La ida de Jackson le afectó mucho a Lizzi, ella está perdidamente enamorada de el, tal como lo está el de ella.
Lizzi deberá buscar apoyo de su hermano y mejores amigos para poder llevar con esta relación a distancia, pero no será nada fácil, ya v...
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—Scott, ¡Scott! ¿¡Me escuchas!? ¡Scott!—grité, pero no obtuve respuesta, la llamada se había acabado.
¿Scott estará bien?
—Rayos—exclamé pasándome una mano por mi pelo
—Deben estar bien, ¿No? Le dijimos y probablemente ya hayan salido y estén en camino, ¿No?—dijo Stiles, al parecer, esta vez el era el optimista
—Se escucharon gruñidos, Stiles—le dije
Narra Stiles
Ya ha pasado mucho rato desde la llamada y no hemos sabido nada, Lizzi estaba muy preocupada, pero finalmente se tranquilizó un poco, me gustaría decir que hizo bien en tranquilizarse pero se que no está pasando nada bueno y que Scott no responda su maldito teléfono me pone peor aún.
Peter se había ido, yo seguía aquí porque se supone que nos juntaríamos en este lugar con Scott.
De pronto mi celular comenzó a sonar, lo tomé rápidamente pensando en que sería Scott, pero es... ¿Jackson?
Ah, claro, Lizzi no quiso contestarle.
¿Habrá pasado algo?
Lizzi siempre interrumpe lo que sea para poder hablar con Jackson.
Decidí contestarle, el pobre debe de estar preocupado.
—Demonios, Stiles, por fin alguien se digna a contestar—habló Jackson
—¿Que tal, amigo?—pregunté desinteresado rodando los ojos, no era el momento para esto.
—¿Lizzi está contigo? No respondía mis llamadas y al parecer ahora tiene el celular apagado, ¿Está bien?
Iba a responderle que estaba bien y profundamente dormida, pero entonces ella se despertó de golpe haciéndome dar un salto y entonces gritó.
Está gritando muy fuerte, parecía estar totalmente aterrada, movía sus piernas y brazos.
Me asusté y fui a sentarme a su lado.
—Lizzi, Lizzi, tranquila—intenté que mantuviera la calma, de a poco fue respirando y dejó de gritar, pero su expresión era de aterrada.
—¿Lizzi? ¿Esa era Lizzi? ¿Estaba gritando? ¿Ella está bien? ¡Stiles responde!—oh, demonios, dejé la llamada puesta, decidí solo cortar, puede que solo haya empeorado las cosas, pero no quería lidiar con un novio preocupado ahora
—Lizzi, háblame
—Necesito irme—dijo poniéndose de pie
—¿Que? No, estás mal
—No, no lo entiendes, necesito ir a un lugar—dijo muy terca y poniéndose de pie, yo igual lo hice y la detuve, no podía dejar que se fuera así
