TERCERA HISTORIA - Across the Telephone Line -

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TERCERA HISTORIA

– Across the Telephone Line –

Murasakibara x Himuro


Amargo, si tuviera que describir que sentía, esa sería una buena palabra. Entendía que con Taiga las cosas no habían terminado de la mejor manera, pero que ni bien llegara a Japón se encontrara con que su ex ya tenía a otro dolía, le generaba una sensación amarga en la garganta. Luego de Winter Cup habían hecho las paces, la verdad se alegraba por su amigo, se lo veía bastante bien con ese pequeño peliceleste de presencia nula, pero aun así no podía dejar de sentir ese sabor amargo. Estaba seguro de que ese sabor amargo lo hubiera ahogado si no fuera porque había alguien con quien compartir esos sentimientos de frustración, su compañero Murasakibara Atsushi era el único que le entendía a la perfección ya que pasaba por lo mismo. Himuro no conocía bien los detalles pero sabía que el grandote había tenido una relación con su ex capitán en Teiko y ahora que terminaron al parecer el emperador había fijado su atención en alguien más, lo cual traía de muy mal humor al gigante de pelo violeta.

Himuro se encamino hacia el área residencial de la academia Yousen que constaba de dos edificios, uno para los hombres y otro para las mujeres. Su entrenadora le había encargado darle un mensaje al pelivioleta y faltando dos horas para su próxima clase Mursakaribara se encontraría comiendo dulces en su habitación. El pelinegro abrió la puerta sabiendo de antemano que estaría sin llave y como esperaba su compañero se encontraba tirado en su cama comiendo unos maiubos. – Atsushi, la entrenadora te está buscando y no se ve muy contenta que digamos. – Informo con una sonrisa divertida al más alto.

– ¿Eh? ¿Otra vez Masako-chin? Que molestia, no puedo creer que los profesores vengan a delatarme con Masako-chin otra vez. – Contesto con pereza adivinando cual sería el motivo tras el citatorio.

– Es que saben que la entrenadora te matara a golpes con su espada si no subes tu rendimiento escolar, después de todo con bajas notas tus padres te sacaran del equipo y eso la perjudicaría mucho. – Explico el pelinegro sentándose en la cama del menor junto a él.

– Hace mucho que mis padres no se ocupan de esto, pero mi hermano va a matarme... – Recordó el pelivioleta suspirando con resignación, realmente le molestaba ser sermoneado por su hermano mayor. – De todas formas no quiero seguir, Muro-chin y los otros se van a la universidad el próximo año y me quedare solo con los inútiles de primero, creo que dejare el basket antes de que sea aun más tedioso y aburrido. – Propuso tras un bostezo esperando ver la reacción del pelinegro.

Himuro le quito las golosinas con cierta ferocidad mirándolo a los ojos molesto. – No seas así, si llegas abandonar el basket por esas razones vendré personalmente a golpearte hasta que entres en razón. – Le amenazo manteniendo la mirada como para enfatizar la severidad con la que lo había dicho.

– Umm Muro-chin es muy violento cuando se enoja, no tengo ganas de que me uses de bolsa de box. – Decidió sentándose en su cama y desviando la mirada como un cachorro que acababa de ser regañado. El pelinegro realmente sabia como hacerlo cambiar de opinión, de todas formas no era ningún idiota, sabía perfectamente que su compañero tenía un puño derecho que daba miedo y Murasakibara prefería conservar su rostro intacto por el momento.

Luego de eso las clases transcurrieron como de costumbre, el año estaba finalizando y ya en unas semanas al fin terminaría la preparatoria, pero Himuro no estaba especialmente emocionado por ello. A diferencia de varios chicos que ya tenían su futuro planeado a la perfección él apenas si podía imaginarse que haría la semana próxima, no sabía bien a que quería dedicarse así que pensaba tomarse el año para descansar y pensar algo. Por otra parte Taiga no dejaba de llamarlo por el mismo tema, su amigo se tomaba muy en serio lo de "hermanos" y eso irritaba un poco al pelinegro, es decir tener que ser amigos luego de haber sido pareja por varios años era difícil pero ser hermanos era un desafío mayor. Casi todos los días tenía que escuchar al pelirrojo hablar con mucho entusiasmo sobre su relación con la sombra de Seirin y escuchar sus problemas en busca de consejos, no era por malo pero a veces el único consejo que quería darle era que tomara a su novio y se fuera lo más lejos posible para no dirigirle nunca más la palabra o terminaría por matarlo.

Para Superarte primero hay que tenerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora