La llamada de Cormac McLaggen.

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Capítulo 1.

El teléfono sonó muy temprano aquella mañana en aquel pequeño apartamento en la parte más miserable de Londres. El sonido retumbó por el reducido espacio, sin llamar la atención del único ocupante que había tumbado en una cama destartalada de sábanas raídas.

“Ahora no estoy, así que sabes que hacer” Se escuchó la voz ronca de un hombre en el contestador.

—¡David! ¿Estás ahí? —preguntó un hombre de voz cansada —Soy Cormac, contéstame por favor… Ok, si no estás, no estás —se rindió fácilmente —Escúchame, tengo la mejor idea para que salgas del pozo. ¿Quieres revivir los días de gloria, verdad? Pues te haré brillar de nuevo, colega… 

Antes de que Cormac McLaggen pudiera terminar la frase, David Carrey, él cual había estado sufriendo las punzadas de una fuerte resaca, dio un salto de la cama y corrió hacia el teléfono.

—¿Qué idea tienes?—Preguntó, olvidándose por completo de dar un cortés “Hola”

—¡Ah! Sabía que estabas—masculló McLaggen.

—Si si, ahora dime cual es el plan…

Es simple, un concierto de reencuentro en Londres. Volverás a las grandes ligas

—¿Un concierto de reencuentro?...—David pasó la mano por su desordenado cabello rubio. La idea era brillante, pero a su antiguo representante parecía habérsele olvidado el detalle más importante—¡Weasley no aceptara! ¡Es un maldito hijo de perra! Nunca aceptara ayudarme y su maldito hermano tampoco. ¡Ellos son una escoria que solo piensa en sí mismos…!

—David no te hagas el inocente—le  reprendió Cormac— Por algo será que solo yo me acuerdo de ti de vez en cuando.

El hombre soltó un bufido. 

—¡Me da igual! Quisiera ver muertos a esos Weasley…

—¡Ya para! —se desesperó el hombre al otro lado de la línea —Mira, no me interesa escuchar estupideces. Solo llamé para contarte mi idea, Lee Jordon dijo que si, y si tú te tomas la molestia de ir y decirle que lo sientes, los gemelos Weasley también aceptaran. 

—¡NUNCA!—gritó indignado—¡NUNCA, ELLOS SON UNA MIERDA! ¡YO NO LES PEDIRÉ DISCULPAS, JAMÁS! 

—No a los dos, solo a Fred. Solo a él.—aclaró su representante sin perder la calma.

—Al diablo, sabes el odio que le tengo a ese engreído. Si quieren entrar, que entren. Pero yo no planeo bajar la cabeza, ya lo he hecho demasiadas veces.

La conexión se cortó y Cormac McLaggen quedó con el teléfono en la mano, sentado en su lujoso despacho, completamente petrificado.

Más de una vez había creído que David estaba podrido por dentro, que una persona normal no podía ser tan oscura como aquel bajista. Y ahora recordaba las razones que lo hacían pensar así.

Dejó el teléfono a un lado y tomó la gruesa agenda que tenía en uno de los cajones de su escritorio. Con un poco de suerte aún conservaría el número de Draco Malfoy, el agente de Fred Weasley, y con aún más suerte lograría que el vocalista de “Los Merodeadores” volviera a cantar

*. *. *

Hola. Aquí estoy con otra historia. Espero que les guste, si es así, no se olviden de dejar su estrella salvadora. Hasta la próxima! 

Save You. [Fremione] AU TERMINADO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora