Al caer la primera lágrima...

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En esa habitación, sólo nos encontrábamos tú y yo; conversando de lo que fue y no pudo ser.

Como de improvisto, de ti las palabras fluyeron, la agonía se instaló estruendosamente en mi pecho; todo parecía hecho del más frío y mordaz veneno.

En esa habitación, sólo nos encontrábamos tú y yo; conversando de lo que fue y no pudo ser.

Mi boca se secó como en un desierto, la cabeza dolió a tal punto en que me sentí a desfallecer; tus reclamos y maltratos en mí habían calado.
En esa habitación, sólo nos encontrábamos tú y yo; conversando de lo que fue y no pudo ser.

El brillo se apagó, la oscuridad revivió; nuestro amor se extinguió y no me quise ir al caer la primera lágrima.

En esa habitación, sólo nos encontrábamos tú y yo; conversando de lo que fue y no pudo ser.

Poesías y ambrosías por HRMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora