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Estamos los cuatro en el auto de Petter, camino a la casa de Julian. No tengo idea de donde queda la casa de mi ex mejor amigo, pero el conductor es Petter, así que no tengo de que preocuparme.

Me refiero a que tengo la dirección, pero no sé como llegar.

Mi amigo comienza a conducir cada vez más lento por los autos en frente del suyo. Él comienza a buscar un lugar para estacionar pero no encuentra un espacio. Está lleno de autos.

-No hay lugar.

-Estaciona en la otra calle. -Le dice Nico.

Petter hace caso a mi novio. En la otra calle también había muchos autos, pero encontramos un lugar en la siguiente. Mejor dicho, Petter encontró un lugar, ya que el conductor es él.

Mi novio baja del auto y me ayuda a salir. ¿No es un amor? Todo un caballero.

Esperamos que Jenn y su novio bajen del auto para dirigirnos todos juntos hacia la fiesta.

La verdad es que por fuera es una casa preciosa. Y estoy segura de que por dentro también lo es. Lo comprobaré cuando el guardia de seguridad nos deje entrar. Si es que nos deja, claro.

Por lo que he podido ver y escuchar, ya van a dos personas que no han dejado entrar por no llevar la invitación, ya que obviamente es una fiesta privada. Y hablando de invitación... Yo no tengo ninguna tarjeta que compruebe que fui invitada. Julian nunca me dio una, solo me comentó sobre la fiesta y dijo que le gustaría que asistiera.

Si es necesario, sacaré mi teléfono y le mostraré al guardia de seguridad los mensajes con mi viejo amigo, porque yo quiero entrar allí dentro, y lo haré. Le prometí a Julian que asistiría.

Me concentro en las personas de la fila. Hasta ahora, creo que nadie es famoso.

Bueno, o no son famosos o yo no los conozco. Una de las dos. Pero dado a que si alguno de ellos fuera alguna celebridad, ya tendrían a la prensa encima de ellos, así que creo que la primer opción es la correcta.

-¿Que haremos si no nos deja entrar? -Pregunta Jenn y me volteo para poder verla.

-Le diremos nuestros nombres y veremos qué pasa. Si es necesario, le muestro los mensajes en donde Julian me invita y ya. -Respondo a mi amiga.

Asiente.

-¿Su nombre, señorita? -Pregunta el guardia. Me doy la vuelta para verlo.

Es un hombre musculoso de al menos unos cuarenta años. Se ve mucho más grande de lo que se veía cuando estábamos atrás de todos. Su postura intimida a cualquiera que lo mire.

-Oriana Sabatini. -Respondo. -No tengo la invitación, pe... -Me interrumpe.

-No se preocupe, usted puede pasar. -Frunzo el entrecejo.

-¿Así nomas? ¿Sin invitación? -Pregunto.

Oriana, cállate. ¿Qué tanta pregunta? Te ha dicho que puedes pasar, así que entra de una vez.

El hombre asiente.

-Son ordenes del Sr. Serrano. -Su mirada se clava en mis ojos, lo cual hace que comience a incomodarme.

-¿Y mis amigos?

-También.

La casa es mucho más hermosa y grande de lo que me imagine. Es lujosa.

Hay personas bailando por todas partes. También hay camareros paseando por todo el lugar, con bandejas en sus manos. Veo flashes de cámaras y ruego para que no me tomen fotos, ya que siempre salgo horrenda en todas, enserio.

Mas Que AmigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora