Capitulo 13: El amigo de Samuel.

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Al día siguiente, Andrea se despertó con la resaca de la borrachera de la noche anterior, también sintió mucha vergüenza cuando Ana le contó lo que había escuchado, de cómo Samuel la había traído en medio de esa borrachera. Quiso presentarse ante Samuel para disculparse por su actitud, pero no lo encontró, el había salido a un viaje de negocios, algo sorpresivo incluso para el que tampoco sabia, pero así era su trabajo, de vez en cuando tenia que viajar a otras ciudades, incluso país, tenia una gran responsabilidad encima, pero amaba su trabajo. En cambio Andrea agradeció por un momento no encontrarlo ahí, todavía se le caía la cara de vergüenza, pero también se sentía triste porque esta vez Samuel no se despidió de ella.

Llegando la semana, en la escuela tenían una excursión, irían al campo para una actividad de la agricultura. Al grupo de Ana le toco cultivar plantas de cerezo, el gran trabajo de talar la tierra, regar y cultivar parecía no ser tan complicado cuando lo hacían en grupo, solo que Ana estaba apartada del grupo, se le veía triste y desanimada. Al llegar la hora del almuerzo, Lina llevo comida para las dos, ambas se sentaron bajo un gran árbol mientras los demás estaban en grupo.

Lina: A mi no me engañas, se que algo te pasa pero... ¿Por qué no me puedes decir? –dijo insistente mientras su amiga se quedaba viendo el sandwich sin todavía haberle pegado una mordida- soy tu mejor amiga, ¿no?

Ana: Lina, no quiero hablar de eso, no me siento bien, sera mejor que de una vuelta...

Lina: ¿A dónde crees que vas? –pregunto mientras impedía que su amiga se levantara- aun no has comido nada y todavía no me cuentas que paso.

En ese momento una melodía comenzó a sonar, las cuerdas de una guitarra tocando las notas de una composición se escuchaban desde el otro lado, Ana y su amiga se acercaron para investigar de quien se trataba. Mientras se iban acercando, se empezó a escuchar una dulce voz masculina que cantaba algo bajito, por eso no podían distinguir las letras. Al llegar al lugar se detuvieron viéndolo de espalda sentado sobre una roca no muy alta, Benjamín, el chico que la hacia suspirar, con el su corazón empezaba a palpitar rápidamente, como un caballo que corre a toda marcha en una pista de carreras, que con su voz era capaz de transmitirle paz y seguridad, era el chico que le gustaba mucho...

Lina: ¿No es un bombón, un ángel? Como me gustaría que cantara para mi de esa forma tan entregada y apasionada que como lo esta haciendo –dijo a su amiga sin dejar de mirarlo, mientras se mordía su labio inferior, pasaba su mano por su largo cabello, ya estaba pensando en algo para acercarse a el, y no lo pensó dos veces cuando ya se estaba dirigiendo hacia el.

Ana: ¿A dónde crees que vas? –dijo sosteniendo su brazo y Lina la miro haciendo un gesto.

Lina: Por si no te has dado cuenta, voy a hablar con el... quien sabe si este viaje servirá para salir con nuevo galán –dijo guiñándole un ojo antes de volver a dirigirse hacia el.

¡Estaba reventando de celos! ¡Pero que estúpida! ¿Por qué no hizo nada para detenerla...

En casa, no era un día muy agitado, incluso habían pocos trabajadores ya que estaban en su día libre, y Andrea decidió ocuparse de la ropa de Samuel, de vez en cuando le hacia la colada, le encantaba hacerlo ya que tenia su perfume impregnado en cada prenda... cuando termino, entro a la casa viendo a Samara esperando en la sala, supo que Samuel debía estar al llegar, siempre lo hacia cuando venia de viaje y ella lo esperaba en casa. Suspiro cansada antes de acercarse a la escalera para subir, pero ella la llamo antes que lo hiciera.

Samara: Andrea –dijo acercándose a ella, y Andrea se volteo fastidiada para mirarla- así que te gusta montar escenitas para llamar la atención de mi novio –insoportable como siempre, lo que le faltaba- pero nada de lo que hagas me separara de Samuel, el y yo somos el uno para el otro y tu una simple empleaducha.

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