La Cena

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Anni se paralizó por un momento, no podía respirar estaba muy nerviosa aunque no sabía porque, Sebastian era su mejor amigo para siempre y sentía emoción por verlo aunque no sabía de donde venían sus nervios y sus enormes ganas de vomitar.

- Anni los Rowell han llegado sus padres los están recibiendo ya es hora de que baje.- le dijo Victoria apurada.

-¡si ya voy!- contestó- tranquila, solo es una cena- se dijo a si misma y sonrió.

Salió de su habitación tratando de respirar para controlarse, bajo las escaleras y vio a sus padres con los padres de Sebastian aunque no lo vio a el.

- Hija ven a saludar a los Rowell- dijo su madre mientras ella bajaba las escaleras.

- Buenas noches señor y señora Rowell un gusto volver a verlos.- dijo Anni agachando la cabeza como si estuviera haciendo una reverencia.

- Anni también es un gusto verte, como has crecido estas preciosa.- dijo la señora Rowell tomándola de las manos.

- Gracias señora Rowell- le contesto con una sonrisa.

- Suponemos que quieres ver a Sebastian, el vendrá en unos momentos esta terminando de alistar sus cosas para la escuela mañana.- dijo su padre.- él no es como lo recuerdas, digamos que le afecto que te fueras.

- Pues supongo que nos llevaremos tan bien como cuando eramos niños.- contestó.

Todos se dirigieron al comedor y se sentaron a esperar a que las sirvientas   les dieran sus cenas. Cinco minutos después, el timbre volvió a timbrar y los nervios de Anni regresaron como una explosión en su estómago, Victoria abrió la puerta y llevo a Sebastian al comedor. Él tenia un ramo de rosas blancas en las manos y una sonrisa nerviosa.

- Buenas noches a todos- saludo ya mas tranquilo.

- Buenas noches Sebastian, ven sienta te.- le dijo el padre de Anni señalándole el lugar junto a ella.

- Hola Anni- dijo el relajado y con una sonrisa.

- Gusto en volver a verte Sebastian.- y le correspondió la sonrisa.

Sebastian ya no era el mismo niño que Anni había conocido. Seguía teniendo todas las cosas que lo hacían guapo cuando era niño, aunque ahora usaba lentes, y tenía una voz tan gruesa con un tono amable que hacia que a Anni le recorriera un escalofrío entre la piel. Aunque Anni no pensara en el como algo más que un amigo, no impedía que pensara que era muy atractivo, el ya no era el mismo, ya no tenia la imagen de un pequeño niño nerd que se la pasaba solo leyendo en su habitación, parecía un chico maduro pero al mismo tiempo alguien que rompe las reglas seguido y al parecer era cierto. Terminó la cena y Anni y Sebastian salieron al jardín a platicar un rato mientras su padres conversaban.

- ¿ Y como estuvo el internado?- le preguntó Sebastian a Anni.

- Pues miel con hojuelas no fue- contestó Anni un poco sarcástica.

- Si lo supuse, ¿Y como son los internados para niñas malcriadas?

- Pues lleno de reglas, modales que seguir, solo estudios y todo lo que una chica necesita para convertirse en toda una dama presentable a la sociedad.- y río- aunque la verdad si era de las que mantenían sus modales al margen y se comportaba en todo momento, tanto que creo que olvide como divertirme. ¿ Y a ti? ¿ cómo te ha ido?

- Pues... Después de que te fuiste trate de divertirme como un niño normal y pues... Resulta que soy realmente bueno para los desastres. Mis notas siguen igual de buenas aunque me sigo esforzando en mi cuerpo.

Él tenia el tipo de cuerpo que todo hombre en esa edad desearía tener y sus ojos seguían tan hermosos como la ultima vez que los vio.

- Se nota- y rieron a carcajadas.

Platicaron un rato mas sobre la escuela y el tiempo en el que jugaban juntos en ese jardín.

- ¿ Y que me dices de novias?- pregunto Anni.

- Si he tenido pero la verdad nadie como tu Anni- ambos se miraron sonrojados.- lo siento... Eso fue... Eso fue algo incomodo- y hizo una risita nerviosa.

- Si eso fue realmente incómodo.- hubo un pequeño silencio y rieron.

- Lo siento ya sabes como soy, los siento de verdad, tu sabes que siempre me has gustado.

- Lo se pero eres mi mejor amigo y te quiero mucho aunque no de ese tipo.

- Justo en la friend zone!! Na no te creas, a mi me quedo claro ese punto hace mucho tiempo.

- Tal vez algún día tengas tu oportunidad.

- Lo dudo, conocerás a hombres mejores que yo.

- Pues también lo dudo porque no cualquiera podría ocupar tu lugar.

- Bueno mejor amiga ya me tengo que ir a casa, mañana nos levantamos temprano.

- Cierto, nos vemos mañana.

- Vendré por ti a las 7 en punto.

- A ok hasta mañana mejor amigo. -dijo ella aunque él ya se había alejado.

- Hasta mañana... Mi hermosa crush.- dijo entre dientes camino a su casa.







El Arte del AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora