Capítulo 6

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Pasaron un par de días hasta que se supiese algo de Sergio, según Sonia no contestaba a los mensajes ni llamadas, todos estábamos preocupados. Un día llegó a las gradas como si nada y su mejor amiga le plantó la bofetada del siglo por haberla tenido preocupada llorando tantos días. Por mucho que preguntamos, no nos quiso decir que le había pasado.

Me sentía mal, porque tenía la idea de que era por lo ocurrido en su casa, y me dolía que estuviese así, fuera de cualquier drama que tuviésemos Sergio y yo, él era mi amigo. De todas maneras, no quisimos insistir mucho en el tema y lo dejamos pasar, a petición de Raúl.

Los siguientes días pasaron como de costumbre en aquel verano, o sea, impredecibles. Un día podíamos ir al cine como al otro estar en una piscina, y al otro en el retiro haciendo un picnic. Lo que si estaba claro es que este grupo sabía muy bien como divertirse, y cada vez estaba entrando más en él, y eso me encantaba.

Pero hoy no, hoy me apetecía quedarme en casa, tomármelo de "relax", ver alguna película, con un bol de palomitas, y más y más palomitas. Supuestamente ese plan estaba reservado para mi hermana y para mi, pero me había dejado tirada, tenía que hacer un "no sé que" según ella. Por lo tanto, me dispuse a quedarme todo el día en pijama, mi bata y mi moño loco de andar por casa.

Mi madre se había ido de fin de semana con Daniel asi que podía permitirme el lujo de tener la casa para mi sola un día, esto se repetía cada mucho tiempo.

Estaba tirada en el sofá, aun sin ver ninguna película, ya que no me decidía. Mi gran concentración de elección se vio interrumpida porque alguien llamaba a la puerta. Me levanté y fui a abrir, y al milisegundo de haber abierto me di cuenta de que podría haberle abierto la puerta hasta a un cartero con las pintas de loca que llevaba, genial. Por suerte, era Sonia.-Buenas chica glamurosa.- Me saludó mirando mi gran look de arriba a abajo, intentando contener una risa.

-Oh, calla, me merezco tener un día así.

-Oh, ya, tu vida está tan plagada de deberes y de obligaciones que te mereces un día muerto, ¿no? - Se ríe y entra como si nada, sin tener invitación ninguna a hacerlo, aunque se sabía de sobra que era bienvenida cuando quisiese. -Naomi, estamos a finales de julio, ¿sabes qué es lo que significa eso?

-Dios mío, ya casi en principios de agosto, si hace nada estaba toda feliz porque empezaban las vacaciones y en nada volveremos a la odiosa rutina del instituto.

-Exacto. Por lo tanto, tenemos que aprovechar bien el tiempo que tenemos, ¿no crees?

- Vete al grano So, me das mal rollo cuando te pones a hablar así.

Echa una carcajada y prosigue. -Pues verás, en este mes que entra será el Arenal Sound, y he convencido a todos los chicos de que fuesemos, ya que bueno, aun no tenemos los 18, pero malo será que no consigamos ir de alguna manera, Dios la liaremos tan parda, sera tan gen...

-Sonia. -La interrumpo. - ¿Sabes donde está el Arenal Sound?

-Claro que sí, idiota, pero no es un imposible, podríamos intentarlo. Va, venga, ¿qué me dices?

-Si consigues convencer a mi madre, me apunto.

-¡Genial! -Cuando me quiero dar cuenta se me ha tirado encima a abrazarme de la emoción que tiene. -Será bestial, así despedimos el verano.

- No me hables de despedir el verano, por favor.

Se vuelve a reír. -Oye... Al entrar he visto que tenías paquetes de palomitas de microondas encima de la mesa de la cocina... ¿Qué peli vemos?

La miré sonriendo, mientras ella ya se estaba tapando con una manta y poniéndose cómoda en el sofá, dispuesta para la función.

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Mi punto débilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora