Cuando te vi, mis pupilas quedaron extasiadas con semejante figura. Esos ojos verdes como la esperanza que encontró, en ti, mi alma.
Quería correr, desaparecer y no avergonzar me frente a ti; tú no lo sabías, pero volando, a mí, me tenías.
Me paralizó verte así, no entendí lo que a mí me sucedía; te seré la persona más sincera posible, yo nunca había sentido emoción alguna como la sentí por ti, en pocas palabras: me enamoré.
Quería correr, desaparecer y no avergonzar me frente a ti; tú no lo sabías, pero, a mí, volando me tenías.
Mi cuerpo no respondía y el corazón cedía; las manos acariciarte querían, los ojos verte todo el día y mis labios probarte toda la vida.
Quería correr, desaparecer y no avergonzar me frente a ti; tú no lo sabías, pero, a mí, volando me tenías.
Enredar nuestras vidas, sí, eso me apetecía; tomarte de la mano y nunca soltar te el resto de mis días.
Quería correr, desaparecer y no avergonzar me frente a ti; tú no lo sabías, pero, a mí, volando me tenías.
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Poesías y ambrosías por HRM
PoésieEstos son pequeños fragmentos, de aquella musa que quebró los sueños de quien brillo, alguna vez, le dio.