IV

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Los campos verdes de la universidad en la que vivían eran muy grandes, aunque para su gusto tenían una falta más enorme de flores que alegraran la vista, o más árboles bajo los cuales descansar. Desde su navegador, DongHae había aprendido de jardinería y hasta un poco de cultivo, aunque no tenía muchos recursos para hacer todo lo que quería. Las flores, por el momento, eran suficientes.

Lo bueno de estar en un lugar tan amplio, era que nadie parecía tener la idea de que él estaba ahí de sobra. A veces, cuando otros chicos o chicas que pasaban por el camino pavimentado que rodeaba el campo le saludaban con un gesto de mano él hacía lo mismo. Sonreía ampliamente cuando eso sucedía porque se sentía “real”. Habían muchas sensaciones tan ricas con las que disfrutaba en el día, pero el contacto con otra persona, aunque fuera distante, era lo que más lo alegraba.

Nunca había tenido contacto con alguien más que no fuera DongHwa o JungSoo, cuando su padre le dijo que era la única persona en quien podía confiar. Aunque él era casi humano, le resultaba curioso e interesante las verdaderas interacciones y reacciones que mantenían los humanos. Él conocía todas las emociones y sentimientos que pudiesen existir, pero era tan diferente verlo reflejado en el rostro de alguien más. DongHae podía sentir todo eso, podía entenderlo e incluso explicarlo, pero dentro de él siempre sintió que nada de eso era en verdad auténtico. Por ello, observar los rostros de los demás lo entretenía cada que salía a regar las flores que sembraba.

Tenía tulipanes amarillos, lilas, manzanilla, crisantemo blanco y amapola, la mayoría por sus propiedades medicinales. A veces, en esos ratitos a solas, se daba cuenta de que incluso se podía envidiar a las flores; luego tenía un corto ataque de risas porque él sabía lo que era sentir, y aun así conocía la envidia.

El día en que conoció a HyukJae había llovido. Nada se comparaba a la lluvia, pensaba él. Desde la primera vez en que corrió por el campo en plena tormenta, supo que era de las sensaciones con más adrenalina y libertad, con cierta locura y espontaneidad. Ese día a DongHae le habría encantado correr bajo ella; sin embargo, JungSoo necesitaba ayuda en la oficina del director para hacer capturas y, sinceramente, nada ni nadie lo haría más rápido que DongHae. Aunque, si algo había de bueno en ello era que le gustaba ver todas las fotografías que el director tenía enmarcadas en su pared; su sonrisa era muy curiosa, tan contagiosa que a DongHae le gustaba imitarla cuando JungSoo no se daba cuenta. Como recompensa, JungSoo trataría de conseguirle flores más exóticas, o simplemente otra planta que no tuviera aún.

De regreso, caminaba por el pasillo techado que daba a los campos. El pasto que crecía loma abajo parecía un lecho brilloso de seda y, sorprendido de que la casa de una araña en la esquina entre el techo y una columna, hubiera resistido la lluvia, se quedó parado unos segundos, solo viéndola con una sonrisa.

Cuando quiso reanudar sus pasos se dio cuenta del arcoíris que se formaba a pocos centímetros del suelo. Se agachó para verlo más de cerca, poniendo su mano frente a él para ver cómo se reflejarían los colores en su piel. La tarde estaba cayendo y él no tenía prisa, le gustaba prolongar el tiempo de todo, al menos tanto como le fuera posible.

Aunque otra persona si tenía prisa.

Mientras DongHae seguía sentado en cuclillas, HyukJae corría con sus libros en brazos bloqueándole media mirada, o al menos la parte de abajo. Se le hacía tarde para la siguiente clase y corría hacia el área de biología por el pasillo pavimentado en el que DongHae estaba agachado viendo el arcoíris.

Se escuchó un alarido lleno de sorpresa cuando se dio el choque que lo estampó contra el suelo con todo y libros cargados. Sus pies se habían enredado en algo duro y escurridizo que lo había derribado al pavimento, cuando miró hacia atrás, pudo ver al chico castaño que estaba medio reclinado espalda contra el suelo. Una de sus rodillas le atinó a su mejilla, la otra le había dejado jaloneado el hombro de la camiseta gris.

El Día Mas Feliz (EunHae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora