Último escalón al cielo.
Subía las escaleras que supuestamente me llevarían el cielo, todo estaba lleno de una supuesta una neblina… mientras iba recordando cada uno de esos momentos contigo…
Mi mirada fija en el horizonte de la playa… gotas caían por la ventana haciendo carreras entre ellas a ver quien llegaría antes al final. Y mientras recordaba aquella nota que le entregué, aquella en la que expresaba lo que sentía y tu expresión al leerla… sentí como una gota cayó en mi mejilla, el viento me daba pequeños azotes en el rostro… mi corazón escondido en mi pecho. El sol casi se había posado sobre el bello mar tintado de naranja… eso significaba que las nubes se alejarían y hoy será un nuevo día. Puede que a tu lado o puede que no esté en él…
Ya veo un poco de luz al final del camino hacia mi adiós…
Al día siguiente volví tímida y evitando encontrarte por los pasillos del instituto mientras que tú deseabas decirme algo que yo evitaba mientras corría y tu tras de mí, hasta que por fin me alcanzas, agarras mi brazo firmemente obligándome a mirarte mis mejillas se encendieron. Te acercaste más a mí, tu respiración en mis labios hasta que de un suspiro me dices “te amo” y los chocamos.
Una sonrisa más una lágrima se escapan, las intento corregir con mi mano pero no era una sola… Te echo de menos.
Aquella mañana en la que compartimos un amanecer juntos… yo sonreía mientras me acomodaba en tu pecho, tú me observabas feliz y acariciabas mi cabello. Rozaste con la yema de tus dedos mi barbilla y me diste un tierno beso junto con una rosa roja. Te devuelvo el beso y entrelazo la rosa en mi pelo, tu sueltas una carcajada y yo también.
Ya casi llega mi final apenas un escalón y ya me iré de aquel mundo donde pertenecía a tu lado. Cuestión de milésimas de segundos y mi pie rozando el escalón, míticas imágenes de mi vida aparecen en mi cabeza, la bajo al suelo y sonrío.
-Ha sido una buena vida…- suspiro y al fin toco el último escalón llegando frente a una puerta de madera blanca con una perilla de plata. Tomo de esta y giro hasta que se abre, una luz reluce tras ella, me ciega la vista al principio, pero al aclararse aparece la silueta de un ser alado.
-Al fin nos volvemos a ver- soltó con una sonrisa, sus ojos, su pelo, sus brazos…. Me abalancé sobre aquel ser, pude deducir que era él, aquella persona con la que había querido pasar mi vida entera.
-James…- sollocé en sus brazos, el me rodea con ellos y suspira de felicidad, nos separamos y le observo bien.
-Vamos… Anne - dijo estirando su mano hacia la mía, la tomo y sonrío, él igual, en mi espalda crecen dos enormes y suaves alas blancas. El dio un pequeño paso hacia atrás y saltó al vacío para luego elevar sus alas hacia unas nubes…
Ahora no nos separará nada, pues nuestro amor durará nuestra vida aquí arriba, en el cielo.
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Relatos de amor.
RomansaAquí relatare mi tema favorito "Amor". No es el típico amorío si no también dramático, fantasióso, humorístico, de terror y no solo amor entre chico/a por un/a chica/o si no también entre amigas y hermanos. Esto va dedicado a la gente que sigue mis...