Capitulo 53.

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Samuel dormía con su cabeza recostada en la orilla de la camilla, en el cuarto de hospital donde estaba Andrea. Algunas enfermeras que entraron en la madrugada trataron de despertarlo, pero prefirieron no seguir intentándolo para no incomodar a la paciente, por supuesto el se había dado cuenta de los intentos por despertarlos, pero no quería separarse de Andrea, como se lo prometió, así que sostuvo su mano y se hizo el dormido nuevamente.

En la mañana, este aun seguía dormido con la misma posición la noche completa, aun no entraba nadie a monitorear el estado de Andrea, el no pretendía levantarse todavía, era temprano, tendría tiempo para estar un poco mas tiempo al lado de ella. De pronto sintió una mano acariciando su cabello delicadamente, tuvo una sensación, pero entonces significaría que...

Samuel: Andrea –levanto su rostro, encontrándose con sus ojos los cuales aun mostraban su brillo, a pesar de tener su rostro golpeado y que seguramente le dolía, estaba sonriendo- mi amor, estas bien –sin esperar respuesta de su parte, se inclino para besar sus labios, algo precipitado de su parte pero le urgía sentir su contacto, solo se separo cuando se dio cuenta que la estaba lastimando- ¡perdón! ¿te hice daño?

Andrea: Tu nunca me harías daño, amor –dijo con una voz muy débil, aun estaba bajo efectos del sedante que le suministraron las enfermeras para que pudiera dormir en la noche.

Samuel: No hables para que puedas recuperarte pronto –tomo ambas manos para besarla- mira como te dejaron –dijo con tristeza, ella cerro los ojos al sentir el tacto de sus dedos acariciando su rostro- no volveré a dejarte sola, todo esto es mi culpa.

Andrea: No...

Samuel: Shh... te prometo que cuidare mejor de ti a partir de ahora –ella lo miraba con ternura, admiraba la intención de Samuel, pero ni el seria capaz de evitarlo, aunque quisiera, eran mas fuerte que el.

Pasaron dos semanas prácticamente volando, en los que todos estuvieron pendientes de la recuperación de Andrea, Samuel designo a Braulio que se encargara de algunos asuntos mientras el monitoreaba desde su laptop, no quería separarse mucho tiempo de Andrea, y cuando ya estuvo fuera de peligro, solo salia para un cambio de ropa o llevarle cualquier cosa que necesite. Aprovechaba cuando Andrea dormía su siesta para avanzar en el trabajo, y en las noches dormía poco para mantenerla bien vigilada. Poco a poco, Andrea fue recuperándose, aunque no del todo, ya podía hablar mas, unos oficiales tomaron su declaración para poder arrestar al tipo que la agredió, pero no fue mucha la información que les dio, lo que seria mas difícil para ellos encontrar al responsable.

Ana iba con frecuencia a visitarla, le llevaba algunas cosas de comer, todo indicado por el doctor por supuesto, sabia que la comida del hospital no era muy buena y Andrea le agradecía cada vez que se aparecía con comida para ella.

Ana: Ya estoy ansiosa por que te den el alta, para que salgas de este hospital, aunque o se si deba alegrarme, capaz y te vayas con tu amado Samuel cuando salgas de aquí.

Andrea: Muy probable –lanzo una risita, controlándose de no reír muy fuerte.

Ana: ¿Si vas a volver a casa de Samuel? –la miro con picardia- no estoy segura que debas hacerlo, ya vez que necesitas reposo y no creo que Samuel se ofrezca para tanto.

Andrea: ¡Ana! –la regaño con un ligero rubor en sus mejillas- no digas esas cosas, Samuel me respeta mucho...

Ana: Te recuerdo que ya estuvieron juntos, ese hombre se muere por ti, y se que esta dispuesto a hacerme tía muy pronto... pensándolo bien, vendría de maravilla un primito para Amalia, así tendrá con quien jugar.

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