Después de 6 años Anni se había convertido en toda una señorita y estaba a punto de salir del horrible internado para niñas mal criadas en Inglaterra, por fin volvería con sus padres a París y volvería a ver a Sebastian su gentil amigo de travesuras. Para su suerte o tal vez desgracia llegaría un día antes del regreso a clases para cursar su segundo año de preparatoria, tenia poco tiempo hasta para pensar en que ponerse el primer día pero eso no le importaba. Termino de hacer sus maletas y salio del internado al que ni de chiste regresaría y fue directo al aeropuerto, sus amigas del internado Amelía y Annabel se despidieron de ella gentilmente deseándole buen viaje.
Anni abordó el avión, después de tres horas y media de vuelo el avión llego a París, Anni bajo alegre de volver y vio a lo lejos a el chofer de sus padres el señor Bruno, quien tenia un letrero en las manos que decía "Bienvenida Señorita Anni ", Anni se le acerco feliz de ver una cara vieja.
- Hola Bruno gusto en verte de nuevo- le dijo Anni y lo abrazó.
- También es un gusto verla Señorita Anni espero que le aya servido el internado- le dijo con una enorme sonrisa- todos la están esperando en su casa, todos la hemos extrañado mucho.
- Y yo a ustedes Bruno me emociona volver a verlos a todos.- y se dirigieron a la puerta.
Bruno comenzó a trabajar para ellos cuando Anni aun era muy niña, el ya era el encargado de la seguridad de Anni y al mismo tiempo su mejor amigo en casa aparte de Sebastian. Cuando Anni se fue el tenia 22 años y era muy juguetón y muy simpático aparte de responsable y optimista. Siempre usaba corbatas graciosas y coloridas excepto cuando el padre de Anni estaba cerca de ellos. El era un chico guapísimos de cabello azabache y ojos negros como aceitunas y a pesar del tiempo seguía siendo tan guapo como Anni lo recordaba. Subieron al auto y hablaron sobre sus vidas en el trascurso del camino.
- ¿ Y cómo has estado Bruno?
- Muy bien señorita Anni gracias por preguntar.
- Bruno somos amigos desde siempre sabes que no es necesario que me digas señorita cuando estamos solos.
- Perdón Anni pero no sabía como llamarte después de tanto tiempo o si te habías hecho insoportable como la mayoría de las niñas ricas.
- No pienses eso yo nunca seria así y mucho menos contigo, pero me refería a como iba tu vida, si ya tienes novia o ya te casaste.
- Como crees que yo me voy a casar Anni.- dijo soltando una carcajada.
- ¿ Y ninguna novia? ¿ Nadie de tu interés?
- Pues... Hay una chica...
- Dime, sabes que puedes contarme todo.
- ¿Te acuerdas de Victoria? Una de las mucamas de tu casa.
- A si ¿ eran Victoria y Sofía verdad?
- si Victoria es la que me gusta.
- Ooo ¿ Y ya se lo dijiste?
- No estoy pensando en como decírselo ¿podrías ayudarme?
- Si claro cuando gustes. Oye por cierto... ¿ te acuerdas de Sebastian?
- ¿ tu amigo el que jugaba contigo?
- Si ese ¿sabes si sigue viviendo en la casa de al lado?
- Si claro, su familia cena seguido con tus padres.
- ¿ crees que me recuerde?
- Como olvidarte- rió.
Llegaron a la casa y sus padres la esperaban en la puerta para recibirla.
- Papá, Mamá- dijo Anni abrazando a sus padres.
- Hija te extrañamos mucho como has crecido- dijo su madre a punto de llorar.
- Yo también a ustedes.
- Pasa hija cenaremos con los Rowell esta noche, los vecino de al lado ¿ los recuerdas? Solías jugar con su hijo creo que también vendrá.
- Claro- contesto Anni un poco nerviosa.
- Victoria, ayuda a Anni a instalarse y a prepararse para la cena. - dijo su madre a la mucama.
- Si señora, vamos señorita la acompaño a su habitación.- dijo Victoria a Anni.
- Gracias Victoria.
Subieron a la habitación de Anni y comenzaron a desempacar las cosas de Anni mientras le platicaba a Victoria como era vivir en ese internado.
- Pues que mal que estuvo ahí tanto tiempo señorita, yo me hubiera vuelto loca con tantas reglas que seguir.
- Victoria no es necesario que me digas señorita cuando estemos solas somos amigas ahora, mejor solo llámame Anni.- le dijo Anni sonriendo.
Terminaron de acomodar lo que les faltaba y Anni tomo un relajante baño de burbujas en la bañera que tenia en el baño de su habitación. Cuando termino, Victoria la ayudo a elegir un vestido adecuado para la cena con los Rowell. Terminaron eligiendo un vestido sencillo, azul marino con algunas flores de diferente color. Anni estaba muy nerviosa por volver a ver a Sebastian, no podía contener sus nervios y al mismo tiempo su emoción cuando sin pensarlo el timbre de la entrada sonó.