~KaraTodo~ Un juego peligroso

La dama de las respuestas

Karamatsu bajo las escaleras, estaba nervioso, la lampara iluminaba pocos centimetros del lugar, continuaba bajando las escaleras mientras que apretaba fuertemente su maletin.

Al bajar en su totalidad, noto que se encontraba frente a el una pared, la cual tenia un cuerpo en estado de descomposicion. Estaba Crusificado, solo logro liberar un fuerte grito el cual casi causa que cayera al suelo.

-Ah... Ah... calmate Karamatsu... calmate- se repetia mientras respiraba con dificultad, necesitaba calmarse. Se acerco al cuerpo y dandole la bendicion repitio...

-Padre nuestro guialo al eterno descanzo, que tenga la dicha de verte en tu santa gloria In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti-

Despues de eso, una voz lo hizo levantarse asustado.

-¿Hermano Osomatsu?- mencionaba una melodiosa voz femenina. -¿es usted? Porfavor venga...- Karamatsu al escuchar mencionar el nombre del hermano osomatsu salio corriendo en busca de la misteriosa voz.

-¿Donde estas? ¿Quien eres?-

-Estoy aqui... porfavor... ayuda...- Karamatsu corrio por el corredor oscuro, iluminandose por la ligera luz de la lampara. Al llegar a un pasillo sin salida, se encontraba una celda con una mujer cubriendose por una manta.

-Señorita...-

La dama le dirigio la mirada, su rostro estaba totalmente palido y con grandes ojeras, acompañado de manos esqueleticas, cuerpo cubierto por un camison delgado y marcas en el cuerpo. Karamatsu se estremecio al verla.

-Osomatsu... ¿eres tu?...- mencionaba mientras caia de la butaca en la que estaba, arrastrandose se acerco a pasar los barrotes y queriendo alcanzar a Karamatsu. Este miraba a la mujer con miedo, esta al verlo simplemente le contesto -Soy yo..Lilith... quiza no me reconozcas por mi putrefacto aspecto-mencionaba tratando de darle una tranquilizadora sonrisa, Karamatsu se inco cerca de ella y tomo esa fria y huesuda mano.

-No soy Osomatsu señorita... soy Karamatsu...-

-¿Karamatsu?...- La dama trago saliva y sin miedo contesto -Es extraño... Jyushi siempre decia que... Karamatsu era un nombre que... estaba entrelazado al de...-

-Todomatsu... Todomatsu es tu hijo ¿no es asi?-

La mujer sonrio ampliamente con lagrimas en los ojos.

-¿Mi hijo esta vivo? ¿Donde esta?- Karamatsu al verla tan alterada trato de calmarla.

-Tranquila señora... tranquilizese... el esta bien, esta en luz de luna... tranquilizese...-

-Me alegro- mencionaba dulcemente mientras se aferraba a el. -Estoy tan feliz de que... la santa sede no lo tenga entre sus garras...-

Karamatsu palidecio un poco y tomando valor, con su mano libre saco la fotografia.

-Disculpe señorita... esta pintura...- La dama tomo la pintura en sus manos, vio el retrato de los cuatro hermanos matsuno y de ella con su amado bebe.

-Si... fue cuando les hicimos un banquete a los cuatro caballeros de color...- mencionaba con una ligera sonrisa. -Habiamos festejado las cosechas y que... ellos... evitaron que la iglesia nos encontrara...- sus ojos comenzaron a derramar lagrimas. -¿Donde estan ellos?...- su sonrisa comenzo a desaparecer mientras la mirada de Karamatsu se inclinaba en señal de melancolia.

-No... no puede ser... ellos...- la mujer comenzo a derramar lagrimas.

-Asi es señora... ellos... fallecieron- Karamatsu queria decirle que el culpable habia sido su hijo pero entonces la dama continuo hablando.