Miedo.

413 42 5
                                    

Los segundos en que Hermione tardó en asimilar la información, fueron para Fred, los más largos de su vida.

El ex cantante no se creaba falsas esperanzas, sabía a la perfección lo que iba a ocurrir a continuación. Seguro sería un gran déjà vu. Hermione tomaría sus cosas y saldría de la casa tan rápido como lo había hecho Sofía.

Se maldijo. ¿Por qué había abierto la boca? Se suponía que ese era su secreto. Él mismo se había jurado no volver a mencionarlo a nadie después de la partida de su ex. ¿Pero acaso no deseaba el castigo del que por tanto tiempo se había escapado? 

Pero también quería dar marcha atrás, quería tener el poder de borrar aquella frase de la cabeza de la castaña. Lo deseaba con locura. Había metido la pata y toda la pierna bien en el fondo.

Todo era un gran abanico de ideas y conjeturas en la cabeza de Hermione, no podía creer lo que Fred acababa de revelarle.

No podía creerle, no quería creerle.

Desde que era adolescente había adorado la música de Los Merodeadores, y cuando Fred tomó el puesto de James cuando este se retiró, simplemente lo idolatró. Aún recordaba las noches durmiéndose con la voz de Fred saliendo de su equipo de música, las paredes empapeladas con su rostro y las horas en páginas de internet tratando de saberlo todo sobre él.

Ella había sido su mejor fan y una de las personas más decepcionadas cuando se enteró de la separación del grupo.

En aquella ocasión, se había desilusionado mucho de Fred. Pero en ese momento, al escuchar aquella terrible verdad, simplemente una parte de ella se negaba a aceptarlo, o tal vez si lo hacía, pero al ver las lágrimas en el torturado rostro del hombre, entendía que estaba verdaderamente arrepentido de lo que había hecho.

Eso fue lo único que la mantuvo junto a la ventana... junto a Fred. No estaba enojada ni tampoco asustada, simplemente quería comprenderlo todo, quería obtener una explicación lógica a todo aquello.

Para sorpresa de Fred, Hermione no dio muestra de haberse espantado. Lo tomó de la mano y lo alejó de la ventana, indicándole que se sentara en el sillón que había frente a la chimenea. El hombre la obedeció sin atreverse a mirarla a los ojos.

—¿Alguien más además de Carrey sabe eso?

—Si—susurró con la cabeza agacha— Luna lo sabe todo, ella era mi terapeuta y mi mejor amiga.

—No logro entenderlo, ¿Cómo pudiste hacerle eso a Gabriela? — le interrogó, sin poder eliminar el tono de reproche que había en su voz.

Fred agitó la cabeza mientras se tapaba la cara con las manos. ¿Cómo? Ni él sabía como había sucedido todo aquella noche. Era demasiado confuso, una gran laguna de oscuridad dentro de su cerebro.

—No lo sé, solo paso...

—¿Solo paso?— Hermione no podía comprender como Fred podía decir algo así.

—Si, yo... yo no recuerdo nada—El joven no pudo evitar defenderse, a pesar de que hacía mucho tiempo atrás había aceptado que lo suyo era indefendible. — Estaba en una fiesta después de un concierto y luego solo sé que me desperté en el hotel con Gabriela llorando desconsoladamente a mi lado. ..

Hermione se imaginó la escena con los ojos vidriosos. Despertar una mañana y descubrir que le habías arruinado la vida a una niña. Debía ser la cosa más espantosa. Ahora entendía muchas cosas. Fred Weasley tenía sus razones para estar aislado, él jamás terminó en la cárcel por lo que había hecho, pero a pesar de eso, él mismo se recluyó. Su conciencia era su mayor condena.

—¿Qué pasó cuando te despertaste?

—Entre en pánico...—Murmuró— Solo eso... ni siquiera traté de consolarla.— Aquello era algo que lo mortificaba aún más. Ni siquiera una palabra, nada había salido de sus labios en aquel momento. ¡Absolutamente nada!

—¿Cómo se enteró Carrey?—Hermione se mantenía firme, tenía que saberlo todo, su naturaleza se lo exigía.

—Estábamos en una gira y Carrey tenía la llave de mi cuarto de hotel, en esa época siempre le dejaba una copia a él o a George por si pasaba alguna emergencia. Y cuando vio que a la mañana siguiente yo no bajaba a desayunar con los demás, fue a mi habitación y... bueno se enteró de todo.

—¿Entonces qué hizo?

—Se encargó de la situación, me dijo que no me preocupara, que bajara y hiciera como si no hubiera pasara nada. Después se llevó a Gabriela consigo y nunca más volví a verla.

—¿Por qué ella no te denunció? — Tal vez era solo ella, pero para Hermione lo más lógico en una situación como esa, era denunciarlo con la policía.

—Carrey… él hizo que ella cerrara la boca. No me preguntes que hizo por que no lo se, supongo que la habrá llenado de dinero o algo así.

La castaña lo pensó, Gabriela trabajaba con Ginny para poder pagar sus estudios. Jamás había dado muestras de ser dueña de ninguna pequeña fortuna. Además, aquella chica no era del tipo de personas que se dejaba sobornar. Todavía recordaba la vez en que la competencia de True había tratado de sacarles primicias a los internos. Gabriela había sido una de las pocas que no había aceptado el dinero y había sido fiel a su jefa hasta el final.

—Dudo que haya sido algo así—le aseguró— ¿Nunca trataste de contactarte con ella?

El hombre negó nuevamente.

—No, tenía vergüenza, miedo de mirarla a la cara...

No entendía porqué lo hacía, tanto tiempo callándose aquel secreto y ahora no podía parar de responder cada una de las preguntas de Hermione. Lo único que lo ayudaba a seguir era ver que la joven todavía no se había enfurecido con él.

—Carrey... ¿Carrey te extorsionó con eso, verdad?

—La máscara que llevaba puesta se le cayó ese mismo día. Me dejó bien en claro que lo que había hecho no lo hizo de favor. Me obligó a apoyar todas sus propuestas frente a la banda y comenzó a meter mano en mi cuenta bancaria. Cada vez que yo me quejaba, él simplemente me decía que le contaría todo a mi familia, a mis amigos y a los fans.... Tenía miedo, había peleado mucho para conseguir lo que tenía y él amenazaba con destruirlo todo. Además no podía ni imaginar el daño que podía hacerle a mi familia saber eso. Así que agaché la cabeza y dejé que controlara mi vida...

—Pero eso no duró... digo, al final disolvieron el grupo y cada uno se fue por su lado.

—Si, presenté mi renuncia unos seis meses después de lo ocurrido con Gabriela...

—¿Por qué? ¿Carrey quería terminar con la banda?

Fred esbozó una amarga sonrisa.

—¿Carrey querer disolver la banda? ¡Eso jamás! Lo único que sabía hacer era tocar el bajo, no tenía casi estudios. Los Merodeadores eran su única fuente de ingresos para costearse su vida de millonario.

—¿Entonces? ¿Qué fue lo que pasó?

—Él muy idiota me demostró que le gustaba hacerle a las chicas lo mismo que le había hecho yo a Gabriela— Susurró.

Aún recordaba rabioso la vez en que, entre risa, Carrey le había contado lo que le había hecho a un par de sus fanáticas después de un concierto.

—Era un violador.

—Si. Y yo no podía decir nada.

—¿Él te amenazó?

—Exacto. Si hablaba, él lo haría también.

—¿Pero qué pasó? ¿Qué fue lo que te hizo decir ya basta?

—Ginny...— contestó, apretando los puños ante el recuerdo— La drogo y... y trato de aprovecharse de ella.

(* — * — *)

Save You. [Fremione] AU TERMINADO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora