Repentinamente requerido

629 52 1
                                    

Capítulo 2. 

Al ver que su móvil sonaba, Fred Weasley dudó en contestar. Desde hacia casi una semana Draco Malfoy, su irritante ex representante, lo había molestado con una tonta idea salida de la cabeza del idiota del agente de David Carrey. 

El hombre se llenó de amargura de solo recordar el nombre de su ex compañero de banda… ¿Cómo era posible odiar a alguien de aquella forma?

El teléfono quedó mudo, pero medio minuto después volvió a sonar y a vibrar por la mesa de la cocina.

—Que insistencia—masculló Fred al tiempo que tomaba el aparatito y le echaba un vistazo.

Para su gran sorpresa y alivio, no era ningún rubio de ojos grises el que llamaba.

—¿James?—atendió con desconfianza.

—¿Fred? ¿Donde rayos estabas metido que no contestabas?— se escuchó la inconfundible voz de James Potter desde el otro lado, vivas y fresca como siempre.

—Hola James, ¿Cómo has estado? —Fred no salía de su asombro, hacía semanas desde la última llamada de su maestro.

— Estoy bien, gracias — contestó alegre— Y a ti ni te pregunto ¿verdad?

—¿Tú que crees…? 

—Oye, ya me contó Draco sobre la idea de Cormac

—Si llamas para convencerme de que acepte hacer ese estúpido concierto de rencuentro…—le cortó con ferocidad— Ya puedes ir colgando.

—Draco no exageraba—suspiró—… Qué pena, teníamos la intención de juntar a las dos generaciones, ya sabes; tu, George, Remus, Sirius, Lee, David y yo. Hubiera sido genial.

—Si, toda una fiesta—dijo sarcástico Fred.

—Bueno, pero si tu no…

—¿Qué quieres, James?—le apremió  mientras salía de la cocina y se recostaba sobre el sillón de la sala.

—¡Pero qué genio! —bufó.— Pues veras, en unos días será el cumpleaños de mi hijo y quiero darle “La Guitarra”

Fred sonrió. La Guitarra, la santísima guitarra de la suerte del gran James Potter.

—¿Y por qué recién ahora?—preguntó curioso. Si sus cálculos eran correctos, Harry, el hijo de James, cumpliría veintiséis años. Que Fred supiera, el veintiséis no era un número muy importante. 

—Bueno, creo que ahora si necesitara la suerte que trae La Guitarra—contestó James.

—¿A qué te refieres?—frunció el ceño—¿Acaso se dio cuenta que heredó tus dotes y ahora quiere ser cantante?

La imagen de Harry sobre un escenario cantando era inconcebible.

—¿Cantar? No eso jamás — aseguró muy divertido James—Va a dar el gran salto sin retorno…

—¿Eh?

—Que se va a casar, bestia—rió.

—Wow ¿en serio?—exclamó Fred tratando de contener las ganas de doblarse de la risa— Pero dime James. ¿De dónde sacó el valor para pedírselo? ¿Y qué loca de remate ha aceptado? 

Para su sorpresa James comenzó a reír como desquiciado

—El valor lo sacó de mis genes compadre, y la chica… la chica que aceptó fue tu hermanita

Save You. [Fremione] AU TERMINADO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora