Al borde del abismo.

Presentación

Hola, mi nombre es Esperanza, lo sé es algo extraño me suelen decir Hope. Esto es nuevo para mi, pero bueno empecemos.Te voy a contar como yo, que me cambié de escuela, cambié de amigos y dejé de ser "popular" pude superar mi propia personalidad para convertir la secundaria en MI secundaria...

Todo comenzó cuando yo tenía 11 años, iba a una gran escuela, tenía grandes amigos, todo era perfecto pero mi madre decidió cambiarme de escuela. En esta nueva escuela la verdad me costaba mucho encajar, no quería estar ahí, quería volver a mi antigua vida, con mis otros amigos a quienes conocía de toda la vida.

Primero mi madre me dio a elegir entre dos escuelas Phillips Academy o Hastings School. Yo elegí el Hasting School pero mi madre decidió que era mejor ir al Phillips Academy. En sí el lugar no me desagradaba, pero la cuota era demasiado cara por lo que solo podía esperar que asistieran niños adinerados, engreídos y con humos de superioridad y la verdad no estaba tan errada. 

Fuimos a ver el colegio, algunas chicas se acercaron a saludarme, yo las saludé cordialmente y seguí mi recorrido junto a mi madre y una preceptora. Luego de ver las instalaciones fuimos donde el director. Nos recibió muy amablemente, la verdad siempre me he sentido algo extraña cuando la gente es demasiado buena conmigo, mi madre nunca me había demostrado mucho amor y mi padre casi ni apareció durante mi infancia, pero cuando lo hacía esperaba tener la mejor de las relaciones, esperaba que yo hablase con el cuando en mi casa todo lo que me había pasado lo guardaba en lo mas profundo de mi mente intentando que nadie se de cuenta aquella tristeza que habitaba dentro de mi.   En fin, no me sentía a gusto con las demostraciones de afecto, ni con la amabilidad extrema por parte de nadie. Luego de que el director nos diera una gran bienvenida a mi próxima cárcel, nos dirigimos hacia la oficina del psicólogo. Él le dijo a mi madre que dentro de lo posible asistiera con uniforme y mochila de colores o cosas así. En el colegio anterior me obligaban a utilizar mochilas negras, azules o grises, nunca podríamos llevar las uñas pintadas y esas cosas normales de adolescentes. En fin instrucciones sobre el comportamiento y bla bla bla. Al día siguiente podría comenzar a asistir a clases. Y fue un gran día que mi actitud no tardaría en arruinar...