que estaba comiendo hace unos minutos que se encuentran un poco derretido. Con la cuchara empieza a derramar el helado sobre mis pechos para luego lamerlos. El helado se derrama  por mis caderas, muslos y entre piernas y el sigue el rastro con su lengua.

- si viene de ti es mucho más dulce.- su lengua quita todo rastro de helado de mi cuerpo.

- ahhhhh.- gimoteo por lo delicioso que se siente.

Mi pecho se ponen más duros al sentir el helado frío en mi piel y luego la tibieza de sus labios. Deja el helado de lado y sigue con su tortura.

Lleva su pulgar a mi clítoris provocando que mis piernas y cuerpo se tensen. Mi sexo se contrae provocando una sensación deliciosa en mi vientre.

Lo miro a los ojos y mi cuerpo se calienta aún más a ver mi deseo reflejado en su mirada.

Acelera sus movimientos provocando que esa sensación tan conocida estalle en mi sin que lo pueda controlar.

¡ Joder! El brillo de la lujuria de sus ojos es como esa llama que te hace estallar.

- aún no termino pequeña.

Me tomó de la cintura y me baja de la isla, mis piernas flaquean haciendo  que una de sus manos me sostenga con fuerza.

- date la vuelta.- me dice con la voz ronca por el deseo, me doy la vuelta y espero ansiosa su próximo movimiento.

- ahora recarga tus manos en la isla.- lo hago manteniendo la sensación deliciosa del orgasmo recorrer mi cuerpo. Mi respiración es errática al igual que los latidos de mi corazón.

- quiero que ahora sientas lo que haces y provocas en mi cuerpo. Dios pequeña.- gime acariciando mis nalgas. Me remuevo buscado el contacto con su piel.

- joder Emily , está vista es.... malditamente caliente. No voy a ser delicado.-

Sin darme tiempo a procesar sus palabras me penetra arrancando de mis labios un gemido más que audible de placer.

- siente como te hago mía, eres mías Emily.- sale para volver a penetrarme con más fuerza.

-¡Por Dios Alex!.- me tomó del cabello obligándome a pegarme a su duro y trabajado cuerpo. Me mira fijamente a través del pequeño espejo que está delante de nosotros con una intensidad que hace palpitar mi sexo.

- Eres mía Emily, Mia.- gira mi cabeza y toma mis labios nuevamente con fuerza. Me besa de esa manera primitiva reclamando mis labios, cuerpo y alma como suyos. Ya lo soy. Soy suya con cada partícula de mi cuerpo.

Aumenta sus embestida volviendo a elevar mi cuerpo a ese universo en donde solamente existimos nosotros. Mi vientre se contrae provocando que los vellos de mi piel se erice.

- te amo Emily.- gime al llegar al clímax. Su exhalación gloriosa de amor me arrastra junto a él en ese espiral de pasión, obsesión y amor que solamente Alexander puede hacer que sea tan irremediablemente increíble.

Eso a sido jodidamente  intenso....

Sale lentamente de mi interior y me da la vuelta entre sus brazos. Nuestras respiración todavía es irregular y pausada.

- ¿estás cansada cielo?.- me pregunta acariciando mis mejillas.

Bueno estoy un poco cansado pero eso no se lo voy a decir, quiero recuperar los días perdidos.

- no.

- bien, porque quiero hacerte el amor toda la noche.- me dice tomándome de la cintura y alzando mi cuerpo, de inmediato enrollo mis piernas en sus cadera y paso mis manos por su cuello y nos dirige a la habitación.

Sweet dark Donde viven las historias. Descúbrelo ahora