DAMIEN BENNETT
Había nuevos golpes en su rostro, le habían lastimado de nuevo. Quise detenerla y exigirle que digiera quien le hacia ese daño, pero me contuve... no era el momento ni el lugar. Sus ojos negros me dieron una pequeña mirada y siguió su camino con la bandeja vacía en su mano.
—Estoy aquí para ver a Caruso — anuncio a los hombres que custodian la entrada de la oficina de Arthur.
—Adelante— habla uno de ellos dando me el paso. Al entrar Arthur me da la bienvenida ...tan conveniente para él.
— Damien, mi chico por fin llegas no me gusta hacer esperar a hombres tan importantes como Caruso — hipócrita. El italiano me extiende su mano y yo cedo a su saludo.
— Damien Bennett por fin nos encontramos como es debido — asiento y lo veo fijamente. Algo raro hay en este hombre.
—Arthur me hablo de su interés por mí, sé que quiere que trabaje para usted-
— Así es estoy impresionado por tu habilidad en las peleas, eres fuerte y tenas, eso me gusta.
— Debe saber que voy a declinar cualquier oferta que me proponga pues no estoy interesado, no voy a entrar en algo mucho más ilegal que esto.
— Damien chico piensa bien las cosas, necesitas ese dinero piensa en tu familia- habla Arthur quien esta con una mirada de... ¿De qué demonios haces?
— Sé que puede asustarte, pero yo me he dedicado toda mi vida a estos negocios y veme jamás he pisado la cárcel. Hoy en día la justicia no existe cuando se hay dinero— el hombre admitió ser un delincuente, un vendedor de mujeres sin el más mínimo descaro.
— La trata de blancas se condena hasta por más de 25 años de cárcel, no gracias precisamente es por mi familia por la cual no voy a mancharme en cosas como esas. Así que mi respuesta sigue siendo un no.
— Damien cree que el recibirse de abogado salvara a su familia... vamos Bennett ya estas manchado peleando en este lugar que más da un poco mas no seas idiota.
—No Arthur está bien, no pasa nada comprendo lo que sucede el chico tiene ya un sueño, un sueño limpio. Bueno solo quería preguntarlo personalmente pero si no estás interesado lo comprendo — Arthur y yo nos miramos mutuamente ¿Eso era todo? ¿No insistiría más? Genial.
—Pero bueno seguiré apostando por ti en las peleas.
—Claro eso está bien en el tiempo que siga aquí, porque estoy a poco de retirarme—confieso — bien si eso es todo tengo que irme— digo por ultimo aproximándome a la salida de la oficina.
— Ci vediamo presto Damien-— nos vemos pronto. Es lo último que escucho al salir.
Voy directo hacia la entrada donde observo a Mario discutiendo con dos hombres.
—Lo vuelvo a repetir esa chica no trabaja en este lugar, así que lárguense de una maldita vez! — dice mi amigo casi perdiendo la cordura.
—Que sucede aquí? — pregunto uniéndome a ellos.
—Solo estamos preguntando por esta chica y este hombre se pone a la defensiva – el hombre alza en su mano una pequeña fotografía... Amelia.
—Pues mi amigo esta en lo correcto, no la conocemos así que retírense.
—Amigos la vimos entrar en este lugar por su bien no traten de ayudarla, esa chica esta en graves problemas.
— Por tu bien, por el bien de ambos lárguense ahora mismo — subo de tono y el hombre duda por un segundo e intercambia mirada con su compañero.
—Vámonos ya encontraremos a esa chiquilla después— el par se encamina y sube a una fina negra camioneta blindada y se marchan.
—Las cosas con esa chica parecen más serias de lo que creía, hable con ella sobre lo que platicamos. Si, ha sido maltratada Y me dijo que ya no vive con la persona que la golpea aun que se puso tan nerviosa de un momento a otro que no se si dice la verdad. Damien quizás tu puedes preguntarle y...
—Mario... sabes como me ponen estos temas — mataría a quien le hace daño. ¿Cuanto habrás sufrido Amelia? me pregunto.
—Por lo mismo. Piensa si el día de mañana esa chica aparece muerta, molida a golpes y ambos sabiendo que pudimos hacer algo pero no lo hicimos— sola la idea me dio, escalofríos.
—Bien iré a buscarla, te llamare cuando sepa algo.
Entre de nuevo al bar acercándome a la barra.
—Donde esta Amelia? — solté. La cara de Scott era un poema.
—Se acaba de ir por la puerta trasera— respondió de pocos amigos. Tú tampoco me caes bien amigo.
—No está trabajando ahora? — insisto.
—Le surgió un problema. No es chica para ti Bennet –sonrío por lo último.
— Y si lo es para ti chico de la barra? – digo antes de apresurarme hacia la puerta trasera.
Veo hacia lo largo de la calle, nada. Un extraño bip.. bip.. bip.. Suena detrás de mí.
El celular esta sus manos que no dejan de moverse, luce nerviosa e impaciente.
—Oye! — brinca al escucharme — solo soy yo, estas bien?
— Tú? He.... si lo estoy es solo la estúpida base de taxis no responden, una mierda—dijo maldiciendo. Era tan extraño oírle decir palabrotas a una cara como la de ella.
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EL HIJO DEL MAL ⊕
Teen FictionDamien Bennett es muchas cosas.. Hermoso, inteligente, frío. Siendo el producto de una violación, con una madre soltera y una hermana sorda. Su vida era todo menos fácil, recurriendo a un trabajo que no era considerado totalmente legal pero qu...