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Oriana:

-¿Qué haces aquí? -Digo al ver a Nico, sentado en el sofá. Él se levanta y abre sus brazos para que corra a abrazarlo. 

Me abraza con necesidad, como si no nos hubiésemos visto en años. Esa es otra de las cosas que tanto me gustan de él. Es realmente tierno.

Despeino su rubio cabello, mientras lo observo sonreír. Nuestros labios hacen un corto contacto.

-Te extrañe mucho. -Digo. -¿Cuándo llegaste? En la mañana hablamos por teléfono y no me habías dicho nada de que vendrías hoy. 

-También te extrañe. -Me rodea con sus brazos. - Llegue hace un par de horas y sí, sé que no te dije nada en la mañana. El volver fue decisión de último momento. -Asiento. -Y tu..., ¿De dónde vienes? ¿Has estado con Stef?

Niego.

-He venido de estar con un amigo. Bueno, en realidad, con un viejo amigo. 

-¿Lo conozco? -Pregunta.

-Eh..., No, no. -Debo descansar temprano para mañana y es una larga historia. Otro día se lo contaré. Aunque, creo que seria incomodo y raro para mi hablar de Gastón, y más si es con mi novio. 

-¿Tiene intenciones contigo? -Me observa hacia los ojos, mientras una de sus manos se desliza por mi espalda.

¿Más directo no podías ser, Nico?

-Que va. Para nada. -Niego.

-¿Segura? -Pregunta.

-Sí, por supuesto.

Estoy segura de que mi ex mejor amigo no tiene interés hacia mi. Y pensando en que casi nos besamos..., bueno, pues, sobre eso pienso que; me lo habré imaginado, porque, ¿Cómo podría tener Julian intenciones conmigo? No me quiso hace nueve años atrás, y mucho menos va a quererme ahora.

-Está bien, ¿Cenaste? -Vuelve a sentarse en el sofá. Da unas palmaditas en su pierna para que me siente con él.

-Sí, cené con Julian.

-¿Julian? ¿Tu "viejo amigo"? -Remarca las últimas dos palabras.

-¡Que solo es un viejo amigo! ¿Okey?

-De acuerdo, no te enojes, gruñona. -Le sonrío y recuesto la cabeza en su hombro. -¿Quieres que ordene helado? Puedo pedir de limón.

-Claro, eso no se pregunta, amor. -Le regalo una sonrisa.

Un celular suena. Pensé en la posibilidad de que sea mío, ya que Nico y yo tenemos el mismo tono y teléfono celular, pero recuerdo que mi teléfono está en modo vibrador, así que está claro que mío, no es.

-Es el mío. -Mi novio saca el teléfono de su chaqueta y observa la pantalla. Se levanta del sofá, lo cual hace que me levante con él, ya que estaba sentada en sus piernas. Se aleja de mi para ir hacia la salida. Frunzo el entrecejo. -Ya regreso.

¿Por qué no atendió la llamada aquí?

Nico:

-¿Y ahora qué quieres? Déjame en paz, Debby. -Ruedo mis ojos y suspiro. Me recuesto en la pared del pasillo. 

-¿Qué te sucede? ¿Ya te has hartado de mi? Porque, eso no parecía en las noches que estuvimos juntos.

-Escucha..., Lo que ha pasado entre nosotros mientras estuve en Nueva York, jamás debió haber pasado. ¿Has oído bien? Estoy con Oriana, Debora. 

-Primero que todo; no me llames por mi nombre completo. Y segundo; ¿Tanto quieres a esa imbécil?

-No permitiré que hables así de ella. La amo. Tu has sido una pequeña aventura. No tienes nada que reclamar, no somos nada. ¿¡No te ha quedado claro la charla que tuvimos en la mañana!?Porque fui muy claro contigo. Ahora déjame en paz y encuentra a otro a quien molestar. -Cuelgo el llamado antes de que ella pueda decir algo.

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