Daddy ✧ Jikook

Capítulo 7

Rodeé el tenedor con los espaguetis y lo levanté, viendo cómo caían todos en el plato. No tenía nada de hambre. Al menos no de pasta hecha por mamá, que comía frente a mí mientras miraba la televisión. Yo quería una hamburguesa cómo Jimin me había prometido y un helado aunque estuviésemos en noviembre. Yo quería pasar el sábado con él, no en casa. Además, Taehyung tenía una cita e iba a estar ocupado todo el fin de semana. Bufé, apoyando la mejilla en una mano. Sabía que debía entender que él tenía trabajo y por eso no estaba enfadado con Jimin, lo que me molestaba era el hecho de que hubiese tenido que cancelar nuestra cita para irse a China.

Dejé que un resoplido escapara otra vez de mis labios, moviendo el tenedor por la pasta de un lado a otro. No era para nada experto en las fiestas elegantes como a la que él iba a asistir esa misma noche, pero tenía claro que no solo se iba a hablar de negocios. Seguro. Cogí un trozo de pan y lo mordí bruscamente. Jimin era muy guapo y seguro que se le acercaba alguna guarra, o guarro, claro.

Pero él estaba conmigo. Yo era su kitten.

—Cielo —levanté la cabeza para mirar a mamá. Relajé el ceño y ella me señaló el plato con un dedo—, no has comido nada.

—No tengo hambre —dejé el tenedor en el plato— ¿Puedo irme a mi cuarto?

—No —dijo, y la miré sorprendido—, no hasta que me cuentes que te pasa —añadió— ¿Te has peleado con Taehyung?

Aparté la mirada y moví la cabeza de lado a lado. Comprendía que pensara eso, pero no podía decirle que sí porque seguro que recibía una llamada suya y si estábamos enfadados, no podríamos hablar como siempre.

Tenía que buscar una excusa. O decirle la verdad. Pero ¿cómo?

Miré el plato de nuevo. Cogí el tenedor y volví a jugar con los espaguetis mientras ella me miraba y esperaba una respuesta, impaciente como siempre.

—Tú... tú sabes que TaeHyung es... que le gustan los hombres —la miré de reojo.

Primero asintió y de repente se llevó una mano a la boca.

—¿Se te ha declarado?

Abrí mucho los ojos. ¿Acaso estaba loca? Taehyung era como mi hermano mayor.

—No —sacudí la cabeza bruscamente, frunciendo la nariz. Cogí aire; mamá puso las dos manos sobre la mesa y me miró aún más impaciente— Lo que... lo que pasa es que... ¿tú... si yo fuera como él, te importaría?

Soltó un suspiro que no entendí. Empujó la silla hacia atrás sin levantarse y me dijo que fuese con un movimiento de las manos, así que me levanté y me senté de lado en sus piernas, sin atreverme a mirarla. Ella me cogió el pelo con los dedos y comenzó a jugar con él mientras hablaba. 

—Me da igual lo que te guste, cariño. Si tú eres feliz, mamá también. Si lo fueras, quiero decir —se rió. 

Me había pillado, ¿verdad?

—Mamá...

—Además —me interrumpió, haciendo de mi pelo una coleta con la cinta que llevaba en la muñeca—, así tendría con quien hablar de los chicos de la playa. 

Cuando la miré, me guiñó un ojo mientras se reía. Me ruboricé y la abracé, apretando mis brazos alrededor de su cuello. Me alegraba tanto saber que se lo estaba tomando tan bien. Y eso que no se lo había dicho directamente.

Me alejé despacio de ella. Me apartó un mechón de la frente y llevé mis dedos al cuello de su camiseta. Ahora solo me faltaba decirle que estaba con un hombre que me llevaba casi diez años.