La fotografía de la desconocida.

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Hermione le dio un último vistazo al GPS de su coche para cerciorarse de estar tomando el camino correcto. Dobló hacia la izquierda saliendo de la carretera, adentrándose a un angosto camino de tierra rodeado por altos árboles. La lluvia caía cada vez más fuerte y rezó para no quedar hundida en medio del lodo.

Aún no podía creer que había aceptado. Todo el mundo sabía que Fred Weasley era un lúgubre amargado que odiaba a todo ser vivo. Y ahora ella iba a ir a su casa... Ya tenía suficientes problemas con los hombres para tener que soportar al tipo que le había roto la nariz a su bajista en el concierto de despedida. Ahora solo esperaba que su visita fuese muy corta.

Al llegar al final del camino se encontró con la vieja casa de dos pisos que tantas veces había visto en las fotografías familiares de su amiga Ginny. La residencia estaba sobre una pequeña elevación a unos cuantos metros de un inmenso lago.

Estacionó junto a la entrada del garaje, al salir del auto se regañó mentalmente por no haber llevado un paraguas. Cerró la puerta con fuerza y corrió a toda velocidad hacia el resguardo del porche.

Entre el equipo de música y el ruido de la lluvia, Fred no escuchó el auto acercándose, así que al sonar el timbre casi se le cae la lata de cerveza del susto. Tomó el control para bajar el equipo de música y se dirigió hacia la puerta. La abrió esperando ver a su único verdadero amigo, pero se llevó una desagradable sorpresa al encontrarse con una muchacha escuálida de cabello castaño oscuro y ojos marrones, que estaba mojada de pie a cabeza.

— Hola — tiritó — Soy...

—No me importa quien seas— Le cortó con ferocidad Fred— ¡Fuera de mi propiedad!

Cerró la puerta de un golpe seco y regresó a la cocina, encendiendo el equipo de música en el camino.

La chica que había dejado en la entrada tocó el timbre unas cuantas veces y a cada toque, Fred contraatacaba subiendo un poco más el volumen. Después de diez minutos la canción Welcome To My Life de Simple Plan hacía temblar las repisas dónde estaban los seis parlantes. Tanto era el ruido que apenas notó que el timbre había dejado de sonar y ahora era su móvil el que exigía su atención.

—¡Idiota!—Gritó furioso James.

—¿Ahora qué hice?— se sorprendió Fred.

—¡¿Qué hiciste?! ¡Pues te diré lo que hiciste! ¡Dejaste a la mejor amiga diagonal jefa de TU hermana y de MI hijo congelándose en la puerta de TU casa, bestia humana!

Fred abrió la boca y volvió a cerrarla varias veces antes de reaccionar.

—¿La amiga jefa de quién?— Preguntó estúpidamente.

—A Lily le dio un ataque de histeria— comenzó James ignorándolo.— Envié a Hermione a buscar la guitarra en mi lugar, para poder quedarme aquí y cuidar a Lily... y evitar que Harry o Ginny la dopen hasta el día de la boda. 

—Oh, pero... ¡¿Por qué no me avisaste?!

—¡No creí que le cerrarías la puerta en la cara! ¡Demonios, Fred! ¡Que odies a Carrey no quiere decir que debas desquitarte con el mundo entero!

—James...

—¡James un rábano! Ve ahora mismo a la entrada, recíbela, trátala como si fuera parte de tu familia y entrégale la maldita guitarra para que pueda irse ¡¿entendido?!

Sin más se cortó la comunicación. Arrastrando los pies fue hacia la puerta principal, listo para interpretar el papel de una persona educada.

Save You. [Fremione] AU TERMINADO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora